A PIE DE CALLE: Antonio García Oreja, vendedor de Periana: La gente se fotografía con la burra en lugar de comprar.
Ser vendedor ambulante en estos tiempos...Es muy complicado, pero la ventaja que tengo es que Periana sigue siendo un pueblo y muchas mujeres no pueden desplazarse hasta Vélez-Málaga a las grandes superficies.
¿Qué productos ofrece? Peras, manzanas, melocotones, naranjas y, a veces, ajos y cebollas.
¿Desde cuando le acompaña esta burra?La tengo desde hace 15 años y se llama Lucera.
¿Han cambiado los hábitos de compra?Mucho, ahora la mayoría de los vecinos van una vez a la semana al supermercado y hacen la compra. Aun así, a mi no me perjudica porque lo que vendo es fruta y eso hay que comprarlo con más frecuencia y más fresca.
¿Vende en otros pueblos de alrededor?Si, los jueves voy hasta Zafarraya. Para ello cargo con poco peso la burra y voy dando un paseo tranquilamente.
¿Las frutas son de su propia cosecha?Si, tengo tierras en Periana y cada cierto tiempo voy a recoger la cosecha y luego la vendo con la burra por las calles del casco histórico.
¿Existen más vendedores con burra en Periana?No, yo soy el único y creo que hay pocos en la Axarquía. Recuerdo que antaño si había algún que otro vendedor, pero ya esto ha dejado de ser un negocio rentable.
Qué le dicen los turistas cuando le ven en la burra por la calle?Me miran raro y les llama muchísimo la atención. Mucha gente me pide hacerse una fotografía con la burra e incluso me la hacen a mí montado con toda la carga (risas).
Y sus vecinos, ¿qué le dicen?Se que a ellos les gusta porque, sin duda, esto contribuye a ofrecer una imagen típica de pueblo blanco y andaluz. Una estampa que ya apenas puede verse.
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