Voy a intentar ser lo más objetiva posible y en la medida de mis posibilidades, por la edad me refiero, voy a contar lo que verdaderamente ha pasado con el melocotón en Periana.
Ya se ha hablado en numerosas ocasiones que fue "Arrojo" un vecino de Periana que a su vuelta de un viaje a Argentina, impresionado por el sabor de esta fruta se la trajo para su pueblo, guardó los huesos y los sembró, con el paso de los años fue repartiendo huesos a todo el mundo hasta que se consolidó una grandísima producción en Periana, con renombre y con un prestigio importantísimo, venían camiones de todas las partes, Murcia, Granada... a cargar sus vehículos y venderlos en otros lugares, otros se destinaban para conservas... se puso en marcha improvisadamente una corría, para que todo el mundo llevara sus frutos a un punto concreto y pudieran venderlos a todo el mundo que venía de fuera.
Era algo extraordinario, que todo el mundo viniera a comprar este preciado durazno y el pueblo fue conocido en todos los rincones de Málaga y en buena parte de muchos lugares de Andalucía y España.
Este acontecimiento supuso un estímulo para todos los agricultores que nunca veían recompensado ni pagado su trabajo en el campo, los que tenían un trozito de huerta con ilusión sembraban duraznos porque sabían que les iba a reportar un extra que ayudaría a toda la familia a ir más desahogados durante todo el año.
Se acondicionaron las huertas para su regadío más continuo ya que el melocotón precisa mucha más agua, se adaptaron los caminos para que pudieran llegar a todas las fincas los vehículos... Todo el mundo pensó que el melocotón duraría eternamente y a principios de los ochenta no contaron con un pequeño percance.
La gran mayoría de los árboles de duraznos sufrieron una enfermedad que consiguió arrasar practicamente con un 90% de la producción
Ya por aquellos tiempos existían híbridos y los vecinos decidieron probar con esta nueva variedad resultando ser un autentico fracaso, las plagas arrasaban constantemente esta variedad, nunca se llegaba a tiempo a tratarlos debido al desconocimiento de esta variedad, entre estos motivos y otros que desconozco, débilmente se pudo hacer nada por recuperar el melocotón de Periana.
La corría de Periana dejó de funcionar hace unos quince años, los vecinos venden su producción exponiendo las cajas en sus casas, en comercios o en recintos públicos, visitantes de todos los puntos vienen a comprar sus cajitas de melocotones muy bien envasadas.
Viendo que todo estaba perdido desistieron en el empeño de recuperar variedades nuevas. La gente lo que quiere es la variedad que tanto éxito tuvo y tiene entre los vecinos y entre las gentes que lo conocieron y lo saborearon. Ese sabor dulce, refrescante, suave y delicioso es lo que se pretende recuperar en estos últimos años y muchos de estos vecinos ya están manos a la obra en recuperar la antigua variedad, unos a otros se pasan las semillas o intentan plantar los huesos y regalar los pequeños arbolitos, es una tarea lenta, pero bien merece la pena.
Como anécdota puedo contar que mi abuelo tenía una producción pequeña de unos 8.000 Kgr y ahora sólo quedan en la finca dos arbolitos que cuidamos con esmero y seguimos sembrando todos los huesos que recolectamos para que generaciones futuras puedan seguir degustando el auténtico durazno de Periana.
Actualmente la producción se estima en 500.000 Kgr, insignificante en relación a las grandísimas producciones de los años 70 y principios de los ochenta estimadas en una media de 10 millones de Kgr.
En conmemoración por aquel periodo tan importante en el pueblo desde hace aproximadamente quince años se celebra una fiesta dedicada al melocotón en donde se hace un reconocimiento y un recorrido gastronómico, se da mención a este fruto que tantas satisfacciones nos ha dado y probablemente nos dará en un futuro no muy lejano.
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Si hay alguna persona que desea hacer alguna puntualización o matización puede hacerlo a tavés del apartado de comentarios o a través de mi correo electrónico gefrilu@hotmail.com. Gracias
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