Málagahoy 19/12/2010
El especialista apunta que la investigación en farmacogenética está permitiendo individualizar y mejorar los tratamientos para que sean más eficaces, como ya está ocurriendo en el caso del cáncer
Miguel Blanca tiene una forma de hablar que parece una ametralladora soltando ideas. Nació en Periana en plena posguerra (1949), es el jefe del Servicio de Alergias del Hospital Carlos Haya y uno de los profesionales que más ha luchado por potenciar la investigación en Málaga.
-Se crió en un pueblo de Málaga en la posguerra. ¿Cómo ve el cambio?
-Los pueblos hoy son muy diferentes. Desde que yo salí, se han ido despoblando. Después volvieron a reactivarse. Hoy los jóvenes tienen una vida totalmente diferente a la que nosotros llevábamos. Aquello era un ambiente de represión, muy controlado por la Iglesia, con pocas libertades. En la actualidad han experimentado una explosión. Si bien hay mucho provincianismo, la gente es más tolerante, más moderna y se vive mejor. En los pueblos se vive un tipo de vida tan liberal o más y circula droga y de todo como en las ciudades. Hemos hecho trabajos de campo de recoger insectos por la noche y lo hemos visto. El pueblo ha dejado de ser pueblo, para lo bueno y para lo malo.
-¿Recogía insectos por la noche?
-En los años 80 hubo muertes por picaduras de avispas. Las avispas de Europa son diferentes a las americanas y había que ver si las proteínas del veneno eran las mismas o no para elaborar las vacunas. Como gran parte de la investigación en Alergología se había hecho en Estados Unidos, tuvimos que coger 400.000 insectos para hacer nuestros propios estudios.
-¿Y cuál fue la conclusión?
-Que no había gran diferencia, que pueden usarse las mismas vacunas. Pero teníamos que estar seguros.
-¿Hay más alergias?
-Hay más medios y más gente especializada que detecta el problema y la alergia está creciendo. Hay más y es más compleja. Hay más porque el ser humano se está haciendo sensible a muchas cosas y más complejas porque las penicilinas que había hace 30 años no son las que hay ahora. La diversidad química de las penicilinas las interpreta el cuerpo humano. Ahora el que es alérgico a la penicilina, tenemos que matizar a cuál de ellas. El sistema imunológico es muy fino, distingue un virus de este año, de otro que vino el año pasado. Por eso, la gripe hay que atacarla cada año con una vacuna diferente. La variabilidad de los medicamentos, el organismo la discrimina, hasta tal punto que puede tener alergia a uno y tolerar otro. Cosa que en algunas facultades de Medicina y algunos médicos no saben discriminar.
-¿Pero el aumento a qué se debe?
-Cada día estamos en ambientes más asépticos. Antes estábamos en el campo, expuestos a toxinas que modulaban nuestro sistema inmunológico. Antes se trabajaba con ganado, los establos estaban en los domicilios. Ahora, todos los parásitos los tenemos controlados. El sistema inmunológico, que ha tenido una carga expositiva a muchas cosas, ahora está holgazán. Y cualquier cosa que aparece, la identifica. Puede ser una manzana, un melocotón o en el caso de una persona que trabaja en el campo, el polen del olivo que su abuelo ha inhalado toda la vida. La segunda cosa es que nos tratamos con antibióticos de aquella manera... El mal uso del antibiótico puede influir en las alergias. Es la teoría de la higiene. Los ambientes tan asépticos en los que vivimos y tanto control de nuestro mundo biológico externo hacen que tengamos estas molestias. Nosotros vivimos en una simbiosis grande con nuestro medio externo que no podemos modificar drásticamente y 50.000 millones de historia se han cambiado desde la Segunda Guerra Mundial. En medio siglo ha habido una explosión de los antibióticos que ha hecho que nuestro sistema inmunológico se haga susceptible a otras cosas. Es un sistema que se activa de forma espontánea, es como una adaptación permanente al medio. Y cuando no se activa con nada, aparece un polen y desarrolla la alergia.
-¿La alergia más rara que ha visto?
-Una mujer que tiene alergia al semen y desarrolla un shock severo cuando está haciendo el acto sexual. Eso ocurre porque la mujer se ha sensibilizado a las proteína del semen. Es rarísimo, porque vemos al año 20.000 enfermos y de este caso hay dos o tres al año. Y caso raro, raro... Gente que tomando un helado tiene una reacción gravísima. Investigando concluimos que la leche con la que hicieron el helado procedía de vaca a la que le habían administrado penicilina. El individuo era alérgico a la penicilina. Es un caso rarísimo, excepcional. No debe crear una alarma social.
-El Hospital Carlos Haya es puntero en investigación en alergias...
-Nosotros nos dimos cuenta de que era una especialidad que teníamos que modernizar y fuimos protagonistas de esa modernización. La primera modernización consistió en incorporar laboratorios. Esto no fue fácil, generó conflictos que todavía arrastran. Siguiendo el modelo de países avanzados como Estados Unidos o Suecia, incorporamos un laboratorio como herramienta de investigación y trabajo. Y asumimos la idea de que un médico no es sólo una persona con un fonendo o una aguja para pinchar, sino que necesitaba dimensionarse en la investigación. Se planteó la necesidad de crear laboratorios de investigación o laboratorios mixtos investigadores-asistenciales que todavía sigue creando conflictos. Todavía la Administración está hecha un lío con esto.
-Desde el Carlos Haya se coordina una red nacional de alergias.
-La Riraaf, la Red de Investigación de Reacciones Adversas a Alergenos y Fármacos. Para nosotros y para toda Andalucía ha sido un logro importante, ha marcado una inflexión. Se ha duplicado nuestra producción científica, se ha triplicado nuestro presupuesto y se están integrando grupos aparentemente desconectados que estaban en España con unos resultados satisfactorios. Se ha creado una estructura estable. Es nacional, pero se están haciendo acuerdos internacionales.
-¿Y cuáles son los logros?
-Se están haciendo avances en farmacogenética. Los medicamentos curan, pero también tienen reacciones adversas. Se está estudiando a cuántos curan y en qué grado porque no todos respondemos de la misma forma a los medicamentos. Y también se está estudiando a cuántos les producen reacciones alérgicas. Aquí se están haciendo avances importantes.
-¿Qué avances?
-Se están viendo cuáles son los genes implicados y de esos genes, qué variantes tiene el individuo que responde para que, en el futuro, esas variantes genéticas se puedan usar como predictores. Es la farmacología personalizada, que se está haciendo bien en cáncer.
-Se está viendo que hay que hacer subgrupos para los tratamientos...
-Correcto porque la forma en que cada individuo elige a qué va a reaccionar es diferente. Por eso no se puede agrupar en grandes grupos, hay que subagrupar como dice usted. ¿Cómo siendo gemelos uno se hace alérgico a A y otro a B? Y es que los individuos somos suficientemente diferentes que hasta en esto lo mostramos. Los gemelos pueden tener alergias distintas. Ahora estamos preparando un proyecto grande para una convocatoria nacional para ver los casos graves que desarrollan reacciones severas para ver qué hacer, tratando de desarrollar vacunas para probar cómo se induce tolerancia.
-¿Cómo ve la investigación?
-Málaga no es una ciudad que esté en el ranking de las primeras diez grandes en investigación, no tiene el tamaño investigador en España que le corresponde por su peso de ciudad. Y no tiene unas instalaciones, hablo de biomedicina, que le permitan igualarse. Hemos tenido un [déficit] histórico que se está superando. Los gerentes actuales lo entienden, se está haciendo un esfuerzo, se están haciendo obras y generando presupuesto. Pero el [déficit] histórico es muy grande. Se empezó a reivindicar que se modificara hace muchísimo tiempo. No se hizo por avatares, no por el interés de nadie, han sido los avatares. Por ejemplo, en Santiago de Compostela, una ciudad con 200.000 habitantes, desde que llegaron los fondos Feder se empezó a invertir en laboratorios de investigación. Hace poco se ha abierto un centro de investigación con 5.000 metros cuadrados. Esa estructura aquí es impensable en los próximos 10 años por mucha inversión que hagamos. Porque aunque hagamos inversiones, los otros van a seguir trabajando para mejorar. Hace más de 20 años, le comentábamos a un gerente que si estuviéramos en la Universidad, una parte importante de fondos Feder podía haberse dedicado a los grandes laboratorios de investigación. Ni estamos en la Universidad con una presencia importante, ni los fondos Feder cuando llegaron se dedicaron a esto. Entonces ya veíamos que salían fondos Feder a los que cualquier grupo nacional podía concursar. Aquello fue un lapsus que nos ha durado muchísimo y que todavía pesa. En estos tiempos de crisis dudo de que lleguemos nosotros a una solución en poco tiempo y no llegar aquí a soluciones en poco tiempo en un sitio tan competitivo hace que siempre estemos rezagados en el posicionamiento nacional.
-En alergias el Carlos Haya es un centro puntero...
-Tiene un liderazgo incontestable en la red nacional. Asesoramos a hospitales como el Ramón y Cajal, el Infanta Leonor, al Hospital La Fe o al Centro de Investigaciones Biológicas. La producción científica de Málaga es más del 50% de la producción de toda la red [de alergias]. De 36 artículos publicados, 26 o se han hecho en Málaga o Málaga ha tenido un papel importante.
-¿Hay recortes en investigación?
-Recortes hay. La lucha es que con la producción científica que tenemos, si hay que recortar ya veremos donde se recorta, pero a nosotros no nos pueden tocar de aquella manera. Estimamos que de 150.000 a 200.000 euros se reducirá para la red. Si la red recibe anualmente 1.200.000 euros, perderá este año unos 200.000 euros, en torno a un 20% de reducción. Es más importante la reducción a nivel nacional. La Junta se está esforzando por mantener los presupuestos.
-¿Le tirarán de las orejas por esto?
-Bueno, hay dos formas de reducir. Racional o de aquella manera. Si hay que reducir fondos, hay que ser selectivos. Que reduzcan fondos en Andalucía, en Málaga, en una fase en que la alergia se está constituyendo como un grupo líder internacional es un varapalo.
-Sería, todavía no ha sido.
-Pero lo va a ser. Nos estamos preparando. A nosotros nos coge en una fase muy inicial de desarrollo porque somos un grupo muy fuerte como grupo, pero nos queda mucho terreno por recorrer para crear una estructura nacional fuerte.
-¿Los hospitales comarcales siguen sin alergólogos?
-Los comarcales siguen sin alergólogos y los grandes hospitales de Málaga siguen sin alergólogos [Solo el Carlos Haya tiene servicio de Alergología, situado en el Civil]. Eso supone un déficit en la asistencia. Si lo lee esto un gestor, que no entienda que estoy pidiendo alergólogos en todos los hospitales. Pero sí un modelo diferente. El modelo es que dos grandes hospitales tienen que tener presencia de alergólogos en su entorno. Si no puede haber dos servicios de alergias, debería crearse un servicio interhospitalario [con el Clínico]. El Civil es referencia del Clínico, pero debería tener presencia allí con varios alergólogos. Eso mismo es extensible a grandes hospitales como el de Marbella o el de Ronda. Y la no presencia de alergólogos en hospitales de alto nivel impide que estos especialistas enseñen a los otros de qué va esta guerra porque la formación en alergias de los médicos es deficitaria. El historial curricular de los estudiantes de Medicina es altamente deficitario. Hemos planteado esas carencias, pero nos han contestado que no es necesario.
-¿Cómo ve el megahospital?
-Yo no lo veré. La idea de un gran hospital competitivo es buena, pero esperar que el megahospital resolverá todos los problemas no es una buena solución. Para salir al paso necesitamos más laboratorios próximos al entorno hospitalario. No tiene sentido que siendo nosotros una red nacional que genera tantos recursos económicos para el hospital, Sevilla tenga una posición en nuestra especialidad superior a la nuestra. Hasta tal punto que con mucha habilidad han creado un consorcio los tres hospitales [Virgen del Rocío, Virgen Macarena y Valme] que va a ser altamente competitivo. Esos tres hospitales tienen Alergología y consorciados con una unidad interhospitalaria de investigación, tarde o temprano serán más que nosotros. No tiene sentido que teniendo un liderazgo tan importante en esto, lo perdamos por problemas coyunturales.
-¿Qué le sobra a Málaga?
-Le sobra provincianismo, aunque es la ciudad más internacional de Andalucía. Convive lo moderno con lo provinciano.
-¿Y qué necesita?
-Que las decisiones que planteamos y proponemos, tuviéramos más influencia en que se ejecuten. Que Málaga tuviera más peso específico, que en determinados sectores tuviera más carga de la que tiene, que fuésemos más dueños de nuestro destino.
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