Cortes de carretera, crecidas de arroyos y desprendimientos fueron los principales problemas · Periana resultó la localidad más afectada de la zona.
M. Cortés · E. Jerez / Málaga Actualizado 03.02.2009 - 01:00
En cuanto a la lluvia, la comarca de la Axarquía fue la más afectada con unos 110 litros por metro cuadrado recogidos en un solo día. Y dentro de la zona, Periana sufrió la peor parte, sobre todo, sus comunicaciones viarias e infraestructuras. En el entorno del arroyo La Muela se desbordó el puente y arrastró la maleza y las piedras que llevaba el caudal, invadiendo la calzada. Incluso dejó al descubierto las antiguas líneas del ferrocarril. Allí cerca se encuentra la vivienda de John Denhan, cuyo porche fue totalmente derrumbado. Según explicó su mujer, las últimas lluvias de abril habían fracturado la estructura, y desde hacía una semana estaban construyendo un muro de contención para evitar que el agua deslizara de nuevo las tierras. "Ha sido demasiado tarde. Un desastre. Es la tercera vez que nos pasa", lamentaba esta inglesa. A un kilómetro del pueblo, los técnicos de la Junta también trabajaban en el arreglo de un tramo de la calzada que se había deslizado hasta el arcén. "Todavía no hemos valorado los daños porque cada vez recibimos más llamadas de aldeas y de vecinos. Pensamos que tendremos que solicitar la declaración de zona catastrófica porque creemos que será igual o peor que en 2003, cuando sumamos los 300 millones de euros en daños", indicó el alcalde de Periana, Adolfo Moreno (PSOE), que añadió que una de las zonas con mayor problema ha sido en Los Marines, próxima a Guaro, donde 200 personas quedaron aisladas por el corte de carretera con la crecida de los arroyos. Otros daños en la calzada han sido los registrados en la carretera que une a Periana con Riogordo y la que le une con Alfarnate. Hasta esta población también tuvieron que desplazarse los bomberos del parque de Vélez-Málaga por inundaciones en varias viviendas que estaban junto al cauce del río Sabar, que amenazaba con desbordarse. También en el núcleo veleño de Triana tuvieron que rescatar un vehículo que el propietario abandonó ante el miedo de la crecida.En Periana también tendrán que recuperar media decena de carriles que comunican las numerosas aldeas de esta población de la Alta Axarquía como Guaro, La Laguna y en vías pecuarias como Los Mayorales o Río Seco donde los menores no han podido ir a clase. Entre las infraestructuras municipales dañadas cabe destacar la caía del muro del campo de fútbol, y la inundación que ha sufrido el complejo en construcción de la Villa Turística por el desvío del arroyo Cortijo Blanco.En otros municipios de la Axarquía, como Canillas de Aceituno están sin telecomunicaciones. Posiblemente, los desprendimientos de la calzada donde está el repetidor han dejado a esta población sin teléfono ni internet. En Rincón de la Victoria estuvieron durante la noche del sábado sin suministro eléctrico. Varias arquetas saltaron de la Avenida del Mediterráneo y de la zona de Añoreta. También cayó alguna palmera de la carretera de Benagalbón. Desprendimientos en la calzada también se detectaron en la A-356 a la altura de Colmenar, en la MA-4105 en Sedella y en la A-7 a la 298 a la altura de Nerja donde hubo que retirar las piedras que habían caído sobre la vía.En Estepona durante toda la noche del domingo los operarios municipales se afanaron en reinstalar las papeleras y contenedores en sus lugares habituales, mientras que los bomberos trabajaron para retirar los árboles que el viento partió y que cayeron sobre la calzada de la Avenida del Carmen cortando al tráfico uno de sus carriles. En la urbanización Estepona Golf, se hicieron trabajos de limpieza del cauce del Arroyo Vaquero para retirar residuos y paliar los efectos del desbordamiento generado por las fuertes lluvias que siguieron al tornado que el pasado domingo causó estragos en el casco urbano.Mientras tanto, en Manilva, la Policía Local rescató el domingo a un hombre de 56 años que, a pesar de las fuertes lluvias, trató de cruzar con su vehículo el río Manilva, quedando atrapado en el interior del coche que fue arrastrado 200 metros por la corriente. Fue un policía el que le ayudó a salir por una de las ventanillas. El conductor, tan sólo presentaba síntomas de hipotermia. En Casares, lo más destacable fue la interrupción intermitente del suministro eléctrico.
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