jueves, 19 de septiembre de 2013

Desde el corazón, por Celia López Carrera.



Llegado este momento, el cual nunca pensé que estaría tan cerca, me veo en la tesitura de despedirme de mi banda. Son 15 años dedicados a la música, a todo lo que ello engloba, al solfeo, clarinete y saxofón.

Todo empezó cuando tenía tan sólo 8 años y empezaba con el "Tade ta", y los llantos por no querer ir cuando no me sabía la lección para que Joaquín no me regañara, qué susto pasaba! jajaja

Cuatro años después ya tenía mi propio instrumento, el clarinete, qué ilusión, sonaba a rayos y rompía cañillas todas las semanas, pero era muy feliz.

Con el tiempo iba creciendo en mí un sentimiento, afloraba una pasión que desconocía y era el amor por la música, por la belleza y dulzura de las notas, sostenidos y bemoles que constantemente iban y venían de mi cabeza.

Años más tarde tenía un saxo alto, ¡sí, un saxo! me gustaba, era de grande casi como yo y lo tocaba todos los días después de comer, no dejaba a la calle dormir la siesta. Cuando me veían me decían ¿tu eres la del pito? efectivamente... lo era. En mi casa abría mi atril y daba mini conciertos a mis padres, los cuales no se cómo me soportaban porque repetía los compases una y otra vez y hasta que no me salía bien no paraba.

Recuerdo mi primer Santa Cecilia donde tocamos La torre del Oro, primer viaje con la banda a Galicia, primera Semana Santa en Málaga, primer San Isidro, etc.

Me da mucha pena, pero todo en la vida tiene un ciclo y pasamos por momentos diferentes, éste es el mío y se lo quiero agradecer a todas las personas que han formando parte de él. GRACIAS!!

Esto no es un adiós, sólo un hasta luego

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