El esparto se ha cogido también como un elemento necesario para la actividad agrícola, convirtiéndose por ello en una necesidad entre los vecinos del pueblo, unos a otros se enseñaban a hacer utensilios útiles para sus necesidades básicas. El campesino necesitaba tener esparto para su trabajo o para su casa o cortijo. La mayoría de los enseres y aperos de labranza se hacían con esparto y el labrador o campesino solía tener a mano esparto verde que ponía en agua, una maza de madera para darle golpes y majarlo en una piedra de majar donde se colocaba.
Manojos de esparto. Los hombres buscaban el esparto en las sierras de alrededor del pueblo.
Espuerta de esparto.
Con él se hacían muchos aperos de labranza: aguaeras, serones, jarpiles, aparejos, bozales, ... y muchos complementos para el hogar: espuertas, cestas, esteras, sandalias de esparto, cuerdas (sogas, guitas, tomizas, ramales...), capachos, cinchos para hacer queso, forros de garrafas, asientos de sillas, etc. De este modo, por necesidad, muchas personas han sido artesanas en su hogar del esparto durante muchas generaciones. Hoy en día ya no es igual. Son muy pocas personas las que conocen esta técnica, suelen ser los mayores, y lo trabajan como entretenimiento.
Serón de esparto. En el capitulo de utensilios se mostraba la aguja con la que se cosía la pleita.
Serón de esparto. En el capitulo de utensilios se mostraba la aguja con la que se cosía la pleita.
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