miércoles, 18 de febrero de 2009

Introducción a los Verdiales


LOS ORÍGENES.

Se pierden en la noche de los tiempos, según las épocas del año de las celebraciones tradicionales: Navidad y San Juan. Estas costumbres se remontan a tiempos anteriores al cristianismo y se hace muy difícil precisar sus comienzos, un profano como yo se pierde entre fenicios, romanos, judíos, árabes, mozárabes y cristianos, y de todo tiene connotaciones esta tradición.
EL NOMBRE
Recientemente se le ha dado el nombre genérico de Verdiales, bonito nombre y merecido, pues este partido judicial de Málaga es, sin lugar a dudas, el que más ha hecho por conservarla y el que más ha contribuido en su divulgación. Pero este nombre se presta a polémicas puesto que existen varios estilos claramente definidos como son los de : Comares, Almogía y otros, por lo que pienso que para diferenciarlos habría que matizar.
LA FIESTA
De los Montes, de Verdiales, de Comares, de Almogía, de Jeva... Ningún nombre de estos la define totalmente, algunos son falsos y oportunistas y todos lo sabemos.Esta fiesta es milenaria, tiene más raíces, más historia que muchas de las localidades que pretenden darle su nombre. Esto nos debe hacer meditar mucho a todos los que la amamos. Pienso que esta fiesta tiene algo más. Para todos los iniciados en ella sólo con decir la fiesta y fiestero es suficiente. Parece como si en esto todos estuviésemos de acuerdo, como si existiera un plan tácito para no llamarla por nombre verdadero. Pero la fiesta se encarga ella sola de dejar clara su huella. ¡Esta es la Fiesta del Sol!.Si observamos con un poco de interés, veremos que los lugares donde la fiesta está viva curiosamente son las solanas. La Fiesta sigue naciendo al Sol saliente. Veremos como la Axarquía, Comares y su término, vibran con la Fiesta pero cuando la Loma de las Pitas vuelca hacia Colmenar y se hace umbría pierde su carácter fiestero. A la solana están también los términos de Jaboneros, Jotrón, Roalabota, Venta Larga, Verdiales, Santa Catalina y Barranco del Sol, cuando vuelca hacia Casabermeja, es decir a la umbría, pierde su fuerza fiestera. Lo mismo ocurre desde los Mora hasta Jeva, toda esta solana es fiestera al máximo pero cuando cruza El Torcal también se pierde. Esta Fiesta es de Málaga, la Ciudad del Sol, la capital de la Costa del Sol, son muchas coincidencias.

LA HISTORIA.
Esta Fiesta milenaria, según mis conclusiones, ha sonado en estos pagos desde tiempo inmemorial adaptándose a las gentes de cada época. Hay muy poco escrito sobre ella; su música se ha ido transmitiendo de padres a hijos, a veces con demasiado celo, haciendo que se concentrara en determinadas familias. Como su música, la historia también nos llega de boca a boca, dando lugar a grandes lagunas.Entre leyendas e hipótesis llegamos a las ermitas. A partir de aquí la historia se clarifica algo. En los archivos del Obispado de Málaga hay constancia de cómo la Fiesta contribuyó al mantenimiento de estas que, en realidad, eran parroquias rurales.El párroco nombraba a un mayordomo o alcalde mayor, cargo que siempre recaía en una de las personas más respetadas del término y esta, a su vez, nombraba a los alcaldes de las pandas los cuales se encargaban de buscar a los fiesteros.El día de San Andrés, fecha señaladísima en el campo pues marca el final de las siembras y es también la época de las tradicionales matanzas de cerdos, el mayordomo que, como decía antes, era respetable y por lo tanto pudiente, invitaba a su casa a los posibles alcaldes y les entregaba las varas de mando al tiempo que les adjudicaba un distrito dentro de los términos de la parroquia. Las pandas salían en las proximidades de Navidad recorriendo los alrededores, recaudando fondos para el mantenimiento de las ermitas.


ESTILO DE COMARES
La Fiesta en Comares merece un estudio completamente distinto al de los otros dos estilos, el Estilo Almogía y el Estilo Montes estaban muy ligados a las ermitas como cofradías de ánimas mientras que en Comares no hay constancia de esto. La Fiesta en Comares y sus aledaños (más en los aledaños que en Comares) se mantuvo como una cosa del pueblo, para celebrar actos sociales de diversa índole como el final de la vendimia, el de la siembra, bodas o bautizos. En Comares la Fiesta se hacía de forma abierta, es decir, tocaban, cantaban y bailaban todos los que sabían, nunca hubo pandas organizadas ni alcaldes ni mayordomos, no se usaba el sombrero de lazos, tampoco se bailaba la bandera, no se conocía ¨ el choque ni la rifa ¨. No fueron nunca "tontos" los fiesteros de Comares ya que no se celebraba la festividad de los Santos Inocentes. Nunca cobraron dinero por actuar, a lo más que se llegaba en esto eran las fiestas comerciales, estas eran las que se celebraban en ventas o tabernas para lucro del dueño. Los fiesteros comían, bebían y disfrutaban de la Fiesta, con esto se consideraban pagados.Paco el de Maroto me contó un día que le dijo su padre: "Hombre, yo toda la vía tocando y organizando fiestas y siempre me costó el dinero y tú le ganas más a las fiestas que a los borregos".Aquí nos encontramos con un enigma más de los muchos que esta Fiesta tiene, no sabemos si al no haberse adaptado a las normas que imponen los conquistadores hacen a este estilo más puro o, por el contrario, al separarse de los otros hace que degenere con cosas personales que, al no tener normas ni jurados, podían aparecer para bien o para mal. personalmente creo que el Estilo de Comares ha evolucionado en los últimos cincuenta años de forma considerable. Al final de la guerra, en los años cuarenta y según testimonio de la gente del lugar, la fiesta quedó en precario, sólo unas cuantas familias de los alrededores la practicaban. Cuentan que escaseaban los instrumentos, sobre todo el violín por lo que la fiesta se hacía con guitarra, pandero y platillos y aún así hacían una fiesta considerable. La guitarra tenía que hacer de instrumento director, de ahí viene que se siga haciendo con ella punteos y adornos que no se hacen en los demás estilos. Por estas fechas aparece el laúd en Comares, de manos de los hermanos ¨ Lolos ¨, sobre todo de Manuel que por motivos políticos estuvo en la cárcel y fue allí donde aprendió a tocar el laúd y la bandurria. Cuentan que era ya un manitas con la guitarra y al ver las posibilidades de estos dos instrumentos en la fiesta los incorpora, con mucha aceptación, y empieza a enseñar a los jóvenes entre los que destaca Pepe Sánchez y su hermano Manuel. Éstos enseñan a otros y el laúd arraiga en Comares como si siempre hubiese estado allí.Ya en los sesenta La Fiesta en Comares comienza a tomar otros derroteros, aparecen pandas más o menos organizadas que participan en los actos fiesteros de las ventas, concursos y festivales, dando a conocer a Málaga este estilo y causando una gran sensación. Esto se debe fundamentalmente a un hombre, un gran aficionado y conocedor de la fiesta, Hilario Sánchez. Con él aparece la Fiesta de Comares en todos los eventos, participa en las dos primeras grabaciones que se hacen de este estilo. La segunda, hecha en los Ventorros de Comares se tituló Fandangos de Comares, todavía no se había hecho extensiva la denominación de Verdiales. Creo que en esto la Peña Juan Breva tiene mucho que decir. Este disco fue el pelotazo definitivo para dar a conocer en Málaga y provincia ésta bonita fiesta. Sonó en todas las emisoras locales, estaba en las máquinas tragaperras y se oía en cualquier sitio y a cualquier hora. En esta grabación se consagraron dos virtuosos del laúd y el violín: Adolfo y Paco Romero, primos hermanos, fiesteros a corazón abierto que ponen sus vidas a disposición de la Fiesta. Ellos la organizan adaptándola a la fórmula de festivales y concursos que se celebran en Málaga sin perder su identidad. Le dan tal impulso que hacen que rebrote la sabia fiestera en todo Comares. Además de virtuosos como músicos son también buenos maestros que enseñan con facilidad a todo el que se lo pide y son ya varias generaciones de fiesteros los que siguen sus enseñanzas.El estilo de Comares es, sin lugar a dudas, el más rico musicalmente hablando. Esto se debe a que aquí el protagonismo l tienen las cuerdas. Los platillos, que se tocan repiqueteados, llevan el ritmo con el pandero que en esta modalidad tiene poco lucimiento. El violín, con los melismas árabes y las guitarras, laudes y bandurrias que se tocan punteados, son los instrumentos que le dan a este estilo su sello característico. El baile es muy armonioso y los bailaores tienen más posibilidades de hacer posturas y desplantes.

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