jueves, 16 de diciembre de 2010

Artesanía de Periana... Antiguas tradiciones.


1. (En esta imagen se limpia bien la palma y se cortan las puntas de manera que queden unos 10 cm)

Detrás de cada vecino de nuestro pueblo de Periana hay una gran historia que contar, por eso hoy quiero hablaros de Manuel Ruíz Mostazo de 69 años de edad, natural de la aldea de Los Marines, el cual, ha querido enseñarme muy amablemente su sabiduría aprendida en su más tierna juventud.
 

2. (Se engarzan sobre una cuerda que hará de base y guía, anudados con una tramilla, cada escobón precisa entre 17 y 21 palmas en función de su tamaño, antiguamente la cuerda se hacía de carzaera de esparto)

A la edad de 5 años ya guardaba pavos por dos reales y la comida, una vida dura, llena de penalidades y mucha hambre.

A lo largo de su vida ha desarrollado distintas actividades que le han proporcionado el sustento de su familia.

Ha guardado cabras, ovejas, vacas, ha sido matarife, tractorista, barbero, sabe podar e injertar y el oficio de albañil, tarea que ha desarrollado durante los últimos 30 años.

En la mili aprendió el oficio de barbero y durante una larga enfermedad ejerció como tal para sus vecinos de Mondrón y Los Marines.
 

3. (Se rodea sobre una caña y se amarra fuertemente con una cuerda intentando que las palmas salgan todas en la misma postura para evitar nudos y el dibujo de la cuerda quede uniforme)

Hombre voluntarioso y trabajador sabedor de las grandes posibilidades que ofrece la madre tierra dice apañarselas bien, se castra sus propias colmenas, labra su huerta, sus viñas y en su pequeño huerto tiene todo lo que necesita " en lo mío lo hago todo" nos cuenta Manolo.



En los días de lluvia en donde no puede hacer faenas en el campo se entretiene haciendo pleita, escobas de palma, canastos... de esta segunda afición podemos contar que lo aprendió por necesidad de uno de sus primos y durante los años 1941 hasta 1951 los vendía entre los vecinos de Los Marines para sacarse unas pesetillas (un duro por cada escobón).


4. ( Una vez finalizado este paso con una aguja se cose la cuerda sobrante para evitar que la cuerda se afloje).
 

Decir que ha sido una experiencia personal muy gratificante y que agradezco de corazón que, tanto Manolo por sus enseñanzas, como mi padre Isidro Frías por preparar todo el material, hayan contribuido a que se vea cumplido uno de mis pequeños deseos, albergar en mí conocimientos de las formas de vida de antaño, poder vivirlas y sentirlas en mis propias manos.


Este es el resultado final, aunque es una labor en donde hay que tener mucha fuerza física, he conseguido hacer dos escobones y el aprendizaje me lo llevo conmigo para siempre.
En esta imagen posan de derecha a izquierda, Isidro Frías, Manuel Ruíz, Antonio Jiménez, Montsalud Luque, María Luque, Gema Frías y José Antonio Muñoz Frías.

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