En Málaga a las 10:30 horas del 27 de julio de 1938 ante Joaquín Muñoz Sánchez Juez Municipal de D. Urbano Marcos Bartual Secretario, se procede a inscribir la defunción de D. Julián Alcuña Villanueva que falleció el 12 de julio a consecuencia de heridas por arma de fuego según resulta de la certificación facultativa presentada. Esta inscripción se practica en virtud de oficio recibido de la Auditoría de Guerra habiéndola presenciado como testigos D. Antonio Hernández García y D. José Marquez Rosales mayores de edad y vecinos de esta capital.
Julián Alcuña Villanueva, nació en Periana, en C/ Rosales en la barriada de la Quinta, fue detenido al igual que su hija María Alcuña Molina en febrero del año 1937 aproximadamente, siendo fusilado el 12 de julio de 1938 y enterrado en fosas comunes en el Cementerio de San Rafael, durante el golpe militar y los años siguientes se produjeron miles de fusilamientos.
27/03/2008 www.diariosur.es por Gema Martínez.
Han sido exhumados los restos de
2.200 fusilados y se estima que al finalizar los trabajos la cifra se
duplique El 20% pertenece a mujeres y han aparecido 40 niños
Desde octubre de 2006, el arqueólogo y profesor de la UMA Sebastián
Fernández coordina los trabajos de exhumación de los restos de los
miles de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo enterrados en
fosas comunes del cementerio de San Rafael, que podrían llegar a sumar
hasta 30, aunque de momento hay documentadas 18.
Desde entonces y hasta hoy, los restos de 2.200 fusilados, y con ellos también su memoria, han sido desenterrados y clasificados en pequeñas cajas de madera, junto a objetos personales (peines, monedas, botones, gafas...) y reseñados con algunas características que pudieran permitir su identificación. Cuando terminen los trabajos, -algo que podría ocurrir en el plazo de un año o año y medio- se calcula que el número de restos superen los 4.000, por lo que el cementerio de San Rafael se ha revelado como la mayor fosa común de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo.
Embarazada
Entre esas sorpresas desagradables, el profesor de la UMA recuerda los restos de una mujer embarazada de unos siete meses, «con el feto perfectamente encajado»; los de un hombre al que se le halló una especie de trapo en la garganta, «se lo debieron introducir hasta ahogarle» o el tiro de gracia que se aprecia claramente en muchos de los cráneos.
También ha sorprendido el elevado número de mujeres, que el director de los trabajos cifra en un 20% del total. Sebastián Fernández recordó que los restos que están apareciendo corresponden al 37 y al 39 y en cuanto a la importante presencia de mujeres indicó: «En unos casos fusilaban a los dos miembros de la pareja, pero también sabemos que en ocasiones si iban a buscar al padre o al hijo y habían huido, se llevaban a la hermana».
La aparición de restos pertenecientes al menos a 40 niños también impactó mucho al equipo que desarrolla los trabajos: «No sabíamos a qué podía deberse. Desarrollamos una investigación y llegamos a la conclusión de que durante esos tiempos se habían producido graves epidemias y que los hijos de los fusilados que habían muerto como consecuencia de ellas, eran enterrados en el lugar en el que estaban sus padres».
Ayer, la delegada del Gobierno, María Gámez, visitó las excavaciones en compañía del coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Paneque, que explicó que durante el verano 80 voluntarios, en su mayoría estudiantes de Historia o Arqueología, trabajan en los mismos. En el acto estuvo presente el presidente de la Asociación contra el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica, Francisco Espinosa, cuyo trabajo y empeño personal han hecho posible las exhumaciones .
Desde entonces y hasta hoy, los restos de 2.200 fusilados, y con ellos también su memoria, han sido desenterrados y clasificados en pequeñas cajas de madera, junto a objetos personales (peines, monedas, botones, gafas...) y reseñados con algunas características que pudieran permitir su identificación. Cuando terminen los trabajos, -algo que podría ocurrir en el plazo de un año o año y medio- se calcula que el número de restos superen los 4.000, por lo que el cementerio de San Rafael se ha revelado como la mayor fosa común de fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo.
Embarazada
Entre esas sorpresas desagradables, el profesor de la UMA recuerda los restos de una mujer embarazada de unos siete meses, «con el feto perfectamente encajado»; los de un hombre al que se le halló una especie de trapo en la garganta, «se lo debieron introducir hasta ahogarle» o el tiro de gracia que se aprecia claramente en muchos de los cráneos.
También ha sorprendido el elevado número de mujeres, que el director de los trabajos cifra en un 20% del total. Sebastián Fernández recordó que los restos que están apareciendo corresponden al 37 y al 39 y en cuanto a la importante presencia de mujeres indicó: «En unos casos fusilaban a los dos miembros de la pareja, pero también sabemos que en ocasiones si iban a buscar al padre o al hijo y habían huido, se llevaban a la hermana».
La aparición de restos pertenecientes al menos a 40 niños también impactó mucho al equipo que desarrolla los trabajos: «No sabíamos a qué podía deberse. Desarrollamos una investigación y llegamos a la conclusión de que durante esos tiempos se habían producido graves epidemias y que los hijos de los fusilados que habían muerto como consecuencia de ellas, eran enterrados en el lugar en el que estaban sus padres».
Ayer, la delegada del Gobierno, María Gámez, visitó las excavaciones en compañía del coordinador del Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Paneque, que explicó que durante el verano 80 voluntarios, en su mayoría estudiantes de Historia o Arqueología, trabajan en los mismos. En el acto estuvo presente el presidente de la Asociación contra el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica, Francisco Espinosa, cuyo trabajo y empeño personal han hecho posible las exhumaciones .
En Periana 26 mujeres se vieron denunciadas y encarceladas durante años por distintas causas, entre ellas por ser esposas, hijas o familiares de antifranquistas, eran bejadas, peladas y ridiculizadas por las calles de su pueblo antes de llevárselas a la "cárcel de mujeres" de Málaga.
La tercera de derecha a izquierda es María Alcuña Molina, más conocida como Mariquita la de la "dienta" hija de María Molina Martín "la dienta", nació en C/ Rosales en el Barrihumo, justo en esa casa moriría de tifus en el año 1949, estuvo presa entre los años 1937-1942 y estas son las fotos que enviaban las presas a sus familiares durante su estancia en la cárcel de mujeres.
En esta primera imagen aparece este grupo de mujeres pelando patatas.
La política de represión y control del régimen supone, no sólo hablar de ejecuciones, cárceles, detenciones, sino de un completo entramado dispuesto para el control de la sociedad y aniquilación de los restos del liberalismo, democracia y laicismo que pudieran quedar de la República. Sus efectos se extienden a un amplio abanico de privaciones, renuncias y carencias, de los que no estaban exentas las mujeres. Las disposiciones emanadas desde los distintos ministerios, relativas a la depuración de diferentes colectivos profesionales, controles sobre alimentación, censura, leyes de tasas, salvoconductos y exilio, forman parte de la naturaleza represiva del régimen franquista.
En esta ocasión María fue arrestada por el delito de "Auxilio a la revelión", uno de los doce tipos de delitos existentes.
La deficiente alimentación penitenciaria unida al hambre generalizada de postguerra originó un conjunto de enfermedades carenciales que permanecen aún en la memoria física de muchas de las presas como secuela de su paso por el siniestro mundo de la prisión.
Existía una pequeña escuela regentada por una monja y algunas reclusas maestras que realizaban tareas de alfabetización y recreativas.
Las prácticas religiosas eran obligatorias durante estos años, siendo precepto la asistencia a misa los días festivos.
En esta imagen aparece un grupo de 25 mujeres, desconozco si este grupo de mujeres pertenece total o parcialmente a las presas de Periana, María Alcuña Molina es la tercera de derecha a izquierda, justo la que sujeta el niño pequeño con sus manos. Fotografía realizada en el patio de la cárcel.
En esta imagen aparecen 27 reclusas, María Alcuña Molina es la segunda de derecha a izquierda, todas vestidas de blanco posiblemente tras la celebración de algún acto en el penal.
Sin embargo las largas condenas impuestas en un principio no fueron cumplidas en su totalidad para ello se creó una "Comisión para el exámen de penas", con el objetivo de estudiarla para rebajar la pena o conmutarla. Las presas recuperaban su libertad, en ocasiones por indultos, quedaban durante un tiempo, bajo "libertad vigilada", y se tenían que presentar periódicamente. Las acusadas de delitos de rebelión debían extremar su comportamiento, elegir escrupulosamente sus amistades y ser metódicas en sus actividades, si no querían ser detenidas y reingresadas.
FANDANGUILLO
"Si eres del puño cerrao
Escucha este fandanguillo:
Me cago en lo colorao
En la hoz y en el martillo
Y en la leche que te han dao"
Una vez puesta en libertad María, jamás abrió su boca para contar su experiencia, estos textos son recopilados del libro "Mujer, cárcel y franquismo" La Prisión Provincial de Málaga 1937/1945. Cuyas autoras son: Encarnación Barranquero Texerira, Matilde Eiroa San Francisco, Paloma Navarro Jiménez.
Agradezco a Dolores Morales Puertas su colaboración y contribución a esta página. Ella es nieta de María Alcuña Molina y Julián Alcuña Villanueva era su bisabuelo, a los cuales no llegó a conocer, pero nunca olvidó, sirva este pequeño artículo para darles el respeto y la memoria que nunca tuvieron.
LA VERDAD ES QUE ME HA GUSTADO MUCHO EL RECONOCIMIENTO QUE LE HABEIS HECHO A MI FAMILIA YO SOY BIZNIETA DE JULIAN ALCUÑA VILLANUEVA Y MARIA MOLINA MARTÍN .
ResponderEliminarMARIA HELENA ALCUÑA. NIETA DE JOSE ALCUÑA MOLITA ,LLAMADO EL NIÑO JULIAN
MUCHAS GRACIAS.
En este día en que tanta gente quiere recordar al asesino dictador .yo os doy las gracias por acordaros de lo verdaderamente importante tantas y tantas victimas inocentes y que no se olvide nunca para no repetir los mismos errores gracias en memoria de mi bisabuelo.
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