jueves, 27 de noviembre de 2008

Romances VI

CARTA DE UN CONDENADO DEL INFIERNO A UN CONDENADO DE LA TIERRA.


Querido amigo Simón,
yo sé que estarás muy triste,
por nuestra separación,
aprovecho esta ocasión,
primero para escribirte,
me creo que será un consuelo,
esta carta para ti,
mientras pises ese suelo,
por saber que se está aquí,
mucho mejor que en el cielo.

Desmiente lo que te digan,
que aquí en calderas hirviendo,
a los seres que castigan,
ni en constante fuego ardiendo,
a que estemos nos obligan.

Lo que si tiene este infierno,
es un clima superior,
que no varía, es eterno,
ni nos molesta el calor,
ni se conoce el invierno.

Aquí nos dan muy buen trato,
alimentación sobrada,
no se economiza plato,
y como no se paga nada,
todo resulta barato.

Aquí los bienes y males,
se reparten por igual,
no hay diferencias sociales,
y somos todos iguales,
para bien o para mal.

Aquí tienes oradores,
científicos, publicistas,
poetas, historiadores,
satíricos, novelistas,
y grandes legisladores.

Aquí tienes los banqueros,
pero ya sin arrogancia,
sin orgullo ni dinero,
y también gran abundancia
de cómicos y toreros.

Los que ricachones fueron,
y los que mitra llevaron,
los que título tuvieron,
aquí todo lo perdieron,
y con todos se igualaron.

Curas y frailes quizás,
pocos sin venir quedaron,
son los que aquí abundan más,
esos que se condenaron,
condenando a los demás.

Aquí impúdicas rameras,
aquí monjas y beatas,
charlatanas embusteras,
revueltas con verduleras,
y vendedores de patatas.

Aquí es toda gente lista,
y si alguno ,
no lo aprovecha,
viene el diablo,
y pasa lista.

Y a la gloria me lo echa,
pues ya lo comprobarás,
porque aquí vendrás muy pronto,
que a la gloria solo van,
los chiquillos y los tontos.

Aquí en cuestiones de amor,
no hay nadie privilegiado,
se unen a lo mejor,
una monja y un soldado,
y una reina y un pastor.

Anoche salí buscando,
al anarquista Anjolillo,
y me lo encontré cenando
con Cánovas del Castillo.

Torquemada un baile dio,
y con modales atentos,
para el baile convidó,
los ocho mil ochocientos,
españoles que quemó.

Ya ves amigo sincero,
te felicito el pasaje,
y un pase para el portero,
prepárate el equipaje,
y andando que aquí te espero
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario