miércoles, 17 de abril de 2013

Periana amanece hoy bajo un manto de niebla.




Periana, amanece hoy bajo un manto de niebla, fenómeno que presenta un aspecto visual distinto y peculiar al que estamos acostumbrados a ver.

A continuación explicamos este fenómeno:

La niebla es un meteoro que, como sabemos, se puede presentar en cualquier época pero, en España, sobre todo en la Península, se prodiga en las situaciones anticiclónicas de invierno, siendo en el mes de enero en el que, con arreglo a la estadística, más veces se forma. Puede definirse como una nube en contacto con el suelo o a poca altura que envuelve a quien se encuentra en ese lugar y reduce la visibilidad a valores inferiores a los mil metros.
Las nubes estratiformes que sí pueden considerarse que constituyen la niebla se forman de la misma manera que las nubes de cualquier otro tipo pero el proceso de formación es el siguiente:
-Se produce un enfriamiento de la capa de aire que está junto al suelo.
-Aumenta la humedad relativa del aire hasta llegar al cien por cien, es decir hasta alcanzar la saturación.
-Comienzan a formarse entonces gotitas de agua que se adhieren a las pequeñas partículas de polvo, hollín u otros pequeños núcleos de condensación que flotan en el ambiente.
El enfriamiento de ese aire que está junto al suelo puede producirse por diversas causas .
Formación de la niebla
Las diversas causas por las que se produce el enfriamiento hasta formarse la niebla son las siguientes:
1) Radiación
2) Advección
3) Subida de las temperaturas
Radiación:
El suelo al enfriarse durante la noche, sobre todo en las de cielo despejado durante los meses de invierno, hace que se vaya enfriando también el aire que está junto a él. Si esa capa de aire se encuentra muy húmeda llegará a formarse la niebla. El espesor de la niebla depende de la agitación del aire. Si se encuentra inmóvil la condensación solo se producirá en la zona más próxima al suelo, en cuyo caso únicamente se formará rocío o, si acaso, niebla de uno o dos metros de espesor.
Es preciso algo de turbulencia, aunque muy ligera, para que el enfriamiento se propague a un espesor mayor y, en consecuencia, también lo haga la niebla. El viento que favorece óptimamente la formación de la niebla está en torno a los 10 km/h. Una mayor velocidad tiende a disiparla.
Estas nieblas por radiación nocturna son las que afectan a las extensas llanuras de nuestras mesetas y son más densas y persistentes, por la humedad existente, en las proximidades de los ríos.
Advección:
Se llama advección a la afluencia, es decir a la llegada del aire que se va trasladando horizontalmente de un lugar a otro. Cuando el aire cálido y húmedo se va deslizando sobre una superficie fría, su temperatura va descendiendo y puede llegar a hacerlo lo suficiente como para que comience a formarse la niebla.
Este tipo de niebla se forma muchas veces en el mar cuando el aire se desplaza desde aguas cálidas hacia aguas más frías. A diferencia de las nieblas por radiación, que son típicas del invierno, estas son mucho más frecuentes en primavera y comienzos del verano.
Subida a lo largo de una pendiente:
Si una masa de aire sube por una pendiente con suficiente humedad llegará a un determinado nivel en el que comenzará a formarse niebla que irá extendiéndose por la pendiente hacia arriba. En este caso sí podrá decirse en un momento determinado, si uno se encuentra en la montaña que se ve envuelto por este meteoro.
A veces concurren varias causas para la formación de la niebla, pero las principales son las citadas.

Información enviada por Montserrat Oviedo Carrera a la cual agradezco su colaboración y contribución a esta página.

No hay comentarios:

Publicar un comentario