jueves, 23 de abril de 2009

Sierra Tejeda



RUTAS Y SENDEROS


La Sierra de Tejeda constituye uno de los macizos más meridionales de las Cordilleras Béticas, se encuentra orientada en dirección este oeste, actúa como límite natural entre las provincias de Málaga y Granada. Por la parte sur constituye la parte más septentrional de la comarca de la Axarquía. El área que comprende es parte de los municipios de Alhama de Granada y Ventas de Zafarraya en la provincia de Granada y los de Canillas de Albaida, Salares, Sedella, Canillas de Aceituno y Alcaucín en la provincia de Málaga. Está en su mayor parte formada por mármoles y en la base de las laderas norte y sur también presenta esquistos.El límite occidental está surcado por el río Alcaucín y el límite oriental por el Arroyo de la Cueva del Melero, en la vertiente sur, y la cabecera del Arroyo de Venta López en la vertiente norte. El Puerto de Cómpeta es el punto de inflexión entre las sierras de Tejeda y Almijara. Constituye uno de los espacios de mayor interés natural de la provincia de Málaga, tanto por razones científicas, como culturales, educativas y turísticas, en Agosto de 1999 fue incluido, junto a la vecina Sierra de Almijara, en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, con la denominación de Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama con una extensión de 40.663 Has. Desde la costa mediterránea, la Sierra de Tejeda aparece como un telón plomizo que asciende por encima de las suaves ondulaciones del Macizo de Vélez. Su relieve está caracterizado por la existencia de fuertes pendientes que culminan en diversas cotas, que llegan a superar los 2.000 metros. El techo se sitúa en el pico Maroma (2.068 m.) situada en la zona occidental. Otras cotas importantes son: el Selladero (1.829 m), La Chapa (1.824 m) y Los Majanos (1812 m). Entre estas cotas, de aspecto escarpado, aparecen tajos casi verticales, profundos barrancos, a veces con aspecto de gargantas, sobre todo en la vertiente mediterránea. Constituye, por su altitud, un importante núcleo de condensación del agua atmosférica y un importante acuífero para el sector oriental de la comarca de la Axarquía. Ello explica la profusión de fuentes en la línea de contacto entre los permeables mármoles fisurados y los esquistos impermeables de la base, lo que ha condicionado los actuales asentamientos humanos a ambos lados. El clima es mediterráneo en un sentido genérico si bien por su carácter montañoso presenta características singulares que afectan a su pluviosidad, temperatura y continentalidad. A estas características habría que añadir las derivadas de su topografía y su orientación (efecto de solana y umbría), así como su proximidad al litoral marino.Todo ello influye en la distribución de los seres vivos, lo que se traduce en la aparición de unos niveles o pisos bioclimáticos, limitados por determinados intervalos de altura respecto del nivel del mar y que va desde los 17ºC de media anual en la base a los 4ºC en las cotas mas altas. Desde el punto de vista biológico, la Sierra Tejeda constituye un ecosistema que, a nivel local, supone uno de los escasísimos espacios naturales donde es posible observar formas de vida ausentes en el resto de la comarca, de ahí el interés del lugar como reserva genética y ecológica.La zona está dominada por el clima mediterráneo, aunque por su carácter montañoso, presenta un microclima asociado a la altitud. Ello condiciona la instalación de unas determinadas especies vegetales y animales, según sus preferencias, delimitando unos pisos bioclimáticos, de altura desigual según se trate de la solana orientada al sur o la umbría orientada al norte. A lo que hay que añadir el efecto local de los barrancos, tajos, etc.Así, atendiendo a la flora y vegetación podemos ver en las zonas medias y bajas, bosques de encinas, pino carrasco (fruto de las reforestaciones) y alcornoques, y matorral formado por coscojas, jaras, matagallos, aulagas, escobones, romeros, tomillos andaluces, cantuesos, cenizos, adelfas, zarzamoras, escaramujos, durillos, sauces y juncales. Mas cerca de las cumbres espinos, arces, mostajos, tejos, enebros, sauces, guillomos, alhucemas lanosas, salvias españolas y pastizal de lastones. Así como un conjunto importante de especies amenazadas, muchas de ellas solo presentes en las Sierras de Tejeda, Almijara y de las Nieves. Existe una fauna ligada directa o indirectamente a estas especies vegetales. Destacan del grupo de los reptiles el galápago, la culebrilla ciega, el lagarto ocelado, la culebra de herradura, la culebra bastarda y la culebra de escalera entre otros. En cuanto a las aves, existen hasta 122 especies, de las cuales 95 son reproductoras, 73 invernantes y 38 migratorias; forman comunidades más o menos individualizadas, ligadas a las formaciones vegetales y a la altura, alcanzándose el máximo de riqueza específica entre los 1.000 y los 1.200 m de altitud. Dentro de ellas un grupo que merece especial atención es el de las rapaces como el azor y el gavilán detectados en los pinares de Alcaucín; el ratonero en los llanos cultivados de La Alcaicería; el águila real visible en puntos como Las Chapas, el Selladero y el pinar del Barranco del Cañuelo, principal enemigo del conejo en las cumbres de la Sierra; el águila perdicera visible en puntos como la cabecera del río Almanchares; el águila calzada en la vertiente norte; el aguilucho pardo que es invernante; el águila culebrera en el encinar de la vertiente norte; el halcón peregrino en el Alcázar, Almanchares y Bermuza; el alcotán de nidificación imprecisa, y el cernícalo común, con numerosas parejas, en casi todo el área, excepto la vertiente norte.Por último, entre las rapaces nocturnas destacamos, como nidificantes el autillo muy abundante, el búho real, el mochuelo, el cárabo, el búho chico y la lechuza, todos en barrancos de altitudes bajas a medias.Finalmente, entre los mamíferos destacan la musaraña, el zorro, la garduña, la comadreja, el gato montés, la jineta, el tejón y el lirón careto. Pero sin duda, el mamífero emblemático por excelencia es la cabra montés, que forma poblaciones abundantes en los barrancos de la vertiente sur, alcanzándose una población de más de 2.000 cabezas. Recientemente se han encontrado huellas y excrementos de lince ibérico, pero su presencia no es significativa. Entre los lagomorfos, destaca el conejo, cuya población ha disminuido a causa de la mixomatosis y la liebre, menos abundante. La actividad humana y la sierra Si consideramos los hallazgos de la Cueva de Zafarraya (restos del Hombre de Neanderthal) correspondientes al Paleolítico, que pertenece a la vecina Sierra de Alhama, podemos afirmar que el hombre ha estado viviendo de sus recursos naturales desde los mismos orígenes de nuestra especie.Han sido montañas de historias y leyendas sobre rebeliones, contrabando, furtivismo y resistencia al orden establecido.
Las características físicas o naturales de la Sierra de Tejeda, ha dado lugar al desarrollo de la economía local, una economía de supervivencia, lo que ha favorecido la conservación de su paisaje, su arquitectura tradicional y sus valores naturales. Los datos de los cinco últimos siglos nos revelan que esta sierra ha sido fuente de recursos tales como agricultura, obtención de madera, obtención de esencias aromáticas y medicinales, la caza hasta su protección como Reserva Nacional de Caza, la nieve, vía de comunicación entre las dos vertientes y el paisaje (la combinación de topografía, litología y formaciones vegetales, junto a su proximidad al litoral mediterráneo, proporcionan una riqueza paisajística de mucho valor, actuando como auténtico recurso para el desarrollo de la industria turística en la comarca). Afortunadamente, la protección bajo la figura de Parque Natural, ha abierto nuevas expectativas de desarrollo a partir de estos recursos, tal cual es un turismo sostenible y hacer su disfrute y explotación turística compatibles con los valores que se pretenden proteger.


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