Un vecino de Alcaucín elabora mobiliario con la madera del árbol y un matrimonio alemán de Periana prepara productos comestibles con las hojas.
EUGENIO CABEZA - 22/05/2017 - www.diariosur.es
Desde hace más de cuatro mil años el olivo ha formado parte de la denominada &lsquotriada mediterránea&rsquo, junto a la vid y el cereal, conformando un pilar fundamental de la dieta del ser humano en estas latitudes. Sin embargo, del árbol no sólo se extraen las aceitunas para producir el exquisito aceite, sino que también su madera es muy utilizada como combustible. Además, los huesos y el alpechín -los residuos de la molturación de las aceitunas- tienen igualmente usos diversos, como combustible y abonos.
Sin embargo, el olivo puede tener otras utilidades. Así lo demuestran Abel Delgado, un vecino del núcleo de Puente Don Manuel, en Alcaucín, que lleva cinco años elaborando mobiliario a partir de su madera, y el matrimonio de alemanes formado por André y Bárbara Seelina, que desde hace 13 meses se han instalado en Periana, procedentes de Frankfurt, y están elaborando varios productos comestibles, como tés, esencias, magdalenas y salsa tipo &lsquopesto&rsquo, utilizando como base las hojas del olivo.
Delgado nació en la pequeña localidad zamorana de Santibáñez de Vidriales, pero antes de cumplir los dos años sus padres se trasladaron a Vélez-Málaga. Tras toda una vida dedicado al sector de la construcción, desde hace un lustro, cuando se prejubiló, se decidió a dedicarle más tiempo a una de sus grandes aficiones: la artesanía con madera. «El olivo es un árbol muy agradecido, no sólo porque es capaz de producir un manjar tan exquisito como es el aceite de oliva, sino porque la madera es de gran calidad, tanto como combustible como para trabajarla en piezas talladas».
Así, en este tiempo ha confeccionado más de 200 piezas, entre jamoneros, garrotes, tablas, mesillas, sillas y percheros. No obstante, alguna de estas piezas, también las ha confeccionado con otras maderas, como las del nogal, la pita o el limonero. Los productos los vende en mercadillos y en fiestas temáticas como la del Día del Aceite de Periana, que tuvo lugar el pasado mes de abril.
«Empecé como un entretenimiento, tratando de hacerme un buen jamonero, ya que el que tenía en casa no me gustaba», detalla Delgado, quien explica que la madera de olivo es «dura y difícil de trabajar, especialmente la variedad verdial que es la predominante en la Alta Axarquía». Los precios de las piezas que confecciona van desde los 5 euros de los garrotes hasta los 140 euros de los percheros, con una media de 30 euros. «En la &lsquomili&rsquo ya hacía barcos de madera, luego estuve muchos años trabajando en la obra, en la que me gustaba especialmente todo lo relacionado con la carpintería», asegura Abel Delgado, que tiene una finca con olivos, de los que se abastece para elaborar sus productos artesanales.
Sin aditivos
Por su parte, el matrimonio formado por los germanos André y Bárbara Seelina, de 53 y 47 años, respectivamente, llegaron a Periana hace 13 meses, invitados por unos amigos compatriotas afincados en Torrox. «Fue un flechazo, nos enamoró Periana, sobre todo en la zona del pantano, donde tenemos nuestra casa», dice de una finca en la que hay sembrados medio centenar de olivos. Bárbara trabajaba como masajista en su país natal, donde su pareja estuvo como empleado en el departamento de comunicación y contratación de la multinacional discográfica Sony. «Necesitábamos un cambio de aires, hemos empezado una nueva vida aquí», aseguran.
Aficionados a la cocina, la pareja de germanos ha empezado a elaborar un buen número de preparaciones gastronómicas que tienen como base las hojas de sus olivos verdiales, «100% naturales y sin ningún tipo de aditivos», apostilla Bárbara. Así, elaboran tés, esencias, magdalenas y salsa tipo &lsquopesto&rsquo, que ya han comenzado a comercializar también en fiestas y eventos populares, como el mencionado Día del Aceite Verdial de Periana.
«Estamos haciendo ensayos para ver qué podríamos lanzar al mercado, aunque fuese a pequeña escala», cuenta la alemana, quien explica que las hojas de olivo tienen «numerosas propiedades curativas y saludables», como su poder antibiótico e hidratante. «El olivo es un árbol muy especial, tiene mucha energía, sobre todo si piensas en los ejemplares de más edad, que son milenarios», dice.
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