Estudios epidemiológicos y de prevalencia
marina fernández 04.01.2015 - www.laopiniondemalaga.es
Los servicios de urgencias cada vez constatan más
alergias a medicamentos básicos y a alimentos. Por eso, los alergólogos
se han puesto manos a la obra para saber por qué ocurre.
El área de Alergología, en el Hospital Civil, lleva años tratando de
averiguar el por qué de ciertas reacciones alérgicas a medicamentos y
alimentos.
El director de la misma, Miguel Blanca, admite que cada vez se producen más reacciones a ciertos fármacos antiinflamatorios, fundamentales para el día a día. «Siempre nos hemos centrado en la penicilina, pero ahora queremos saber por qué el paracetamol, el ibuprofeno o la aspirina dan tanta reacción», dice el alergólogo.
Tras treinta años de investigación, ahora se centran en esta línea porque la población no puede pasar sin tomar este tipo de medicamentos. «Son de primera necesidad», advierte.
Además de esta importante investigación en la que no escatiman esfuerzos, desde hace tres años han decidido dar importancia a las alergias a ciertos alimentos como los frutos secos o los mariscos. De hecho, este programa se nutre en gran medida de las urgencias de los hospitales, donde les dan citas para intervenir de manera rápida y averiguar qué pasa en el organismo del paciente.
Tras siete años estudiando la rinitis alérgica, ahora han obtenido resultados y se está vacunando a la población afectada. Eso sí, admite que la plantilla está gravemente perjudicada por la crisis, que está causando una gran mella a los programas de investigación y que afecta, en última medida, al paciente.
Hace poco más de un mes han puesto en marcha un estudio epidemiológico de prevalencia de alergias a pólenes y alimentos de origen vegetal en el que van a participar 3.000 ciudadanos. En concreto, según Miguel Blanca, se trata de la casi totalidad de los vecinos de la localidad malagueña de Periana. «Se les están haciendo cuestionarios y test de ADN para estudiar e identificar los factores ambientales que pueden influir», dice. Según señala, se han centrado en este municipio porque se trata de un pueblo agricultor con mucha producción de olivo y melocotón. El médico cree que en primavera tendrán la mitad de análisis, lo que les permitirá tener los primeros resultados, aunque no concluirán todos hasta el verano.
El director de la misma, Miguel Blanca, admite que cada vez se producen más reacciones a ciertos fármacos antiinflamatorios, fundamentales para el día a día. «Siempre nos hemos centrado en la penicilina, pero ahora queremos saber por qué el paracetamol, el ibuprofeno o la aspirina dan tanta reacción», dice el alergólogo.
Tras treinta años de investigación, ahora se centran en esta línea porque la población no puede pasar sin tomar este tipo de medicamentos. «Son de primera necesidad», advierte.
Además de esta importante investigación en la que no escatiman esfuerzos, desde hace tres años han decidido dar importancia a las alergias a ciertos alimentos como los frutos secos o los mariscos. De hecho, este programa se nutre en gran medida de las urgencias de los hospitales, donde les dan citas para intervenir de manera rápida y averiguar qué pasa en el organismo del paciente.
Tras siete años estudiando la rinitis alérgica, ahora han obtenido resultados y se está vacunando a la población afectada. Eso sí, admite que la plantilla está gravemente perjudicada por la crisis, que está causando una gran mella a los programas de investigación y que afecta, en última medida, al paciente.
Hace poco más de un mes han puesto en marcha un estudio epidemiológico de prevalencia de alergias a pólenes y alimentos de origen vegetal en el que van a participar 3.000 ciudadanos. En concreto, según Miguel Blanca, se trata de la casi totalidad de los vecinos de la localidad malagueña de Periana. «Se les están haciendo cuestionarios y test de ADN para estudiar e identificar los factores ambientales que pueden influir», dice. Según señala, se han centrado en este municipio porque se trata de un pueblo agricultor con mucha producción de olivo y melocotón. El médico cree que en primavera tendrán la mitad de análisis, lo que les permitirá tener los primeros resultados, aunque no concluirán todos hasta el verano.
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