En el día de ayer, reunidos en Comunidad Cristiana, celebramos los actos en honor a Santa María de la Cabeza.
A las 20 horas, los Mayordomos de San Isidro 2014 portaron sobre sus hombros la imagen de la Santa, iniciando su Traslado desde la Plaza Alfonso XII hasta el interior de la Parroquia. Los miembros de la Hermandad de San Isidro, Autoridades y el Coro Rociero "Camino de Olivares" constituyeron el cortejo.
Una vez en el interior del Templo, se procedió al encedido de la antigua
lámpara de aceite e inicio de la Misa, oficiada por nuestro Párroco D. Sergiu Alin-Pal.
La Banda de Música Municipal, el Coro Rociero "Camino de Olivares" y el Dúo formado por las hermanas Jéssica y Mª José Pascual López (piano y violín, respectivamente), participaron en los diferentes momentos vividos durante la Eucaristía.
Texto: José Manuel Fernández Ortíz
San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza posan en las vidrieras frontales de nuestro templo.
Las nuevas vidrieras guardan celosamente el mismo dibujo diseñado hace más de cien años para nuestro templo, una de las vidrieras antiguas se ha mostrado durante la misa.
En esta imagen posan los Mayordomos 2014 junto a la imagen de Santa María de la Cabeza.
Traslado de la imagen de Santa María de la Cabeza por los Mayordomos 2014 desde la Plaza de Alfonso XII hasta el interior del templo. Acompañados por autoridades y Coro Rociero "Camino de Olivares".
Han colaborado en este acto la Banda Municipal de Música de Periana.
Encendido de la antigua lámpara de aceite.
SEMBLANZA
SANTA MARÍA DE LA CABEZA
María de la Cabeza nació en Madrid o no lejos de esta localidad. Sus padres, piadosos y honestos, pertenecían al grupo de los llamados mozárabes. Fue esposa de san Isidro Labrador. No es fácil decir con qué santidad y trabajos llevó su vida de mujer casada. Sus ocupaciones eran arreglar la casa, limpiarla, guisar la comida, hacer el pan con sus propias manos, todo tan sencillo que lo único que brillaba en su vida eran la humildad, la paciencia, la devoción, la austeridad y otras virtudes, con las cuales era rica a los ojos de Dios. Con su marido era muy servicial y atenta. Vivían tan unidos como si fueran dos en una sola carne, un solo corazón y un alma única. Le ayudaba en los quehaceres rústicos, en trabajar las hortalizas, y en hacer pozos no menos que en el oficio de la caridad, sin abandonar nunca su continua oración.
Como ambos esposos no tenían mayor ilusión que llevar una vida pura y fervorosamente dedicada a Dios, un día se pusieron de acuerdo para separarse, después de criar su único hijo, quedándose él en Madrid, y ella marchándose a una ermita, situada en un lugar próximo al río Jarama. Su nuevo género de vida solitaria, casi celeste, consistía en obsequiar a la Virgen, hacer largas y profundas meditaciones, teniendo a Dios como maestro, limpiar la suciedad de la capilla, adornar los altares, pedir por los pueblos vecinos ayuda para cuidar la lámpara, y otros menesteres.
Estando entregada a esta clase de vida piadosa, unos hombres enemigos, sembradores de cizaña en aquel campo tan limpio de malas hierbas, comunicaron a Isidro que hacía mala vida con los pastores. El santo varón, buen conocedor de la fidelidad y del pudor de su esposa, rechazó a los delatores como agentes del diablo. De todos modos quiso saber de donde habían sacado aquellas especulaciones. Le siguió los pasos uno de tantos días. Con sus propios ojos vio que su mujer, como de costumbre, con la mayor naturalidad, se acercó al río, que, aquel día bajaba lleno de agua, por las lluvias abundantes caídas y, con mucho ímpetu extendió su mantilla sobre la corriente y, como si fuera una barquilla, pasó tranquilamente a la otra orilla, sin dificultad alguna. Con la contemplación directa de esta escena, repetida en otros días, el honor de esta mujer continuó intacto ante su marido y ante los vecinos de la comarca.
En los últimos años de su vida regresó a Madrid y de nuevo empezó a vivir con la admirable vida santa de antes. Después de morir su marido, volvió a su querida casa de la Virgen, como si fuera una ciudad bien defendida por Dios. En este lugar murió, llena de años y méritos.
Presente una gran concurrencia de gentes de aquellos pueblos, fue enterrada piadosa y religiosamente en la misma ermita, en un lugar, especialmente escogido por miedo a una posible profanación de los sarracenos. Cuando éstos fueron expulsados a sus tierras africanas, vigente todavía el ejemplo de la vida santa de esta mujer, fueron localizados sus restos, gracias a una inspiración del cielo. Al sacarlos, todos advirtieron un olor especialmente agradable, nunca percibido. Hoy sus restos se veneran en Madrid. Muchos aseguran que hace incontables milagros
REFLEXIÓN
Al igual que yo mantenía siempre encendida la lámpara de la ermita de la Virgen de la Piedad en la ribera del río Jarama, ahora vosotros habéis colocado unas vidrieras nuevas el día en el que celebráis una misa en mi honor. Os animo a que sepáis apreciar la luz que de ellas se desprende y a que no la observéis únicamente desde el exterior, pues desde fuera, las vidrieras se muestran grises y opacas distorsionando la realidad que se puede contemplar desde este lado. La Verdadera Luz, como os digo, se vive y se contempla desde el interior.
SANTA MARÍA DE LA CABEZA
María de la Cabeza nació en Madrid o no lejos de esta localidad. Sus padres, piadosos y honestos, pertenecían al grupo de los llamados mozárabes. Fue esposa de san Isidro Labrador. No es fácil decir con qué santidad y trabajos llevó su vida de mujer casada. Sus ocupaciones eran arreglar la casa, limpiarla, guisar la comida, hacer el pan con sus propias manos, todo tan sencillo que lo único que brillaba en su vida eran la humildad, la paciencia, la devoción, la austeridad y otras virtudes, con las cuales era rica a los ojos de Dios. Con su marido era muy servicial y atenta. Vivían tan unidos como si fueran dos en una sola carne, un solo corazón y un alma única. Le ayudaba en los quehaceres rústicos, en trabajar las hortalizas, y en hacer pozos no menos que en el oficio de la caridad, sin abandonar nunca su continua oración.
Como ambos esposos no tenían mayor ilusión que llevar una vida pura y fervorosamente dedicada a Dios, un día se pusieron de acuerdo para separarse, después de criar su único hijo, quedándose él en Madrid, y ella marchándose a una ermita, situada en un lugar próximo al río Jarama. Su nuevo género de vida solitaria, casi celeste, consistía en obsequiar a la Virgen, hacer largas y profundas meditaciones, teniendo a Dios como maestro, limpiar la suciedad de la capilla, adornar los altares, pedir por los pueblos vecinos ayuda para cuidar la lámpara, y otros menesteres.
Estando entregada a esta clase de vida piadosa, unos hombres enemigos, sembradores de cizaña en aquel campo tan limpio de malas hierbas, comunicaron a Isidro que hacía mala vida con los pastores. El santo varón, buen conocedor de la fidelidad y del pudor de su esposa, rechazó a los delatores como agentes del diablo. De todos modos quiso saber de donde habían sacado aquellas especulaciones. Le siguió los pasos uno de tantos días. Con sus propios ojos vio que su mujer, como de costumbre, con la mayor naturalidad, se acercó al río, que, aquel día bajaba lleno de agua, por las lluvias abundantes caídas y, con mucho ímpetu extendió su mantilla sobre la corriente y, como si fuera una barquilla, pasó tranquilamente a la otra orilla, sin dificultad alguna. Con la contemplación directa de esta escena, repetida en otros días, el honor de esta mujer continuó intacto ante su marido y ante los vecinos de la comarca.
En los últimos años de su vida regresó a Madrid y de nuevo empezó a vivir con la admirable vida santa de antes. Después de morir su marido, volvió a su querida casa de la Virgen, como si fuera una ciudad bien defendida por Dios. En este lugar murió, llena de años y méritos.
Presente una gran concurrencia de gentes de aquellos pueblos, fue enterrada piadosa y religiosamente en la misma ermita, en un lugar, especialmente escogido por miedo a una posible profanación de los sarracenos. Cuando éstos fueron expulsados a sus tierras africanas, vigente todavía el ejemplo de la vida santa de esta mujer, fueron localizados sus restos, gracias a una inspiración del cielo. Al sacarlos, todos advirtieron un olor especialmente agradable, nunca percibido. Hoy sus restos se veneran en Madrid. Muchos aseguran que hace incontables milagros
REFLEXIÓN
Al igual que yo mantenía siempre encendida la lámpara de la ermita de la Virgen de la Piedad en la ribera del río Jarama, ahora vosotros habéis colocado unas vidrieras nuevas el día en el que celebráis una misa en mi honor. Os animo a que sepáis apreciar la luz que de ellas se desprende y a que no la observéis únicamente desde el exterior, pues desde fuera, las vidrieras se muestran grises y opacas distorsionando la realidad que se puede contemplar desde este lado. La Verdadera Luz, como os digo, se vive y se contempla desde el interior.
También han colaborado las componentes del Coro Rociero "Camino de Olivares".
En este acto han colaborado las Hermanas Jessica y María José Pascual López.
Ofrendas ofrecidas por los Mayordomos 2014.
DESPEDIDA Y AGRADECIMIENTOS.
La Hermandad de San Isidro quiere agradecer a todas aquellas personas que han contribuido con su colaboración a que el proyecto de reposición de las vidrieras de este templo haya sido una realidad.
Agradecer igualmente a los diferentes grupos musicales: a la Banda de Música Municipal de Periana, a la Panda de Verdiales “San Isidro”, que no ha podido estar presente, al Coro Rociero “Camino de Olivares” y al Dúo de piano y violín: hermanas Jessica y María José Pascual López, así como, a las Hermanas de la Fraternidad que también nos acompañan.
Como no, agradecer a todos los que estáis aquí congregados, Autoridades, Representantes, y a todas las personas del pueblo y de otros lugares que habéis venido a participar de esta celebración.
Agradecer a Basili, párroco de Alcaucín, por compartir también este momento con nosotros.
Y por último agradecer a nuestro Párroco Sergiu-Alín por su lucha constante desde su nombramiento en esta Parroquia, por mejorar el aspecto de nuestra Iglesia.
Gracias a todos y a todas por vuestra colaboración.
¡Viva Santa María de la Cabeza!
¡Viva San Isidro Labrador!
¡Viva Periana!
La Hermandad de San Isidro quiere agradecer a todas aquellas personas que han contribuido con su colaboración a que el proyecto de reposición de las vidrieras de este templo haya sido una realidad.
Agradecer igualmente a los diferentes grupos musicales: a la Banda de Música Municipal de Periana, a la Panda de Verdiales “San Isidro”, que no ha podido estar presente, al Coro Rociero “Camino de Olivares” y al Dúo de piano y violín: hermanas Jessica y María José Pascual López, así como, a las Hermanas de la Fraternidad que también nos acompañan.
Como no, agradecer a todos los que estáis aquí congregados, Autoridades, Representantes, y a todas las personas del pueblo y de otros lugares que habéis venido a participar de esta celebración.
Agradecer a Basili, párroco de Alcaucín, por compartir también este momento con nosotros.
Y por último agradecer a nuestro Párroco Sergiu-Alín por su lucha constante desde su nombramiento en esta Parroquia, por mejorar el aspecto de nuestra Iglesia.
Gracias a todos y a todas por vuestra colaboración.
¡Viva Santa María de la Cabeza!
¡Viva San Isidro Labrador!
¡Viva Periana!
Nuestro párroco Sergiu-Alin Pal junto su compañero de Alcaucín, el Párroco D.
Vasile Ureche, bendiciendo las nuevas vidrieras de la iglesia.
Traslado de Santa María de la Cabeza hasta la Plaza de Alfonso XII portada a hombros de los Mayordomos 2014.
A continuación la Comunidad Parroquial organizó un suculento ágape a todos los presentes.
El pantocrator de esta vidriera ha sido realizado y donado por JUAN CALLEJA RODRÍGUEZ el 14/IX/2013.
La Asociación Cultural Baños de Vilo - La Negra ha colaborado con una de las vidrieras colocadas en la iglesia. En esta imagen posa su Presidenta Teresa Guerrero.
Mayordomos 2013 figuran en este listado que representa los nombres de las familias, empresas y asociaciones que han colaborado en las vidrieras de la Iglesia San Isidro Labrador de Periana.
La familia Camacho González ha colaborado en este proyecto, uno de los más importantes de restauración de la iglesia de los últimos tiempos, junto con el de reparación del tejado realizado el año pasado.
Las hermanas Pascual López posan junto a Santa María de la cabeza rodeadas de amistades de su tierra.
Ayer a las 20:00 horas tuvo lugar la advocación a Santa María de la Cabeza, acto en el cual se ha aprovechado la ocasión para inaugurar y bendecir las vidrieras del templo.
Tras la ceremonia ha tenido lugar los agradecimientos a todos los que han colaborado en este evento.
LAS MEJORES IMÁGENES
ADVOCACIÓN A SANTA MARÍA DE LA CABEZA 2013.
ORGANIZA:
HERMANDAD DE SAN ISIDRO LABRADOR
COLABORAN:
MAYORDOMOS 2014
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