Nuestro protagonista de hoy Rafael Gaspar Vázquez, nació en Periana en enero del año 1948, en el seno de una familia humilde, es el menor de cinco hermanos (Ana Mari, Antonio, Domingo, MªCarmen), a los diez años se hace monaguillo cuando la feligresía de Periana estaba a cargo de D. Justo.
En esta imagen, aparecen entre otros, Antoñito de Cecilio, Pepe Ciñana y Rafael durante la Semana Santa del año 1960, nuestro protagonista es el segundo de izquierda a derecha.
A la edad de 14 años emigra a Durango en busca de una mejor vida, al igual que lo hicieran muchas familias de nuestra localidad.
Periana ha tratado de recuperar siempre sus tradiciones, como es el ejemplo de las procesiones de Semana Santa. Su parroquia fue construida en el año 1771 y pocos años después, concretamente en 1777, aparecen datos documentados de la celebración de las fiestas de la pasión: el Ayuntamiento aprueba un presupuesto de ochocientos reales para pagar al predicador de la cuaresma, que ese año fue fray José Carmona, como anécdota contar que esta cantidad era la mitad del presupuesto anual de Periana.
Tras el terremoto de 1884 Periana quedó asolada y por primera vez se paraliza la procesión de la Semana Santa, tras su construcción en el nuevo emplazamiento continuaría la tradición, tras comprar las imágenes, la procesión volvió a las calles de Periana.
Pasan los años y tras la contienda civil al comienzo de 1936, nuestras imágenes fueron quemadas, terminada ésta se fueron recuperando poco a poco las imágenes y nuestras calles vuelven a llenarse de Semana Santa.
En el año 1963 tras una interpretación errónea del Concilio Vaticano II sobre el culto a las imágenes, la iglesia fue despojada de sus cristos y de sus vírgenes; pasaron a casas particulares y nuestras tradicionales procesiones quedaron sin tener a quién venerar.
Todo pasa y nuestros santos volvieron a la iglesia en el año 1996, tras algunos altibajos no sería hasta el año 1999 que se reunieran un grupo de mujeres, hombres y jóvenes para intentar recuperar nuestras procesiones de Semana Santa que perdura hasta nuestros días.
Juan Gil López, estracto de la Revista ALMAZARA nº6 Mayo 2005.
En la imagen aparecen de izquierda a derecha Alfonso, Rafael Gaspar y Miguel Fernández.
Antiguamente tenía lugar la representación del "Lavatorio de los pies", para lo que varias personas se caracterizaban para representar a Jesús y a los doce apóstoles. Se realizaba en tradicional Monumento, permaneciendo la iglesia abierta hasta los Oficios del Viernes Santo. Por lo demás, la liturgia de la Semana Santa no difería de la que se realizaba en todas las parroquias.
Hasta hace unos cuarenta años se procesionaban las imágenes del Nazareno y de la Dolorosa. El hito más significativo de la procesión era a su paso por la Fuente, donde se encuentra una pequeña hornacina con la imagen de San Isidro. Después del paréntesis en el que las procesiones se redujeron al Vía Crucis del Viernes Santo, vuelven a procesionarse ambas imágenes la noche del Jueves Santo. La organización cofrade ha conseguido que ambos pasos ofrezcan un ritual más procesional que el tradicional, con mayordomos, nazarenos, costaleros y banda de música. También han sido mejorados los tronos y ornatos de las imágenes.
La noche del Viernes Santo el Crucificado va sin trono, directamente sobre los hombros de sus portadores, y la Virgen es portada por mujeres sobre un sencillo y austero trono. A diferencia de otros pasos de pueblos próximos, los de Periana se caracterizan por su austeridad.
Estracto de la Revista ALMAZARA 1º Trimestre 2007 nº 13
En la imagen Loli Gómez, Mª Carmen, Mª Dolores Paredes, Pepa y Mª Carmen en el año 1965.
La amistad era un vínculo muy fuerte entre los jóvenes de Periana, los unos contaban con los otros para múltiples actividades, para pasear, ir al cine, ir a la feria, ir a la fuente a por agua... recuerdos que son imborrables, sobre todo, para aquellas personas que viven fuera de nuestro pueblo.
Las romerías de antaño eran vividas por los vecinos con un tono especial, la Lomilleja era un desfile continuo de bestias que se dirigían hasta el emplazamiento de ésta, durante muchos años fue en Zapata, a principios de los años 90 en el Cortijo Blanco.
Manolo Perea Martín, su esposa Reme junto a su hija en Periana.
Nuestro protagonista de hoy Rafael Gaspar mediados de los años 60.
En los años 60 la emigración en Periana fue devastadora, muchas familias tuvieron que desplazarse hasta distintos puntos de la geografía española en busca de una vida mejor, así fue el caso de nuestro protagonista Rafael Gaspar que con solo 14 años viajó junto a sus padres y hermanos hasta Durango, cual fue su sorpresa, al saber que pronto encontraría allí un gran número de paisanos. Se reunían a menudo en las plazas recordando su añorada Periana. Foto realizada en Durango en el año 1964.
Nuestro protagonista tuvo siempre la inquietud de estudiar carrera, de hecho mientras estuvo en Periana era un alumno muy aventajado, fue su marcha a Bilbao la que le hizo, a marchas forzadas, contribuir con la economía familiar, dejando a un lado sus estudios.
Con sólo 14 años comenzó a trabajar, a los 16 años se dedicaría a panadero, en horario de 12 de la noche a 12 de la mañana, con una bicicleta como medio de transporte, y a partir de los 18 años comenzaría el que ha sido su trabajo durante los últimos 40 años, haciendo piezas en un taller.
Antonio Perea Martín, más conocido en Periana como Antonio Barrancos, durante más de 30 años estuvo regentando el bar BARRANCOS.
Jóvenes de Periana, mediados de los años 60.
Antonio Barrancos y Mercedes Fernández en la comunión de su nieto David Gaspar en el año 92.
Celebración del bautizo del ahijado de Rafael Gaspar en Vélez-Málaga.
Fotos de Rafael Gaspar Vázquez
Fotos enviadas por su sobrino José Silva Gaspar
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