LA LAGUNA
Años atrás cuando las ruedas se hacían en los cortijos y se cantaba y bailaba hasta altas hora de la madrugada, eran pocas las viviendas allí situadas una o dos quizá.
Noche de rueda, los jóvenes se divertían después de un día agotador de trabajo, risas, cante… La alegría se volvió cansancio y sed, algunos jóvenes fueron a la fuente a beber sus aguas cristalinas, los mozos hablaban con las mozas y las risas se oían en todo el lugar.
Pero en unos segundos las risas se transformaron en asombro ¿dónde está la fuente y las casas? Preguntas sin respuestas.
El amanecer dio luz a las sombras, nada, no había nada… rocas y tierra seca, ninguna explicación, sólo las ancianas entre lágrimas daban gracias a Dios porque la fiesta de la noche anterior evita una catástrofe mayor.
Pasaron unos días, y nadie se atrevía a pasar por aquel lugar maldito, la tierra podía engullir al que pasara por allí. Una noche de luna clara unos arrieros que no sabían lo ocurrido pasaron por aquel sitio y los animales sedientos se detuvieron a saciar la sed.
Al llegar al pueblo, en la posada le relataron lo ocurrido y los arrieros incrédulos comentaron que sus animales bebieron y el gallo cantó, el pueblo ese día se levantó muy temprano y los primeros rayos del sol iluminan unas aguas limpias bajo la mirada de admiración de la multitud.
Y desde aquel día existen tres pequeñas lagunas que dan nombre a la aldea “La Laguna”. Algunos cuentan que si de madrugada caminas por este plácido lugar oirán “al gallo cantar”.
Años atrás cuando las ruedas se hacían en los cortijos y se cantaba y bailaba hasta altas hora de la madrugada, eran pocas las viviendas allí situadas una o dos quizá.
Noche de rueda, los jóvenes se divertían después de un día agotador de trabajo, risas, cante… La alegría se volvió cansancio y sed, algunos jóvenes fueron a la fuente a beber sus aguas cristalinas, los mozos hablaban con las mozas y las risas se oían en todo el lugar.
Pero en unos segundos las risas se transformaron en asombro ¿dónde está la fuente y las casas? Preguntas sin respuestas.
El amanecer dio luz a las sombras, nada, no había nada… rocas y tierra seca, ninguna explicación, sólo las ancianas entre lágrimas daban gracias a Dios porque la fiesta de la noche anterior evita una catástrofe mayor.
Pasaron unos días, y nadie se atrevía a pasar por aquel lugar maldito, la tierra podía engullir al que pasara por allí. Una noche de luna clara unos arrieros que no sabían lo ocurrido pasaron por aquel sitio y los animales sedientos se detuvieron a saciar la sed.
Al llegar al pueblo, en la posada le relataron lo ocurrido y los arrieros incrédulos comentaron que sus animales bebieron y el gallo cantó, el pueblo ese día se levantó muy temprano y los primeros rayos del sol iluminan unas aguas limpias bajo la mirada de admiración de la multitud.
Y desde aquel día existen tres pequeñas lagunas que dan nombre a la aldea “La Laguna”. Algunos cuentan que si de madrugada caminas por este plácido lugar oirán “al gallo cantar”.
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