Por Periana la sierra hace un descanso en pequeñas lomas y largas cuestas de formas suaves, para volver a ahondar el territorio en barrancos que caen hasta el río Guaro, antes de que éste se ensanche en el Embalse de la Viñuela.
Paisaje agreste de montaña que al norte, entre la Sierra de Alhama y la de Gallo-Vilo (Sierra de Enmedio) obliga a serpentear a la carretera que sube hacia Alfarnate, en uno de los parajes más atractivos de su territorio: el Puerto del Sol. Desde allí, entre encinas que se agarran a los roquedales, se pueden contemplar unas de las panorámicas más espectaculares de la Axarquía.
Cuando se baja de la Sierra, desde el caserío de Vilo hasta el de la Muela, pasando por el núcleo de Guaro, el entorno es de suaves pendientes cubiertas de olivares, pastos y cereal. Y donde el agua está disponible, al panaroma se unen los frutales (especialmente melocotoneros) que van en aumento a medida que las huertas se acercan a las riberas del río.
Allí abundan los naranjos y limoneros que hacen de esta zona una de las más productivas.
La importante presencia de terrenos no excesivamente abruptos, la abundancia de agua y el buen clima de sus valles hizo que estas tierras estuvieran pobladas ya en la prehistoria, como lo demuestran los restos de la época musteriense y posteriores, encontrados en el importante yacimiento del Cerro de Alcolea (a 731 metros sobre el nivel de mar), frente al núcleo de Mondrón, en el yacimiento neolítico del Cerro de El fuerte (896 m.) o en el abrigo de Marchamonas situado en el escarpe de este caserío al norte de Periana.
En la zona que ahora se encuentra cubierta por el Embalse de la Viñuela también aparecieron importantes vestigios neolíticos que se prolongaban hasta el comienzo de la edad del bronce.
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