El Pasacalles de la Banda de Música Municipal finalizó en la Plaza de la Fuente, lugar desde el que nos emocionamos con el Pregón realizado por Dña. Rosa María Rodríguez Muñoz.
Vecinos y vecinas de la localidad acompañamos a Rosi y su familia en este día tan especial para todos y todas las perianenses.
El acto siguió el siguiente protocolo:
- Proyección de los carteles oficiales de las Fiestas de San Isidro correspondientes a los últimos 26 años, coincidiendo con el primer Pregón realizado por D. José Luis Navas Carrasco, año 1988.
Intervención de:
- Dña. María Dolores Parra Jiménez (en representación de los Mayordomos) dio la bienvenida a todas las personas convocadas en la Plaza de la Fuente.
- D. Adolfo Moreno Carrera (Alcalde del municipio) presentó a la Pregonera San Isidro 2013.
- Pregón a cargo de Dña. Rosa María Rodríguez Muñoz
A continuación, el grupo de Mayordomos 2013 le hizo entrega de una medalla y un pin de San Isidro, un ramo de flores y una placa. A su marido Luis se le obsequió con el libro: "Historia de Periana".
Acto seguido, degustamos un exquisito aperitivo ofrecido por el Ayuntamiento de Periana.
Texto: José Manuel Fernández Ortíz
¡GRACIAS ALCALDE!
¡GRACIAS, ADOLFO!
Y sin más preámbulo, comienzo a pregonar, ¡que
se está haciendo tarde!
Perianenses, alcalde, concejales, mayordomos y
mayordomas de San Isidro, a todos los que estáis hoy aquí, vengáis de donde
vengáis, quiero daros las gracias por hacer posible, una vez más, la celebración
de la fiesta de nuestro Santo Patrón. Sobre todo, a vosotros, mayordomos y
mayordomas, porque en ese darse y entregarse que os caracteriza, vive el espíritu
de San Isidro.
SIN VOSOTROS, SAN ISIDRO, ¡NO SERÍA POSIBLE!
Por eso, ¡GRACIAS!
Álvaro, Sergio, José Manuel, Tere, Miguel Ángel,
Raquel
Pepe, Miguel, Noelia, Penélope, José Antonio,
Mari, Juanlu, Sebastián
¡GRACIAS! ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR VUESTRO
DESINTERESADO TRABAJO!
He de confesar que ha sido realmente difícil
escribir este Pregón. Y ha sido difícil porque hoy, entre vosotros y vosotras,
no está él, Domingo de Rosendo, mi padre, la persona que me inculcó el amor por
esta hermosa villa.
Siempre por mayo, mi padre venía a Periana.
Gastaba unos días de sus vacaciones de verano para acudir a su tierra y echar
trigo a San Isidro. Era fiel a este ritual. Y cómo no…a su vuelta, yo esperaba
impaciente los chorizos en la tinaja, las aceitunas aliñás, el lomo en manteca
y el aceite de Periana…¡Cuántos sabores y olores!¡Cómo nos evocan tiempos
pasados! Esos sabores y olores me
trasladaban siempre a Periana, aun viviendo a 1.000 km de ella.
Siendo niña, mis vacaciones de verano
transcurrían en La Muela, en la casita de mi abuelo Rosendo y mi abuela María.
Son los mejores recuerdos que tengo de mi infancia. En Durango, donde nací
porque el destino así lo quiso, pasaba los días en casa, sin poder compartir
con otros niños y niñas los juegos en la calle. Son los inconvenientes,
supongo, de ser hija única y tener una madre sobreprotectora…
Por eso, cuando venía aquí, todo era nuevo
para mí. Era nuevo subirme a los árboles, a los tejados de las casas incluso…Era
nuevo ir por el camino de La Muela con mis primos y primas, llevando los
tacones en la mano para no romperlos en el camino pedregoso que nos traía hasta
Periana. Era nuevo beber agua en un botijo, columpiarme en un improvisado
columpio que mi prima Angelita construía con una simple cuerda atada a un
olivo, compartir coche con otros siete u ocho acompañantes para acudir a las
ferias junto a mi prima Tere de la Viña…era nuevo descapotar almendras, bañarme
en una alberca…
Parodiando a Antonio Machado, puedo decir
que Mi infancia son recuerdos de una
aldea de Periana…O, como escribía Ortega y Gasset en “La Pedagogía del
paisaje”…
“Dime el paisaje en que vives y te diré quién eres”
Y es que el paisaje, nuestro entorno, educa
aún con más fuerza que los mejores maestros y maestras. Es inevitable
impregnarse de él, de su historia, sus costumbres, de su música y folclore.
Me hice mayor, y cuando tenía 25 años me
vine a vivir a Vélez-Málaga. Este hecho me dio la oportunidad de acompañar a mi
padre en la procesión de San Isidro. Desde el balcón de Mª Teresa que da a la
iglesia, él seguía rindiendo homenaje a nuestro patrón y yo participaba de la
procesión junto a mi madre y mi hija, por entonces muy chiquita. Recuerdo, con
nostalgia, a mi primo Rosendo, hijo de Carmen la Recobera, dando Vivas a San
Isidro hasta perder la voz y quedar afónico mientras San Isidro era mecido aquí,
en La Fuente.
Después, tuve el privilegio de vivir
durante diez años en La Muela…un privilegio teñido de tristeza porque ya
faltaba mi madre, Adoración era su nombre, prima de Mª Teresa de Bartolomé.
Pero mi memoria guarda también momentos
agradables, anécdotas curiosas…Recuerdo un día en que alguien me preguntó:
-
¿Tú no eres de aquí, verdad?
Harta ya de que
siempre me hicieran esa pregunta, le repliqué:
-
¿Cómo que no “zoy” de aquí?
Quedó pensativo el muchacho, y salió del paso diciéndome:
-
Pues…¡hace una mititilla no eras de aquí!
Y es que mi acento
me delataba. Por eso, siempre he sentido la necesidad de justificarme cuando
afirmaban que yo no era de aquí, y les decía orgullosa:
-
Mire usted, yo no soy de aquí…pero mi padre es de Periana.
De Periana…
La tierra del malacatón
La del aceite verdial…
De Periana..
¡Que siempre llevo en mi corazón!
Porque aunque no he nacido aquí, por mis venas corre sangre perianense,
vida perianense, alma perianense…y me considero, hija de Periana.
Siguió pasando el
tiempo….y el 2008 fue el último año en que acudí a la procesión de San Isidro;
también fue el último año en que mi padre participó en la ofrenda del trigo.
Desde entonces, circunstancias de la vida por las que todos y todas pasamos de
una manera o de otra, no me han permitido participar en estas fiestas.
Y ahora que puedo
asistir a ellas, los mayordomos me han dado la oportunidad de volver, nada más
y nada menos que como pregonera de San Isidro. Si os soy sincera, cuando recibí
la llamada de Juan Luis Ríos, un maestro entrañable, compañero de profesión a
quien conocemos cariñosamente como Juanlu…no me lo podía creer. No podía
concebir que un honor tan grande hubiera recaído sobre mí, una perianense
nacida en el País Vasco.
¿Quién soy yo para dar este pregón? –me
preguntaba, al tiempo que una vocecita me decía que no podía negarme. ¿Qué he
hecho de meritorio? Nada. Al menos, nada que yo considere que deba ser digno de
mérito.
Pero la proposición estaba ahí; yo había
dicho que sí y comenzaron a aflorar los nervios…¿de qué voy a hablar? ¿Qué
puedo contaros a vosotros de San Isidro que no conozcáis mejor que yo?
¿Qué puedo decir yo del patrón de nuestras
fiestas? Sé que no voy a descubrir nada nuevo…Por eso, con vuestro permiso, me
gustaría compartir con vosotros uno de sus famosos milagros, “El milagro de la
olla”:
“Cuenta
la historia que, en una ocasión, fue un pobre a pedirle comida a su casa.
Nuestro patrón ya no tenía nada que ofrecerle. Aun así, le dijo a su esposa: “Querida
esposa, da a este hombre lo que ha sobrado del puchero”. La señora dijo que no
le quedaba nada, pero Isidro le pidió
que rebuscara en la olla de la cocina. Ella fue a la cocina sabiendo que
no iba a encontrar nada y, sorprendida, vio que la olla rebosaba de comida.”
Cómo me gustaría que, en estos tiempos de
crisis que estamos viviendo, pudiéramos disponer de una olla como la de San
Isidro; una olla repleta no sólo de comida, sino también de salud, bienestar,
generosidad…repleta de valores, de derechos sociales para que nuestros mayores
vivan sus últimos años sin penurias, con dignidad… para que nuestros jóvenes
puedan seguir estudiando y formándose y se haga realidad su proyecto de vida.
Para que ese proyecto de vida se lleve a cabo aquí, en su pueblo, en su país, y
no vuelvan a nosotros aquellos años en que la gente de Periana emigraba a
Alemania para buscarse la vida. Mi padre fue uno de ellos.
Perianenses o
perialeños, como gustéis…todos y todas habéis luchado por nuestro pueblo; todos
y todas habéis contribuido a que nuestro patrón represente un claro ejemplo de
esfuerzo, superación y constancia. Va por todos vosotros, los que estáis, y los
que no estáis pero os gustaría estar, como a mí me ha sucedido en tantas
ocasiones…y que, a buen seguro, estáis presentes con vuestro corazón en esta
fuente, donde tantas veces habéis pasado a calmar vuestra sed.
Perianenses o perialeños, como gustéis…estoy
segura de que San Isidro nos ayudará una vez más a renacer de las cenizas, como
ya sucedió tras el terremoto que este pueblo sufrió en 1.884.
¡Va por todos vosotros y vosotras!
A las nueve de la noche
De un día de Navidad
Tembló la tierra en Periana
Y abriose el pueblo en canal
Las calles se estremecieron
El suelo…se derrumbó
La Iglesia quedó destruida
Y el campanario cayó
Se desplomaron las casas
Mi pueblo…
A la intemperie quedó
Sólo el cielo y las estrellas
A Periana cobijó
Bajo la nieve y el frío
Alfonso XII llegó
Conmovido y afligido
Uno a uno, consoló
Compartió mesa con todos
¡Tenía un gran corazón!
Y a pesar de estar enfermo
Su sonrisa regaló
Con el paso de los años
¡La villa se levantó!
Volvió a construir su iglesia
La fuente, el lavadero…
Surgiendo de nuevo Periana
Como un bello mirador
Las sierras de Alhama y Tejeda
Almijara y la de Enmedio
Rodean esta hermosa villa
Que mira al mar sin remedio
También aquí nace el agua
Agua que riega los campos
Y deleitan nuestra vista
Como el manantial de Guaro
¡Brilla, querida Periana!
Entre olivos y frutales
Naranjos, malacatones…
Que llegan a todos lares
Pero el fruto, por excelencia
Es el aceite verdial
Oro líquido lo llaman
Allá donde quiera que va
Y en
esta villa, plena de historia
Perfumes y tradiciones
Nacieron personas ilustres
Merecedoras de honores
Aquí nacieron
José Luis y Jesús Navas,
Dos perianenses de pro
Buenos hombres donde los haya
Y José Antonio Frías
Un periodista de raza
También el cura Barroso
¡El campesino ilustrado!
¡Y vivieron los hermanos Rey,
de nombre Pedro y Santiago!
Curas obreros modelo
Que su alma sin recelo
¡Regalaban, al mundo entero!
No quiero olvidar a Eugenia
Salazar por apellido
Gran amiga de mi madre
Y de todos los vecinos
Ni tampoco, a Doña Margarita
Matrona de noche y día
Que ayudaba a traer nuevas vidas.
Entre llantos y alegrías
¿Y cómo olvidar a Pepe Núñez?
Gran caballero cristiano
Que a todo el mundo ayudaba
¡Y le tendía la mano!
Es médico de Carlos Haya
Alergólogo, científico
¡Investigador de renombre!
¡Un paisano universal
Que ha cruzado el horizonte!
Por eso, querido alcalde…
Aprovecho la ocasión
Para pedirte un favor…
Dime, ¿sería posible…
Recordar gente tan noble
Bautizando nuestras calles
Con su apellido y su nombre?
No es difícil la labor
Y menos teniendo en cuenta
Que a la postre y a la sazón
Recuperar patrimonio
Es de todos, un derecho
Y también una obligación
Pues esta es la riqueza
De todo pueblo y nación
Pero no perdamos el norte
Volvamos pues, al pregón,
Pues personas de la talla
de José Manuel Frías Raya,
Nos recuerdan que tenemos
un Pasado y un Presente
Sin olvidar el futuro
¡Que sigue escribiendo su gente!
Cerca de ti, Rafael Núñez
Coautor y coordinador
de la Historia de Periana
y también impulsor
de la revista Almazara
en la que tú colaboras
con una gran ilusión.
La Almazara…
¡Es un continuo homenaje
A nuestra querida Periana!
¿Y…qué puedo decir de ti?
Mi querida Gema Frías…
Periodista, reportera
Fotógrafa y bloguera
Todo ello por afición
y por el amor que profesa
al lugar donde nació
Amor y afición gratuitos
Cuya única recompensa
Es dar a conocer su tierra
No ya en España…
Sino en países tan lejanos
Como Francia o Alemania
Y me consta que también
Se atrevió a cruzar el charco
Pues la visitan paisanos
De Argentina, de Chile
De Perú o El Ecuador
Pues con un solo clik del ratón
Periana y Pedanías
¡Se mete en el corazón
De todo el que la visita!
Y…volvamos a la prosa…¡que las rimas se me
acaban!
Perianenses, perialeños….como gustéis, no
quisiera terminar este pregón, sin hacer mención a nuestra música y folclore,
de la mano de Antonio Díaz, con su panda de Verdiales; ni tampoco quiero
olvidar a la Banda de Música de Periana, sin cuya entrega y profesionalidad
estas fiestas no brillarían como brillan. ¿Y Camino de Olivares? Ese coro
rociero que a San Isidro canta cuando llega la romería... ¿Y los grupos de
baile de Abraham Ortíz? Niñas y niños de todas las edades derraman arte y
salero por donde quiera que van, pues tienen ¡un gran maestro! O el dúo Agua Marina que ameniza nuestras
fiestas….O Rosi Campos…¡Nuestra flamenca más premiada! Y por fin…¡los
costaleros! Con la espalda recta, la cabeza erguida, llegan lentamente a esta
plaza y mecen a San Isidro al son de la marcha.
¡Sois tantos y tantas los que lleváis
Periana por bandera…que es imposible nombraros a todos! ¡Sois tantos y tantas
los que os mostráis orgullosos de pertenecer a este pueblo…! Por eso…
Disculpadme, por favor…
Aquellos que no nombré
Pues estáis aquí presentes
¡En el corazón de todos
Y en la Plaza de esta Fuente!
Tranquilos…
No os entretengo más…
Sólo me queda ya
Agradecer vuestra presencia
¡Y desearos a todos
Que disfrutéis cada instante
De estos cinco días de Feria!
Entre Vítores y
Vivas!
Gritemos…¡una vez más!
¡Viva San Isidro!
¡Vivan los perianenses!
¡Viva Periana entera!
PREGÓN DE SAN ISIDRO 2013
SENTIMIENTOS, RECUERDOS, HOMENAJES
Y REINVIDICACIÓN A PARTES IGUALES
Por tercera vez en
veintiséis ediciones, una mujer –las anteriores fueron Pilar Barroso García,
año 2006, y Mercedes Alarcón Fernández, 2009,- ha dado el Pregón de las Fiestas
de San Isidro Labrador en Periana. En esta ocasión la elegida por los
Mayordomos para tan honroso menester ha sido Rosi Rodríguez Muñoz, una
profesora nacida en el País Vasco que respira, vive y siente Periana por todos
los poros de su ser. Espero y deseo que sean muchas más.
En su pregón,
magníficamente elaborado y espléndidamente pronunciado, poesía y prosa se dan
fuertemente la mano y caminan en medido compás a lo largo del mismo.
En una Plaza de la Fuente preparada para la
ocasión y repleta de público, parte importante procedente de otros lares. Tras
los saludos y presentaciones de rigor comienza el acto que da salida de manera
oficial a las fiestas más importantes de Periana. El silencio es absoluto en el
momento que la pregonera de San Isidro 2013 toma la palabra. Y ésta, tras los
agradecimientos y saludos protocolarios, comienza su decir dando las gracias a
los Mayordomos, uno por uno, pero no por haberla elegido a ella para tal
menester, cosa habitual en tales eventos, sino por su denodado trabajo para que
todos los habitantes de Periana y visitantes puedan disfrutar de cuatro días
repletos de alegría y diversión. Pocos
pregoneros, hasta ahora, los habían tenido en cuenta. El principio no puede ser más prometedor y a
los allí reunidos les gusta.
La pregonera muestra
tablas, se nota que no es la primera vez que se enfrenta a un auditorio, sus
muchas charlas, conferencias y cursillos a estudiantes y docentes lo
atestiguan. Pero pronto la razón deja paso a la emoción y los recuerdos cargados
de sentimientos la dominan. Sus ojos denotan tristeza infinita y se le nota un
nudo profundo en la garganta al mencionar a su padre, Domingo de Rosendo, que
limitado por la enfermedad no puede estar junto a ella, y que se sentiría tan
orgulloso de saber que su hija, su única hija, ha pregonado las fiestas del
Patrón de su pueblo al que él tanto ama. Domingo fue emigrante en Durango, como
tantos cientos de paisanos nuestros durante algunos lustros, y todos los años
tomaba algunos días de vacaciones en mayo, para regresar a su pueblo natal y echar
trigo al Santo de su devoción. Finalizada la feria su padre regresaba a casa con
renovadas energías, y ella esperaba impaciente la vuelta de su progenitor
cargado de productos de nuestra tierra, productos que la trasladaban a Periana,
aunque se encontrase a mil kilómetros de distancia. De repente, sus ojos recobran un poco de la perdida alegría
cuando hace referencia a los felices veranos que siendo niña pasó en la pedanía
de La Muela,
lugar de donde su padre era nativo. Al decir los nombres de sus abuelos,
Rosendo y María, los de sus primos, Angelita, Tere de la Viña y Rosendo, una mueca de
nostalgia domina su rostro. El auditorio se muestra expectante, le llega lo que
dice la pregonera y su forma de decirlo.
Rosi continúa su
pregonar contándonos algunas de sus vivencias. Su llegada a Andalucía para
establecerse en Vélez–Málaga. Su primera procesión de San Isidro acompañada de sus
padres y su pequeña hija. El echar trigo al Santo desde el balcón de la casa Bartolomé
Clavero, frente a la iglesia. Sus diez años como residente en La Muela, tiempo que califica
de un privilegio teñido de tristeza debido a la falta de su madre,
Adoración. Momento crucial para la
pregonera, donde la emoción parece que puede con ella, pero del que logra
sobreponerse, recordando algún acaecer agradable. Y aunque no lo necesita, todos
los que la conocemos y tratamos sabemos que es y se siente perialeña de los
pies a la cabeza; pero por si alguien dudara de ello, debido a su acento, nos
deleita con una simpatiquísima anécdota y su voz se quiebra al hacer saber a
todos los congregados en la
Plaza de la
Fuente, que se considera una hija de Periana. Entre la
pregonera y sus escuchantes existe una simbiosis perfecta.
Continúa su decir manifestando
que el pregonar las fiestas del pueblo de su padre, que también es el suyo, es
un gran honor y que cuando se lo comunicaron no se lo podía creer. La emoción
que embarga a la pregonera, consigue transmitírsela a todos los que la escuchan
cuando hace referencia a uno de los milagros más conocidos de San isidro, El
milagro de la olla, y muy atinadamente se vale del mismo para hacer
referencia a los tiempos de crisis que vivimos, pedir solidaridad y referirse a
los que más crudamente la padecen. También
establece un símil logradísimo entre el terremoto que afectó a Periana en el
año 1884 y los tiempos actuales, y siembra esperanza a raudales entre los
asistentes al decir que los perianenses, al igual que lograron salir airosos de
aquellas calamidades producidas por la naturaleza, lo haremos del momento actual de crisis que
vivimos y que San Isidro nos ayudará a conseguirlo. El
asentimiento con la cabeza de muchos de los reunidos en La Fuente, manifiesta su
acuerdo con lo expresado por la pregonera.
Seguidamente maravilla a
sus entregados oyentes con una sentida composición poética dedicada al terremoto.
Versos de los que también se vale hacer referencia, a modo de homenaje, a algunos
perianenses, de nacimiento o adopción, que de formas muy diversas han hecho o
siguen haciendo mucho por Periana. Unos colocaron a todos los paisanos que
pudieron y movieron sus influencias para mejorar su pueblo. Otros lo
publicitaron para que sus tradiciones y productos sean conocidos en todo el mundo. Algunos haciendo
todos los favores que pudieron a sus habitantes. Otros “blogeando”, investigando
o escribiendo, consiguen que se sepa de Periana en todos los lugares de la
tierra y acrecientan día a día su historia. Y todos, sin excepción, cuando
reciben algún galardón por su buen hacer profesional manifiestan con mucho
orgullo que son hijos de Periana.
De pronto la pregonera
se vuelve reivindicativa, circunstancia hasta ahora ausente en casi todos los
pregones que se han dado en San Isidro, y reclama al alcalde, asistente al
acto, que Periana le agradezca a estos perianenses de nacimiento o adopción, su
buen hacer por el pueblo poniéndole su nombre y apellidos a alguna calle del
mismo. En aquel momento, cientos de ojos
dirigen su mirada hacia la primera autoridad municipal.
La pregonera vuelve a la prosa para mencionar a la panda de
verdiales, banda de música, coro rociero, grupo de baile, cantantes locales y,
por último, a los costaleros. Y se muestra orgullosa de ellos, al igual que nos
sentimos todos los perianenses. Pero la pregonera es conciente de que le han
quedado muchos perianense, de nacimiento o adopción, por nombrar, con tantos o
más méritos que los referidos y pide disculpas por ello.
Finaliza su bello pregón
con vivas a San Isidro, a los perianenses y a Periana entera. Y, en ese
momento, la gente que ha venido a escucharla aplaude de manera complacida y
muchos se aproximan a ella para felicitarla y abrazarla. La pregonera ha
triunfado rotundamente en la plaza de Periana. Su pregón, que ha sido interrumpido
con aplausos en varias ocasiones, ha llegado a todas las personas reunidas en La Fuente y los espontáneos
comentarios que se escuchan al finalizar el mismo lo atestiguan.
Lo mejor que se puede
decir de un pregonero es que ha finalizado su pregón y los asistentes al mismo
no se han dado ni cuenta, y esto lo ha conseguido la pregonera del San Isidro
2013.
Espléndido pregón el
dado por Rosi Rodríguez Muñoz, en la
Plaza de La
Fuente de Periana, la noche del jueves 14 de mayo de 2013. Innovador, ameno, sentido y reivindicativo que
por mucho tiempo será recordado y comentado en Periana.
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