PREGÓN SAN ISIDRO LABRADOR DE PERIANA 2015
Periana, 14 mayo 2015
Excelentísimo señor alcalde, autoridades, mayordomos y mayordomas, vecinos, amigos y paisanos, muy buenas noches.
Antes de
comenzar este pregón, quiero agradecer de todo corazón a los mayordomos, el haber sido elegido pregonero de las Fiestas
de San Isidro de este año. Y desde aquí, este bello enclave, esta plaza de la fuente, custodiada por San
Isidro, antes de nada, veo preciso pedir
al auditorio un fuerte aplauso para los mayordomos y mayordomas en reconocimiento por su trabajo desinteresado, esfuerzo, trabajo y
tesón que han tenido todo el año y darle las gracias por el programa de actos
variados que con tanto cariño e ilusión
nos han preparado, también quiero hacer extensivo este aplauso a la
Hermandad de San Isidro por la labor que viene desempeñando en torno a la
figura del patrón y todos los actos que desarrollan a lo largo del año.
Tengo que decir que el día que una de las mayordomas,
la Antonia Carabina, fue a mi casa a hacerme esta proposición de pregonar las
fiestas de San Isidro, la verdad es que me entro un hormigueo por las piernas que no daba crédito de lo que
estaba escuchando, pues para mí este placer y privilegio lo veía destinado para
gente o personas muy importantes y merecedoras de este honor, nunca se me
habría pasado por la cabeza el hecho de que algún día pudiera hacer esto.
Después de asimilarlo y digerirlo acepte
con ilusión, sin pensarlo ni dudarlo un instante, porque cualquier cosa que yo
pueda hacer en honor de mi pueblo es para mí, la mejor y más grata de las
tareas. Así mismo sé que es una gran responsabilidad, pero trataré de hacerlo
lo mejor que pueda, además es bien cierto que no hay muchas ocasiones tan
especiales como esta para manifestar a los cuatro vientos elogios por tu
pueblo, el cual adoro y por supuesto a nuestro Patrón San Isidro.
Algunas han sido las intervenciones públicas que he desarrollado, pero
ninguna me inquieta tanto como esta, me resulta difícil tener que hablar de mi
pueblo e intentar, sin que llegue a resultar un pregón largo, decir todo lo que
siento y todo lo vivido sin olvidar nada ni a nadie; pero es mi compromiso y lo
intentaré.
Hay una frase de Homero, del gran poeta griego, que deseo citar como una especie de prólogo “No hay nada tan dulce y mejor como la tierra en la que has nacido, aunque tengas en otra tierra, la mejor finca y la mansión mas opulenta”. Yo una persona de este pueblo, siento que nuestra tierra quizás no sea mejor que otras, pero para mí, si lo es, tiene algo especial, algo inconfundible y sé que para cada uno de los que me estáis escuchando también lo tiene y por eso vais a comprender todo lo que esta noche voy a expresar sobre este rincón en el que he nacido y desde luego, no dudéis que cada frase, cada letra que contiene, me ha brotado del alma.
He pasado muchas horas, meditando sobre todo lo que esta noche voy a decir,
aunque es cierto, como he dicho, que estas palabras, son palabras que salen de
lo más profundo y hondo del corazón grabadas
dentro de mí, guardadas como un tesoro, hasta que llegara su momento de
lanzarlas al viento, por eso ha bastado situarme ante un ordenador y comenzar a
teclear para que las frases se hayan ido formando y surja este Pregón dedicado
como es lógico a nuestro pueblo, y a ti
San Isidro.
Antes de comenzar, deseo manifestar mi más profundo reconocimiento y admiración a todos los pregoneros y pregoneras de anteriores años, que con palabras sentimentales, nostálgicas, de admiración, e incluso con humor y rimas han sabido con acierto y maestría alabar nuestra feria y nuestro pueblo. Yo estoy convencido que no alcanzaré el alto nivel de los pregones de ellos, pero si puedo asegurar que he procurado con palabras sencillas expresar todo lo que es y todo lo que me inspira Periana, nuestro pueblo, nuestro hogar.
Yo humilde perianense nacido y criado en una de las más bellas aldeas que tiene Periana, la Negra, siento que mi corazón pertenece a este valle y lo llevo dentro de mi alma y llevaré hasta la eternidad, el nombre de este pueblo y todas y cada una de sus paradisiacas pedanías, que hacen que Periana luzca radiante como la más hermosa de las villas que existen en el planeta Tierra.
Aunque la gran mayoría de los que
estáis aquí, me conocéis, creo que no hace falta muchas presentaciones pero si
puedo hacer unas breves reseñas de cuáles son mis orígenes y veo imprescindible que en este momento me acuerde
de mis padres, Juanito Mora, hermano de
Miguel Mora del Carrascal y la Manoli de
Gallardo, además quiero hacerlo, pues es
a quienes debo todo lo que soy, y a los
que espero, no haber defraudado nunca, ellos solo me pidieron que fuera buena
persona, trabajara y nunca olvidara quien soy y de donde vengo, supiera
perdonar y ayudara en lo que pudiera, a los que de una u otra forma me lo
solicitaran.
De la misma forma que también lo han sabido transmitir a mi hermana
Toñi, los cuales tengo la suerte de poder
disfrutar hoy aquí, los dos hemos sido educados de la misma forma y llevamos a
Periana y a San Isidro con orgullo y
pasión, por donde quiera que vamos.
Pues permitidme que desde aquí
haga un sincero y humilde reconocimiento a ellos, por su trabajo, esfuerzo,
cariño, y dedicación que han tenido y tienen hacia mí, pues por esto y tantas y tantas cosas,
padres, hoy quiero daros las gracias.
Esta noche me siento feliz y muy orgulloso de estar aquí para alabar a este rincón mágico, y dedicarle un canto a este pueblo, porque no se trata de contaros mis vivencias sobre la Feria, ni narrar mis correrías por estos días especiales, aunque no niego que hablaré algo sobre eso, ya que sé muy bien que no se puede evitar a veces personalizar todo aquello que nos conmueve y nos trae recuerdos bonitos, pero yo voy a dedicar mi tiempo esta noche a nuestro pueblo. Él y su patrón San Isidro.
Para
mí, un Pregón, es un verso, un largo piropo, una poesía, sin rima incluso, un
canto sin música, sólo con palabras, pero un canto lírico nacido del alma y
porque ese es mi pensamiento, esa es mi idea, con un canto casi espontáneo, un
verso sencillo, así voy a decir:
ESTA NOCHE
QUIERO PREGONAR
A LA TIERRA QUE
HE NACIDO,
A SUS PEDANIAS,
SUS RINCONES,
A SUS HOMBRES, A
SUS MUJERES,
A TODO ESTE
VALLE FLORIDO.
A MI PUEBLO
ESPECIAL ENTRE TODOS,
A TI, SAN
ISIDRO, NUESTRO PATRON.
PROTECTOR DE
NUESTRAS ESTRECHAS CALLES,
DE CIELO CASI
SIEMPRE AZUL,
DE MAÑANAS SOLEADAS
DE TARDES
SERENAS Y BELLAS
DE NOCHES LLENAS
DE ESTRELLAS
RODEADO DE
MONTAÑAS
COMO MURALLAS
CREADAS
PARA DEFENDERLO
DE TODO
Y SER, NUESTRA
MÁS PRECIADA MORADA.
Pero mi canto a
nuestro pueblo no va a ser poesía, esto sólo es una pequeña introducción. Yo no
soy poeta. Mi canto será solamente prosa fácil, la que yo uso habitualmente, la
que yo hablo, la que todos hablamos aquí y todos comprendemos.
Y este canto ya
no es para la tierra, sino para los que en ella vivimos. Para vosotros, hombres y mujeres de Periana, mi gente.
Hombres de
Periana, que a lo largo de la historia, siempre
hemos llevado muy lejos el nombre de
nuestro pueblo, con sus trabajos, esfuerzos, conocimiento y obras. Hombres que
destacan por su forma de hablar, de ser, su sentido del humor, su facultad para
cantar, interpretar, enseñar, curar, pintar, escribir, pero principalmente por
ser luchadores, humildes y trabajadores constantes de sol a sol.
Quiero aprovechar la ocasión que se
me brinda esta noche, para rendir homenaje y tributo a la gran inmesa mayoría
de los hombres de Periana, agricultores, maestros del campo, verdadero motor de la economía del pueblo. Su
dedicación y esfuerzo ha conseguido superar las condiciones adversas de un
terreno agreste y duro como pocos, y los imponderables de una naturaleza
caprichosa y cambiante, quién sabe si debido a la mano de grandes hombres, como
los de este pueblo.
Labradores
que habéis convertido a Periana un paraíso terrenal, rodeado de campos frutales y olivares, que desciende en tierras y barrancos desde el río Guaro, hasta que éste se ensancha para morir en ese gran
lago que es el pantano de la Viñuela.
Dicen
que sus olivos moldeados con vuestro trabajo, tesón y esfuerzo son descendencia de nuestros antepasados alcanzan una antigüedad superior a los 500
años. “Razón del tiempo”, de nuestras
más remotas raíces para poder estar
orgullosos de nuestros campos y tierras y poder decir:
“Olivos por
donde voy,
oro que
tenéis me dais;
Aceite para
todo
Y aceitunas
para el pan,
Sombra para
mis pesares
Y leña para
quemar;
Ni plata ni
fuego os pido,
Mientras me deis la paz”.
Naturaleza insuficientemente generosa, a
veces, pero a la que los perianenses, con ingenio y laboriosidad individual y
colectiva, sabemos sacarle provecho a cultivos mediterráneos como el olivar, y
producir el mejor aceite, quizá del mundo,
porque en Periana siempre ha importado mucho, hacer bien las cosas, y este pueblo y sus gentes, de eso sabe un
rato.
De no ser así, no se habría podido
asentar la fama internacional de nuestros más ricos productos como el aceite y
por supuesto sus melocotones, los perianenses descartamos las cuestiones inútiles y, sin descuidar el
pasado, nos preocupamos de las cosas que
puedan suceder, sustentando la felicidad en la idea de encontrar el equilibrio
entre necesidades y medios para satisfacerlas.
Pues señores, tenemos un producto digno
para presumir y estar orgullosos de nuestra tierra y sus ricos manjares y poder
decir:
En ayunas,
una cucharada de aceite crudo de
Oliva para
el estreñimiento.
Y después
pan con aceite contra la pérdida de
Calcio y el
envejecimiento.
Aceite para
comer, aceite para guisar.
Aceite en el
gazpachuelo,
En las migas
o en la ensalailla pa mojar
Aceite para
el chivo, pa las papas aliñas
Aceite para
el morrete y la ensala moreá
Aceite en la
sopa: de espárragos o
Cochorreña,
que igual da.
Aceite para
comer y aceite para engrasar.
A buen seguro no se enfadaría Machado
conmigo si al caminante digo:
“Con pan y vino se anda el camino”;
Pero, para mejor caminar,
“Aceite de Periana y pan del Chato, de los Parrales o la Anita del
horno pa mojar”.
A vosotras,
mujeres de Periana, por supuesto de ustedes no me puedo olvidar, mujeres
especiales, laboriosas, dedicadas a su hogar, a la familia y a la vez a sus
trabajos. Mujeres que tanto han ayudado y contribuido al bienestar y progreso
del pueblo. Mujeres del pasado, la base de las actuales perianenses, su modelo.
Mujeres sencillas, de delantal, de roetes
bien peinados, de oscuros traje con cántaros sobre el cuadril y botijos en sus manos. Mujeres que zurcían,
que remendaban…Mujeres de natural color,
de mantos y de toquillas. Mujeres que supieron evolucionar, que supieron adaptarse
a los nuevos tiempos, que fueron nuestros antepasados: Madres y abuelas de
nuestro pueblo, que han sido la tierra que hizo surgir a estas perianenses, las
de hoy, las del presente, mujeres que sabéis como alcanzar la meta que os
propongáis, con tesón, y firmeza, porque así han sido y sois, tengo el orgullo
de decirlo, las mujeres de Periana,
luchadoras, incansables, trabajadoras, laboriosas y constantes.
Habéis ido y vais siempre adelante. Para vosotras no existe la
palabra imposible, ni la derrota. Cualquier cosa es capaz de realizar una
perialeña y bien que lo habéis
demostrao.
Aprovecho que estoy mencionando a las mujeres para felicitar a todas las que han sido elegidas, para representarnos en estas Fiestas que van a comenzar: A la Reina y sus Damas, a estas jóvenes candidatas, guapas, simpáticas y de tan agradable presencia. Tenéis que sentiros orgullosas de representar a ese estupendo conjunto de jóvenes del actual Periana. Estoy seguro que dónde quiera que fueseis, dejareis en lugar muy alto el nombre de nuestro pueblo y a sus mujeres, porque sois un brillante ejemplo de ellas. Os deseo de corazón que vuestra vida sea siempre dichosa y desde luego ¡Feliz Año de Reinado!
Realmente en Periana, han existido siempre hombres y mujeres muy especiales, personas, que en difíciles momentos, han sabido siempre salir adelante, personas que han beneficiado al pueblo, que le han proporcionado trabajo, que han educado y formado a muchas generaciones o simplemente que han dejado por ser como eran, por su carácter, por sus anécdotas…
una huella especial que nunca se borrará y que en la
historia de Periana su nombre y su recuerdo quedará escrito. Perialeños y
perialeñas de los que siempre estaremos orgullosos y recordaremos con el
afecto, y respeto que se ganaron y merecen.
No he querido dar nombres, ni de hombres, ni de mujeres,
que cada cual imagine y ponga el nombre que quiera, porque se trate de quien se trate, yo
sé que se lo merece, aunque sólo sea por
ser hijo de esta tierra y de este pueblo y merece que yo lo alabe.
¡Hombres y mujeres de Periana! A vosotros os dedico este sentido homenaje y para vosotros es este canto.
Periana mi pueblo, todo tú, como dijo el poeta: Conmigo vais… Mi corazón os lleva.
Bueno
pues ya es hora de centrarnos en el verdadero y único protagonista de este
sentido pregón, San Isidro, nuestro patrón.
Con frecuencia, los pregoneros de las fiestas
patronales suelen recurrir a recuerdos de la infancia para rememorar los muchos
momentos felices que hubo en su niñez, tal vez, en un intento de imprimir un
sello de identidad con los orígenes en los que se cimentaron sus vidas. Es por
ello que, en la pedagogía actual, se hace hincapié en cuidar el período de
infancia, puesto que, en gran medida, de ello dependerá el futuro de la
persona.
Yo también recurriré a alguno de los
recuerdos de mi infancia y adolescencia, ya que, en ellos se pueden encontrar
algunas de las claves de porqué hoy estoy aquí.
Aunque la mayoría de los recuerdos son vagos, hay algunos
que perviven con claridad por haberse fijado en la memoria a través de
emociones intensas.
Recuerdos de importantes sentimientos, de vivencias, de profunda nostalgia, que quizá en el mes de mayo es cuando más lo sientes, no es por nada, aunque San Isidro siempre y en todo momento
lo considere presente, pero para mí, el
binomio mayo- San Isidro es relevante, quizás porque lo añoro más, y hace que aparezca con toda su fuerza en forma de colores,
sabores, alegrías, tristezas….
Volviendo al baúl de la memoria de los recuerdos centrados en
años pasados, a los cuales te remueve el alma y en donde San Isidro
ocupa un lugar muy privilegiado sea quizá,
el recordar a mi abuela Remedios, más conocida cariñosamente por
nosotros como “Mamá de Arriba” cuando todos los meses de mayo en vísperas de San Isidro, nos reunía a mí, a mi hermana y a mis trece
primos, los cuales para mí, son mucho más que primos, es tanta la
admiración, cariño, respeto…. que tengo por todos y cada uno de ellos, que para
mí el significado de la palabra primo queda insignificante, y nos daba a cada uno de nosotros mil pesetas
y nos decía, esto es para San Isidro, cuanto amor había en ese detalle y cuanto
daba de sí ese dinerillo, había para
echar la feria abajo e incluso para meter algo en la hucha.
Otros recuerdos, también inevitables en torno a mayo, era el comprarte ropa nueva, que si la camisa,
el pantalón, ya que estamos puestos habrá que complementarlo con unos zapatos,
no era por nada es que era san Isidro y había que estrenar, cuantos recuerdos, y como van pasando los años.
Pero quizá, los recuerdos más profundos unidos en torno a
los San Isidros pasados, sea el recordar
los mejores años de mi niñez y juventud,
unido como integrante de la Banda Municipal de Música, en donde he vivido
experiencias y momentos inolvidables que se quedan para uno, ocupando el lugar
más privilegiado del corazón. Cuantas
dianas, pasacalles, carreras de cintas, misas y marchas en procesión que a
pesar de ser larga se nos quedaba corta y dispuestos a echar otras nueve o diez
horas si fuera preciso, simplemente porque lo hacíamos a gusto y también porque
lo hacíamos en honor a nuestro Patrón.
Pues ya que hablo de la banda de música,
permitidme desde aquí, esta noche mágica y especial preludio de un nuevo
San Isidro, el rendir un sincero y sentido homenaje a uno de los pilares básicos
que constituyeron esos orígenes y desarrollo de la banda, una persona que
sentía una gran pasión por su pueblo, por San Isidro, irradiaba generosidad,
que amaba la vida, amaba a su familia, amaba a sus amigos y amigas, amaba a las
buenas personas, amaba las buenas acciones, amaba
las cosas inmateriales, amaba lo esencial, amaba lo profundo, ella simplemente,
AMABA.
Era una persona con una capacidad reflexiva, que ya quisiera para sí el mejor de los filósofos. Le daba la vuelta a las cosas (las serias y las no tan serias), para mostrarnos otra forma de verlas, de sentirlas, de interpretarlas. Tenía un sentido del humor y un optimismo tan peculiar que cualquiera que atendiera a sus comentarios o escenificación de una situación de la vida cotidiana rompía a reír sin parar y se llevaba el regalo de recordarlo para siempre, me estoy refiriendo a Sandra Barroso, la cual por injusticias de la vida ya no la tenemos presente, pero en el corazón de aquellas personas que tuvimos la suerte y el honor de conocerla el nombre, memoria y presencia de Sandra ocupa un lugar privilegiado, grabado a fuego para el resto de nuestras vidas y para siempre.
Era una persona con una capacidad reflexiva, que ya quisiera para sí el mejor de los filósofos. Le daba la vuelta a las cosas (las serias y las no tan serias), para mostrarnos otra forma de verlas, de sentirlas, de interpretarlas. Tenía un sentido del humor y un optimismo tan peculiar que cualquiera que atendiera a sus comentarios o escenificación de una situación de la vida cotidiana rompía a reír sin parar y se llevaba el regalo de recordarlo para siempre, me estoy refiriendo a Sandra Barroso, la cual por injusticias de la vida ya no la tenemos presente, pero en el corazón de aquellas personas que tuvimos la suerte y el honor de conocerla el nombre, memoria y presencia de Sandra ocupa un lugar privilegiado, grabado a fuego para el resto de nuestras vidas y para siempre.
Otra de las cosas
que me inquietaban desde niño y que tenía la ilusión y la necesidad de
poder hacer, era el poder sentir sobre
mis hombros a San Isidro, el saber que
eres su acompañante y su portador, por eso para ver cumplido ese sueño y esta devoción tan grande y especial, solo faltó,
el llegar a ser mayor de edad y poder ser su costalero,
y ya son algunos los años que lo llevo siendo y es ese día
donde verdaderamente , le rindo homenaje y es donde se te coge el nudo en la
garganta, te brotan las lagrimas y te
sientes ilusionado y agradecido, pues
mañana ya será otra vez 15 de mayo y por
supuesto, tengo cita puntual a las cuatro de la tarde , para encontrarme
otra vez frente a ti, San Isidro, para pedirte
y darte gracias y dispuesto a sentirme tu acompañante, tu devoto, tu
servidor.
El salir desde tu iglesia al son de
campanadas alegres y marchas de bandas
de música que amenizarán tu caminar por las calles de nuestro pueblo, el
acercarnos poco a poco a la plaza de la fuente, es el momento cumbre, donde
la piel se te eriza, te invaden los más emotivos de los recuerdos y
donde ves a todo un pueblo emocionado,
porque nuestro patrón está con nosotros y nos sentimos protegidos por
él.
Son muchos los lugares de España que tienen a
San Isidro como patrón, probablemente cientos, pero ninguno como Periana, donde
San Isidro, es más que eso, se
transforma en pasión, en grito, en motivo de encuentro, en plegaria que siempre
se cumple si es sincera, en agradecimiento continuo, de tal forma que Patrón y pueblo se unen,
siendo lo mismo.
San Isidro es, por tanto, patrón de los
arados, el santo de las yuntas, el de los campos sembrados y las espigas, el de
todos aquellos que sudan las tierras y viven de ellas, el patrón de los frutos
abundantes, el protector de todos nosotros.
Pues perialeños y perialeñas, ya estamos en mayo, son días de espera
impaciente, de preparativos, de fiesta alegre entre la cosecha de aceitunas ya
recogidas y la de los melocotones que esperan el cercano verano. Quedan pocas
horas para rendir la emotiva misa a San Isidro, horas de
procesión y balcones que se engalanan, de música que se esparce por las calles,
mientras contemplan cómo el santo, un año más, se acerca, muy poco a poco,
entre sacos y sacos de trigo abundante,
y lo más emotivo de todo,
es el
saber que cada uno de esos granos de trigo, va cargado de promesas, sueños, deseos e
ilusiones cumplidas, donde la
intercesión de San Isidro, ha estado
presente para su cumplimiento. Tarde de
gritos y vivas, de aplausos que se mezclan con lágrimas de emoción. San Isidro
sale de la iglesia, de su templo,
durante unas horas, para mantener
el más cercano de los contactos con su
pueblo. Es la tarde noche de la cera derramada de velas que
alumbran su caminar, de trigo bendecido
que cubre las calles, noche de pies de
mujeres descalzas que en su interior
piden por la salud y bienestar de sus familias o agradecen la curación del año anterior, es
el momento de las promesas cumplidas, de sellarlas contigo, San Isidro.
El pueblo, finalmente, recogerá a su santo, la figura de San Isidro, estará
cubierta de polvo de trigo, pero su rostro dejará
entrever una sonrisa de agradecimiento, porque Periana, se le ha mostrado una vez más el quince de
Mayo. San Isidro vuelve a su altar, a
la tranquilidad de su templo. Parece como si esta procesión casi eterna, a él no le hubiera bastado y aún le quedaran
fuerzas para resistir hasta la mañana. San Isidro está más satisfecho esa
noche, tranquilo y agradecido, por un
pueblo que nunca le falla.
Y allí, desde la iglesia parece soñar en este
deseo continuo de volver a salir al pueblo, entre repiques de campanas y saludarnos a todos, y sentirse
saludado, deseoso de oler la
primavera, y el estar frente a frente
con nosotros, el pueblo que le admira, le respeta y le demuestra la más sincera
de la fe, devoción y esperanza.
Ahora ya a punto de terminar, voy a tararear un fandanguillo que en más de
una ocasión he recitao o cantao y que dice así:
Periana, Periana tiene una fuente
Con cuatro caños de agua,
Que está en la plaza del pueblo
Y San Isidro los guarda.
Pues, San
Isidro bendito, desde aquí te pido, que
no sólo guardes a esta fuente, con sus aguas puras y cristalinas, sino que
también nos guardes y protejas a tu pueblo, nos des bienestar, felicidad pero
sobretodo salud a todos y cada uno de los perianenses, estemos aquí o allá, donde quiera que estemos
o vallamos.
Bueno, pues con estas palabras, sencillas, pero
sinceras, salidas de lo más hondo de mi alma, he querido homenajear a mi pueblo,
y a ti San Isidro, animado por
una catarata de recuerdos entrañables.
Vuelvo a reiterarme, diciendo que
no podré olvidar nunca este momento. Quiero dar mi más profundo agradecimiento a
quienes me han dado la oportunidad de hacerlo, y a vosotros, paisanos, amigos
todos, gracias por escucharme con la atención que lo habéis hecho, gracias por
vuestra escucha y paciencia.
Este humilde pregonero, se disculpa y os asegura que
no va a hurtar, ni un solo minuto más a la llegada de la fiesta.
Voy a
cumplir, ahora sí, con el cometido que me corresponde:
- PREGONANDO, el comienzo de unos días distintos,
- PREGONANDO, el comienzo de días de calle
- PREGONANDO, el comienzo de días de buena vecindad y de hospitalidad.
Ha llegado
la hora de la Fiesta: Atrás quedan
- las dificultades cotidianas
- los días complejos
- Los pequeños sinsabores
- El esfuerzo diario
- Y las normas estrictas a las que nos sometemos
Ha llegado
la hora de la Fiesta:
- Os convoco al jolgorio y a la diversión.
- Os invito a que deis rienda suelta a vuestros sentimientos
- Os propongo que derrochéis la alegría
- Os invito a compartir la felicidad
- Os convoco a la música, a escuchar verdiales, al amor, a la risa, a la generosidad, a soñar despiertos.
Paisanos y
paisanas, ya solo me queda decir, que gritéis conmigo.
¡VIVA SAN
ISIDRO!
¡VIVA
PERIANA!
Muchas gracias.
Juan
Luis Ríos Martín.
Imágenes en donde nuestro Pregonero 2045 posa junto a familiares y amigos.
Por último los Mayordomos de Periana junto al Pregonero 2015 D. Juan Luis Ríos Martín estuvieron presentes en el alumbrado de la feria.
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