SOBRE EL ORIGEN DEL NOMBRE DE PERIANA José Luis CLAVERO MORENO
No pretendo, ni mis conocimientos historiográficos avalarían esa pretensión, de pontificar con dogmatismos seudo-científicos en la aportación, que este trabajo puede representar en orden a la historia de nuestro pueblo identificada en su topónimo. Trato, sencillamente de exponer, lo que a mi juicio, hasta ahora constituye para mi un aserto irrebatible; el origen o fundamento del apelativo; se encuentra en la otra población que dejó de existir a principios del S. XVII.
Escrito esto, creo de obligado cumplimiento, hacer unas breves referencias a su historia y vicisitudes. Su emplazamiento geográfico, se sitúa al noroeste de Torrox lindando con Sayalonga y Cómpeta. Parece que fueron descendientes de las tribus Masmudas, de Almohades, lo que conformaron su condición musulmana de independencia y rebeldía. Antes de la conquista, se rebelaron y renegaron del Rey nazarí de Granada y solicitaron la protección al duque de Arcos.
Tras la conquista ya mudéjares, llamados “maqueros”, el pago de impuesto lo hacían con cuatro arrobas de higos o pasas, y media gallina cada uno y por cada yunta que tuvieran una arroba de higos y un cadache (espuerta) de cebada. En los padrones para la farda (tributo para financiar la vigilancia de la costa), entre los años 1492 a 1497 la población media es de unas 350 personas, más alta que la de Algarrobo, Arenas, Sayalonga, Benamocarra de la época citada.
El espíritu inconformista de estos nativos, queda reflejado, en las medidas que el conde de Tendilla, tiene que adoptar en diversas ocasiones para su castigo y control. Uno de los mandamientos, me proporciona la clave de lo que para mí pudo originar el nombre de nuestro pueblo. Dicho mandamiento está fechado el día 22 de Febrero de 1506 y dirigido a los concejos, alguaciles, cristianos viejos y hombre buenos de Periana: “que os paseís de la dicha Periana a estar en tierras de Comares o de Alhambra con vuestras mugeres e hijos, para que estéis a buen recaudo...” Alguno pudo quedarse a mitad de camino y señalar con el nombre de su pueblo al nuevo lugar de asentamiento. Era corriente designar con el nombre de su pueblo al nuevo lugar de asentamiento. Era corriente esta práctica entre mudéjares.
Con anterioridad a la fecha, antes mencionada, año de 1501 se produce el repartimiento de la Taha de Frigiliana donde se hallaba integrada, con posterioridad hacia 1510 (convertidos en cristiano nuevos) y poseía parroquia propia. La Santa Inquisición, tuvo actuaciones de condena entre los años 1563-1570. La ilustración en mapa, refleja el porcentual de condenas, con la curiosidad de situar su ubicación en lo que es Periana de hoy, confusión muy generalizada entre tratadistas de diferentes épocas.
En 1572, Alvárez de Suazo, ordena a Esteban de Salazar la destrucción e incendio de la villa, lo que quedó de ella, así como sus tierras fueron entregadas a los repobladores de Torrox y fue incluida en su diezmería, borrando para siempre esta villa de Periana para la historia futura. Hoy sólo queda un cortijo y una acequia que lleva su nombre.
A propósito del nombre, las confusiones son muy corrientes desde las primeras grafías, ha llevado a muchos autores a considerar como dos lugares distintos la misma población. Por ejemplo: Periana por Pereyra, como lugar de la Hoya de Málaga (Mármal Carvajal) conquistado en 1487.
Pabón en su estudio sobre las villas romanas en referencia a su denominación, hace constar que Aprina y Periana son lugares distintos, cuando en realidad el nombre ha sufrido diversas modificaciones en el transcurso de los años, hasta consolidar el nombre de Periana, así (diversos autores) y siguiendo un orden cronológico del s. XV al s. XVII; Aprina, Aprana, Apreene, Piraña, Prayana, Piriana, Praina y Apriana.
El censo de 1492, daba ya su nombre actual así mismo, la institución eclesiástica con relación a la erección parroquial y reformación de la misma entre los años 1505 y 1510. Algunos historiadores llegan aún más lejos, como es el caso de Vicent, al confundir nuestro pueblo actual con la otra Periana.
Chavarria Vargas, manifiesta que el rasgo común a casi todas estas denominaciones, parece ser un sufijo antroponímico y posesivo latino –ana por influencia de la imela árabe. El sufijo femenino ana, podría ser uno de los elementos y componentes de este nombre ( que está también presente en Bezmiliana y Frigiliana).
Cabe la posibilidad de qué el nombre de nuestro pueblo proceda de un epónimo? Podría serlo; pero como consecuencia de una deformación onomástica y en todo caso porque el nombre de la otra Periana estaría muy presente en la mente del indicador no indicadores de tal apelativo. Si nos atenemos a la onomástica, tendríamos las siguientes variaciones del nombre de Pedro: Peri, Perianes, Periañez, (de Pedro y Yánez), Periane ( Pedro y Juán). Del fruto, pera: Pereyra, Pereiro (ambos gallegos y portugueses de poblaciones de tales nombres), Pereiro (Pero, variedad de manzano). Ingeniosa la falsa leyenda, de nuestro escudo municipal. En el libro de repartimiento de Bezmiliana (15 Abril 1493), aparece el apellido Periannes, con relación a un escudero al que se le asigna una casa al lado de la Iglesia. Creo, que corresponde al Perianes, antes dicho.
La búsqueda, rastreo, indagaciones respecto a encontrar apellido de Periana; tanto en documentación antigua como más moderna (guías telefónicas, p.e.), ha sido casi infructuosa. Digo casi, porque el Catálogo del Archivo Histórico de la Alhambra, con el nº 11008 de expediente judicial, aparece una escritura de cesión y donación de Dª Cristobalina Serrano a D. Bernabé Pagés Periana de unas casas en el Albaicín y otros bienes. Entre estos bienes estaba la Fábrica (ollería) de cerámica de Fajalanza.
Este hecho indica de forma clara el origen o procedencia del apellido en la otra Periana. Fecha de 1810 a 1829. Mucho antes de adquirir el título de Puebla con ámbito territorial propio, dentro de éste existía una parte que coincide sustancialmente con lo que hoy es el núcleo urbano, denominada “Periana”. El centro radial del mismo lo constituía, la Fuente y alrededor de la misma, varios cultivos de huerta (práctica agrícola no muy conocido ni tampoco utilizada por los cristianos viejos). En esa fecha 1560, según se desprende del documento al efecto, existían olivos viejos injertados y un gran almendro. El hecho comporta que mudéjares o moriscos innominados eran los autores de esos cultivos.
De igual forma la otra Periana se asienta en terreno de riego alimentando por una acequia. Son coincidencias que nos hacen reiterarnos en la convicción del origen en el nombre de nuestro pueblo.
Termino, recordando, al santo alfaquí, Francisco Núñez Muley, defensor de los pobres y oprimidos moriscos: “Los sobrenombres antiguos que tenemos son para que se conozcan las gentes, que de otra manera perderse han las personas y los linajes ¿De qué sirve se pierdan las memorias? Que bien considerado, aumentan la gloria y ensalzamiento de los Católicos Reyes que conquistaron este reyno”.
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