Me invitaron a tu fiesta,
y yo me acordé que tú,
tienes tu casa en La Muela
en esa capilla nueva
que con cariño y esfuerzo
tus hijos construyeron para ti
y allí encaminé mis pasos
buscando a mi Virgencita
porque hay que decir que
esa madre bonita vivía cerca
de allí.
¡Ay mi Virgen marinera!
y así pude comprobar como
desde esa alta atalaya
puedes divisar el mar
desde ese rincón chiquito
que cautiva a quién lo ve...
Admiré esa alfombra inmensa
y celeste rendida bajo tus pies.
¡Que no te quiten estas vistas
que la mar tu puedes ver!
y bendigas al campesino
como al navegante,
al humilde pescador
que se gana con su
barquilla su sustento
con peligro, esfuerzo y sudor.
Placita limpia y acogedora
donde vive la Señora
que te invita a recogerte
rezar en su amable y
silenciosa compañía.
¡Oh! ¡Placita pequeñita!
Eres un balcón florio...
eres un jardín de flores
donde tengo mis amores.
Esa virgen tan bonita...
¡hermosa entre las flores!
es pequeña, acogedora,
con perfumes de azahar,
de jazmines, de limoneros
de fragancias sin igual.
Allí... se te irían las horas...
"Allí junto a la Señora"
que suele tu alma transportar
para admirarla, quererla
y no querer nunca más
moverte de ese lugar.
Bajo la protección
que te envuelve su persona...
y bajo el manto de estrellas
y la brisa de la noche...
¡ya no te quieres marchar
de su atracción celestial!
¡Ese ambiente que respiras
lleno de tranquilidad!
de calma...
de sosiego...
de silencio...
de paz.
"Bajo su tierna mirada
y tan llena de bondad"
¿y su serena y envolvente belleza...
su humildad, su sencillez?
"la ternura en su mirar"
que aunque al suelo baje
sus lindos y humildes ojos,
"se te clava tu mirar"
¡Más hermosa que los lirios,
las azucenas y la flor de azahar!
Alejada del tumulto...
callada, que al contemplarte
la nieve...
de tu silencio suele confiar
cuando sin ruido cae
con hermosura y suavidad.
¡Que alegría nos da verte
Virgencita de La Muela!
Nos aguardas siempre aquí
en esta capilla nueva.
"Al caminante, al que te implora,
al que sufre y al que llora"
de veras sientes en el alma
una tremenda emoción.
¡Mi Virgen, Virgen del Carmen,
mi Madre buena,
Madre de mi corazón!
¡Bendice a estos vecinos
que te quieren imitar
y al cielo quieren subir
para estar cerca de ti,
y te tienen más bonita
que una rosa en Abril!
cuando te ven tan bonita...
envidia sienten de ti las flores,
y más me suelen engalanar,
con su fragancia, suavidad
y colores.
¡Virgen del Carmen Bendita!
ampara los de La Muela
y de Periana también
no nos dejes padecer,
ni a tus hijos que se encuentran
lejos, que no pueden visitarte...
¡Darte las gracias...
en el bienestar, o en la adversidad,
rogarte..., pedirte..., venirte a ver!
Pero que nunca te olvidan
ni al hijo que en brazos llevas
que de vientre salió
¡sin romperte, sin mancharte
ni siquiera tu pureza
y que en vida te cuidó!
y que cuando ascendió al cielo,
de ti, ¡nunca se olvidó!
y te elevó junto a Él
¡como madre del Señor!
y al morir te proclamó
Madre de la Humanidad.
Que ese lindo escapulario
que lleváis tu hijo y tu
lo coloques en mi cuello
cuando me quieras llevar.
¡No desoigas nuestra voz!
¡No me dejes Madre mía
tabla de mi salvación
y danos tu bendición!
...
Para la aldea de La Muela con Cariño - Peregrino
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