TERREMOTO DE PERIANA:
UNA RECONSTRUCCIÓN SOLIDARIA
¡Oh santa Caridad! Ayer sin llanto
quedaron
nuestros ojos: las ideas
errantes, y
hoy en nuestro bien te empleas,
cubriéndonos
piadosa con tu manto…
¡Sublime
Caridad, benditas seas!
Tomás Rodríguez Rubí, ¡Granada…Málaga!
Periana, un pueblo
perdido de la Alta
Axarquía, por segunda vez en su corta historia, volvía a ser
noticia para la prensa. La primera vez lo fue en el año 1861, con motivo de los
sucesos revolucionarios de Loja que llevaron a la cárcel a decenas de sus
habitantes y culminaron con la ejecución a garrote vil, en la plaza del antiguo
Ayuntamiento, de Antonio Abad Morales Mostazo. En esta ocasión también lo fue por un motivo
luctuoso: el terremoto acaecido el 25 de diciembre de 1884, cuando el temblor
de la muerte se dejó sentir con toda su fuerza sobre el pueblo y nuestros
antepasados aterrados por el pánico, pensaron que el tantas veces anunciado fin
del mundo había llegado para ellos. Aquel nefasto día Periana no desapareció de
la faz de la tierra, pero todos sus habitantes quedaron sumidos en luto,
desolación y llanto.
La “Ilustración Española y Americana”
resumió de esta forma la situación: “…el pueblo de Periana es un montón de
escombros; el terremoto lo ha borrado del mapa; hay calles enteras en que se
han quedado los tejados al nivel del suelo;…”
Ante un panorama tan
desolador lo que necesitaba Periana, al igual que los otros municipios de
Granada y Málaga devastados por el terremoto, era ayuda para proceder a su
reconstrucción y esa ayuda, aunque con un poco de retraso, llegó gracias a la
solidaridad de muchos españoles y extranjeros.
Siendo el
instigador de la solidaridad con los damnificados el tarifeño Luis Seco de
Lucena, director del periódico “El
Defensor de Granada” cuando aconteció la catástrofe. Se dirigió a las autoridades y compañeros de
la prensa dando cuenta de la aterradora situación que vivían los pueblos
afectados por el terremoto. En un principio, aludiendo a la fama de exagerados
que siempre tuvimos los andaluces, sus desesperados llamamientos de socorro
lograron poco eco; pero “el héroe de la caridad”
como le bautizó el periódico “La Unión Mercantil de Málaga”, siguió actuando como portavoz
de las victimas y suplicando caridad para los perjudicados, consiguiendo remover la conciencia de los
políticos, de toda la prensa española y de algunos importantes periódicos
extranjeros como “The Times”, “Le Figaro”,
“Le France” y “O Progresso de Lisboa” …
Logrando que a los lugares más recónditos de Granada y Málaga, entre
ellos Periana, llegaran corresponsales para dar cuenta al mundo de lo sucedido.
Poniéndose en marcha, gracias a la tenacidad de Luis Seco de Lucena, un
movimiento de solidaridad como muy pocas veces se había dado en la historia de
la humanidad
UN
POCO DE HISTORIA
En la GACETA DE MADRID del
sábado 3 de enero de 1885 se público el siguiente:
PARTE OFICIAL
PRESIDENCIA DEL CONSEJO DE MINISTROS
SS. MM. y Augusta
Familia continúan en esta Corte sin novedad en su importante salud.
EXPOSICIÓN
SEÑOR: Tristes son
las noticias que de las provincias de Granada y Málaga con desconsoladora
rapidez trasmite el telégrafo, como resultado del fenómeno físico que desde la
noche del 25 de Diciembre último viene repitiéndose con aterradora frecuencia.
Pueblos enteros de
aquellas ricas y hermosas comarcas han desaparecido casi por completo, dejando
sumidos en la mayor miseria a sus habitantes, que con dolor indescriptible ven
la desaparición de los seres más queridos y de los bienes que a fuerza de
laboriosidad y constancia pudieron adquirir para el bienestar de sus familias.
El hambre amenaza ya
a aquellos pueblos ricos y venturosos ayer, y en el entretanto las moradas de
sus desgraciados habitantes yacen hacinadas y revueltas con el suelo feraz que
le proporcionaba la subsistencia.
Al subvenir tantas y
tan perentorias necesidades no bastan ni bastar pueden los recursos tan limitados
con que dentro del presupuesto puede contar el Gobierno de V. M.
Hay, pues, que acudir
a otros medios que proporcionen recursos para aliviar tanta desventura y hacer
menos sensible, en cuanto en lo humano quepa, la suerte de las tan desgraciadas
comarcas asoladas.
Atendiendo a
estas consideraciones, que sería inútil
extender más, porque con ellas bastan a demostrar su necesidad, vuestro
Presidente del Consejo de Ministros, del acuerdo con el mismo Consejo, tiene la
honra de someter a la aprobación de V. M. el siguiente proyecto de decreto.
Madrid 2 de enero de
1885
SEÑOR:
A L. R. P. de V. M.
Antonio Cánovas del Castillo
REAL DECRETO
Artículo 1º.- Por el Ministerio de
la Gobernación
se abrirá inmediatamente una suscripción
nacional con el objeto de atender en lo posible al remedio de los gravísimos
males causados por recientes terremotos en las provincias de Granada y Málaga.
Art. 2º.- Se invitará por los
respectivos Ministerios a cuantos cobran sueldos del Estado para que el haber
que le corresponda al día 1º del próximo mes de Febrero lo dediquen integro a
esta obra de caridad nacional.
Art. 3º.- Los Cuerpos Colegisladores
serán también invitados a contribuir colectivamente y con lo que sus individuos
tengan por conveniente a la misma obra, constituyéndose en junta especial para
promover su suscripción los Diputados y Senadores de las dos provincias
citadas.
Art. 4º.- Quedan autorizados
todos los Representantes de España en el extranjero para admitir los donativos
que espontáneamente se les ofrezcan con igual objeto.
Art. 5º.- Las Diputaciones
provinciales y los Ayuntamientos de todo el Reino serán estimulados a suscribirse
de por sí, o invitar a la suscripción a sus subordinados por los Gobernadores.
Art. 6.- Se formará en cada
una de las provincias de la
Monarquía una Junta provincial de auxilios a las victimas de
los terremotos, así como las Juntas locales y municipales que se consideren
oportunas para promover la suscripción general, cuidándose especialmente de que
en su composición entren personas de todas aquellas clases sociales que puedan
contribuir al alivio de los necesitados, sin distinción ninguna de opiniones.
Dado en Palacio a dos
de Enero de mil ochocientos ochenta y cinco.
ALFONSO
El Presidente del
Consejo de Ministros
Antonio Cánovas del Castillo
RESPUESTA
AL LLAMAMIENTO
El llamamiento a la
solidaridad que por Real Decreto había realizado el Ministerio de la Gobernación obtuvo pronta
respuesta, y 7 de enero se publicó el
primer listado de donantes y la cantidad recaudada que ascendía a 330.311´16
pesetas.
SUSCRIPTORES
|
PESETAS
|
SS. MM.
|
100.000
|
S. M. la Reina Doña Isabel
|
5.000
|
S. A. el Infante Duque de
Montpensier
|
5.000
|
Excmo. Sr. Presidente del Consejo de
Ministros
|
5.000
|
Excmo. Sr. Ministro de Estado
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de Gracia y
Justicia
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de la Guerra
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de Marina
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de Hacienda
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de la
Gobernación
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de Fomento
|
1.000
|
Excmo. Sr. Ministro de Ultramar
|
1.000
|
El Banco de España
|
125.000
|
D.
Francisco de los Santos por el Casino Español de la Habana
|
35.100
|
El mismo, por la Sociedad Andaluza
de la Beneficencia
de la Habana,
a cuenta de mayor suma
|
5.000
|
Importe
de un día de haber de los sueldos correspondientes a los empleados de la Real Casa y Patrimonio
|
4.004´46
|
Importe
de un día de haber del sueldo del señor Ministro y de los empleados de la Subsecretaria del
Ministerio de la Gobernación.
|
1.797´04
|
Importe de un día de haber de los
empleados del Gobierno Civil de Alicante
|
188´53
|
Importe de un día de haber de los
empleados de la
Diputación Provincial de Alicante
|
399´53
|
Sres. Weisveiller y Bauer
|
5.000
|
Excmo. Sr. Marqués de Urquijo
|
19.000
|
El niño Federico Abad
|
5
|
Excma. Sr.
Doña Susana Benítez, viuda de Pareja
|
2.500
|
Excmo. Sr. Conde A de Camondo
|
3.000
|
D. Manuel Antonio Capo
|
25
|
D. Eduardo Olgado, señora e hijos
|
50
|
D. R. M., Oficial retirado
|
200
|
D. Eusebio Giraldo
|
250
|
D.
José González Ambite, Sres. Mendelshon y compañía de Berlín, por conducto de
los Sres. Bayo y compañía
|
3.000
|
Excmo. Sr. Don Francisco Alonso
Rubios
|
100
|
SUMA…………
|
320.311´46
|
EL
PAPA TAMBIÉN COLABORA
El Excmo. Sr. Nuncio Apostólico en esta Corte ha dirigido
con fecha de ayer al Excmo. Sr. Ministro de Estado la siguiente Carta:
“Muy señor mío y amigo
de mi distinguida consideración: Las noticias del terrible desastre ocurrido en
algunas provincias de España a consecuencia del terremoto ha conmovido
hondamente a Su Santidad el Papa León XIII.
Queriendo por tanto llevar algún alivio a sus desdichados hijos que hoy
gimen bajo el peso de tamaño infortunio, el Padre Santo me ha ordenado poner
desde luego a disposición del Gobierno de S. M. Católica con el indicado fin la
suma de 40.000 pesetas. Lo que cumplo
con el mayor gusto y satisfacción, rogando a V. se sirva indicarme a quien puedo pasar la
referida cantidad”.
TODA
ESPAÑA AYUDÓ
España entera acudió
a las llamadas de socorro. Los donativos recibidos de todas las provincias de
España y territorios de Ultramar sumaron un total de 3.449.191´39 pesetas. He
aquí las cinco provincias que más y menos aportaron. La baja contribución de las provincias Granada
y Málaga viene determinada por el llamamiento que hicieron los prelados de ambas
provincias que llegaron a recaudar 1.500.000 pesetas.
PROVINCIAS DE ESPAÑA
|
PESETAS
|
Madrid
|
1.080.519´24
|
Provincias de Ultramar
|
456.549´05
|
Barcelona
|
157.925´59
|
Zaragoza
|
110.376´22
|
Cádiz
|
103.503´04
|
Soria
|
11.822´89
|
Orense
|
11.796´10
|
Granada
|
8.885´50
|
Málaga
|
3.296´68
|
Canarias
|
2.403´36
|
EL
EXTRANJERO NO SE QUEDÓ ATRÁS
Pero no fue solo de
todos los puntos de España de donde llegaron donativos, también lo hicieron del
extranjero, siendo treinta y cuatro los países de todo el mundo que
acudieron a las llamadas de socorro.
Alcanzado sus donativos la suma total de 3.000.794´46 pesetas. He aquí los
cinco países que más y menos aportaron.
PAISES DEL MUNDO
|
PESETAS
|
Alemania
|
475.746´28
|
Portugal
|
396.044´38
|
Méjico
|
386.999´59
|
Gran Bretaña
|
313.572´75
|
Brasil
|
263.279´64
|
China
|
3.003´55
|
Honduras
|
1.344´00
|
Haití
|
576´55
|
Dinamarca
|
545´00
|
Nicaragua
|
516´65
|
La
generosidad de españoles y extranjeros supuso la nada despreciable cifra de
6.455.985´85 pesetas – todo un dineral
para aquellos tiempos-, ahora había que buscar la forma de repartiros equitativamente
entre los pueblos damnificados para proceder a su reconstrucción
EVALUACIÓN
DE LOS DESPERFECTOS
Para cuantificar los
desperfectos de cada población, con fecha miércoles 28 de enero de 1885, los gobernadores de las provincias de Granada
y Málaga, remitieron a los ayuntamientos de los pueblos afectados la siguiente
circular.
Para cumplir la orden
del Excelentísimo Señor Ministro de la Gobernación se hace preciso que los alcaldes de
los pueblos de esta provincia remitan con toda urgencia los datos comprendidos
en el estado que a continuación se inserta; advirtiendo que se les exigirá las
más severa responsabilidad si de la comprobación pericial que se ha de hacer en
su día, resultan no ser exactos los datos referidos.
Estado comprensivo de
las desgracias personales y daños causados en este pueblo a consecuencia de los
terremotos ocurridos desde la noche del 25 de diciembre de 1884.
Nombres de los
perjudicados. Su condición social. Su estado civil. Desgracias personales
ocurridas en la familia. Pérdidas sufridas en su mobiliario e industria. Valor
aproximado de ellas. Recursos con que cuentas para su subsistencia. Número de edificios destruidos totalmente.
En el pueblo. En el campo. Estimación
probable de su reconstrucción. En los del pueblo. En los del campo. Número de edificios en inminente ruina. En
el pueblo. En el campo. Cantidad a que
puedan ascender las obras para su reparación. En los del pueblo. En los del
campo. Números de edificios resentidos. En
el pueblo. En el campo. Indemnización
aproximada que procede. A los del pueblo. A los del campo.
Como es de suponer, todos
los pueblos mandaron la información requerida lo antes posible, con la
esperanza de recibir algún tipo de socorro. Y en el país de los pillos, la
picaresca, a pesar de la gravedad de la situación, también hizo acto de
presencia, dándose el caso de un pueblo que no había sufrido ningún tipo de
daño y figuraba con ciento siete casas total o parcialmente hundidas y 66.813
pesetas de perjuicios. También hubo pueblos en que los daños se valoraron en
más de veintidós veces el valor de la riqueza urbana imponible del municipio. Estos
informes no sirvieron para nada, los daños causados por el terremoto en la
provincia de Granada eran muy superiores a los producidos en la de Málaga, sin
embargo, reflejaban lo contrario. Sinvergonzonerías aparte, lo cierto era que el
tiempo pasaba y las ayudas donadas para la reconstrucción de los pueblos
afectados no llegaban a los afectados.
Pero el siguiente
decreto aparecido en la Gaceta
de Madrid, hizo cambiar la situación.
REAL
DECRETO
A
propuesta del Ministerio de la
Gobernación, y de acuerdo con el parecer de mi Consejo de
Ministros,
Vengo en nombrar
Comisario Regio en las provincias de Granada y Málaga para dirigir e
inspeccionar la reedificación de los pueblos destruidos por los terremotos de
Andalucía, y dar empleo a los fondos recaudados por suscripción nacional en
aquellas atenciones a D. Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas, ex
Ministro de Fomento y Senador del Reino.
Dado en Palacio a
trece de Abril de mil ochocientos ochenta y cinco.- Alfonso.- El Ministro de al
Gobernación, Francisco Romero y Robledo.
La misión del
Comisario Regio, tal y como puso de manifiesto la prensa, días antes de su
nombramiento, no iba a ser nada fácil: ¡Y
cómo compadecemos al hombre a quien se le dé el encargo de repartir estos
fondos! Aunque sea la honradez en persona, aunque trabaje día y noche con la
mejor voluntad, aunque tenga la sabiduría de Salomón, ¡cuánto clamoreo se
levantará contra él! Y tal vez este será tanto más grande, cuanto más de
aquellas facultades posea. De seguro que
si los mismos ángeles hicieran la repartición, tampoco nadie quedaría
contento.
Globalmente,
la labor realizada por la
Comisaría Regía se puede valorar de manera muy satisfactoria,
disolviéndose una vez realizado su cometido 32 meses después.
Mucho
era el dinero recogido gracias a la generosidad de españoles y extranjeros,
pero más grandes eran las necesidades de las poblaciones afectadas. La Comisión Regia disponía
de 6.455.985´85 pesetas para repartir y 101 eran los municipios que la esperaban
como si fuera maná caído del cielo.
BAREMOS
PARA EL REPARTO DE AYUDAS
En un primer momento, al ser tan grandes
las necesidades y no tantos los recursos disponibles, el ministro de
Gobernación declaró ante el Congreso de los diputados que solamente serían
socorridos los propietarios que pagasen menos de 75 pesetas de impuestos. Pero
gracias al aumento de los donativos que llegaban y a la bajada de la primera
valoración de los daños, se pudo ampliar.
Pero considerando que era injusto que se socorriese en la misma
proporción al modestísimo propietario, que pagase 5 pesetas de contribución,
que al rico que lo hiciera con 600.
Para socorrer a los damnificados cuyas
casas resultaron dañadas, se tuvo en cuenta la cantidad que pagaban de
impuestos. Estableciéndose el siguiente baremo:
-
Al que pagase menos de 25 pesetas se le indemnizaría
con el 70 por ciento de lo perdido, declarado por la inspección facultativa.
-
Al que pagase entre 25 y 30 pesetas con el 60
por ciento. de lo perdido.
-
Al que pagase entre 50 y 75 pesetas con el 45
por ciento.
-
Al que pagase de 75 a 600 pesetas con el 30 por
ciento.
-
Las fincas que no estuvieran amillaradas(2) no eran
indemnizadas.
Por lo que
respecta a las casas destruidas se llegó a siguiente acuerdo. Tomando como
referencia el metro cuadrado de construcción que se fijo en 20 pesetas.
-
A las fincas cuyo valor, según
amillaramiento, no llegaba a las 250 pesetas se le auxiliaba con 200 pesetas.
-
Las comprendidas entre 250 y 500, 300
pesetas.
-
Entre 1.000 y 2.000, 500 pesetas,
-
Si pasaba de 2.000 se le entregaba una casa
nueva.
SOLIDARIDAD
CON PERIANA
A Periana de los
6.455.985´85 le correspondieron 300.587´30 pesetas (el 4´65 %), siendo el pueblo malagueño mas beneficiado,
solo superado por los municipios granadinos de Alhama, Arenas del Rey, Güevéjar
y Albuñuelas. La cantidad asignada a
nuestro pueblo pone de manifiesto la magnitud de la catástrofe ocurrida en el
mismo, en contraposición con la asignada a los municipios cercanos que apenas
sufrieron daños: Riogordo 647 pesetas, Viñuela 617, Colmenar 3.307´50, Alcaucín 8.251
Al no tener validez
los informes realizados por los gobernadores civiles de Granada y Málaga, todo
lo relacionado con el papeleo hubo que
volverlo a hacer, esto llevo aparejado un considerable retraso. El primer pago efectuado por la Comisión Regia en
Periana se produjo en noviembre del año 1885, su importe fue de 593´50 pesetas correspondientes
a 5 vales certificados. Estando fechado el último en diciembre de 1887, siendo
su importe de 316´65 pesetas correspondientes a 2 vales certificados de obras
ejecutadas por los propietarios damnificados por los terremotos.
En
aquellos tiempos, con el dinero asignado a Periana por la Comisaría Regía se podían hacer muchas cosas y la verdad es
que se hicieron. Utilizando expresiones
muy nuestras podemos decir que los cuartos cundieron bastante y dieron mucho de
sí, ya que hubo para construir el barrio de La Lomilleja con sus 10
calles, una plaza y 56 casas; se
repararon 26 casas; se auxilió a casi 500 damnificados con vales para que ellos
procedieran a reparar sus viviendas
y algo se empleó en escuelas (2).
MAS
SOLIDARIDAD CON PERIANA
La ayuda de la Comisión Regia fue la más importante, pero no la
única aportada para la reconstrucción de Periana. Podemos citar la construcción
de la iglesia costeada a cargo de los
fondos especiales que autorizó la
Ley de 14 de junio de 1885 para la reconstrucción de templos;
las escuelas adosadas a la misma sufragadas con un donativo que hizo la Diputación Provincial
de Álava; las casas construidas en La
Quinta por el Obispado de Málaga…
Periana, nuestro
pueblo, donde la tierra andaba y la desolación y el espanto convivió largo
tiempo con sus habitantes, aprendió bien la lección y llevó a la práctica ese
dicho popular que dice “es de bien nacido ser agradecido”, y cuando la ocasión
requirió su ayuda, siempre figuró entre
los municipios más solidarios.
1)
Según el diccionario de la RAE: Regular los caudales y
granjerías de los vecinos de un pueblo para repartir entre ellos la
contribución.
2)
Para
conocer con detalle lo realizado por la Comisión Regia en
Periana consultar en los números cuatro y seis de ALMAZARA, los artículos
publicados por Rafael Morales Villanueva y Francisco Santos Arrabal.
JOSÉ MANUEL FRÍAS RAYA
Publicado en
el número 40 de ALMAZARA, la revista
de Periana.
VEINTE MINUTOS EN LA FUENTE
Desde que tuve la
dicha de ser pregonero de San Isidro y
el infortunio de perder a mis padres, aconteceres ocurridos en los
últimos cuatro años, en mi calendario hay dos fechas que ineludiblemente me
traen a Periana: el 15 de mayo para echarle trigo al Patrón y, en los días
cercanos a los Santos, para arreglar las bóvedas de mis progenitores y ponerle
flores.
El
viernes, 25 de octubre de 2013, cumplí con la segunda de mis obligaciones
perianenses. Cuando viajo, al no gustarme conducir e ir casi siempre de
acompañante, suelo ser un huésped disciplinado, me dejó llevar y jamás pongo
reparos a lo que decide el conductor o su cónyuge. En esta ocasión era mi hermana, María
Dolores, la que llevaba la voz cantante, y decidió que la primera parada sería
en la carnicería de Pepe de “La
Adela” y el horno de
Anita.
A
las doce menos cuarto llegamos a La
Fuente, mi cuñado Miguel aparcó el coche en la puerta de la
que fue tienda de Pepita “Torres”. Cumplí con el ritual de saludar a San
Isidro, mojarme las manos y beber agua en mi caño predilecto. A continuación, llamé a Pedro Téllez Núñez “Mendas”,
con el que tenía una conversación pendiente, por si se encontraba en el pueblo;
pero me comunicó que no llegaría hasta el día treinta. Observé que Antonio “El Caribe” se encontraba
sentado en la puerta del que antaño fue el bar de José Manuel “El Pañero” –hoy
tienda de Juan de “La Adela”-,
me acerqué a él y, al igual que había hecho en otras ocasiones, después de
saludarnos, iniciamos una entretenida conversación. Antonio, - padre de mis
amigos de niñez Rafalito, Antoñito e Isidro-, que supera con propina los
ochenta, sigue teniendo una conversación agradable, una figura esbelta y una
agilidad que para si quisieran muchos con la mitad de sus años. Ni que decir tiene que pasé con él un ratillo
delicioso, me informó que aconsejado por sus hijos había dejado de ir a buscar
espárragos, pero que en cuanto hubiera pensaba ir a coger setas; rememoramos
sus tiempos de vendedor de pescado junto a la casa donde nací y pase mi niñez;
me preguntó sí conocía su actual vivienda y le dije que desde que emigré de
Periana, hace más de cuarenta y cinco años, no la había vuelto a pisar, con cara
de satisfacción me dijo que la actual es muy distinta a la que yo conocía,
ahora tiene cámaras y parece otra, siendo el cambio fruto de su estancia en
Alemania, donde trabajó algún tiempo y se trajo los cuarenta mil duros con los
que la arregló…, cuando la conversación estaba más que interesante, se presentó
una de sus nietas, hija de su hija Margarita (a la que pusieron ese nombre en
honor de Doña Margarita Carrasco Hette, la que fue casi 40 años comadrona de
Periana), conduciendo un gran coche, y se fue con ella para hacer, según me
dijo, algunos “mandaillos”.
Me
asomé a la puerta de la carnicería y estaba más llena que la iglesia del pueblo
en la misa del día del Patrón. Deduje
que la espera iba para largo y, al no encontrar nadie con quién hablar, busque
un remedio para aliviarla. Con “El Caribe” había comentado la poca gente que
pasaba andando y los muchos coches que lo hacían por donde estábamos
sentados. Así que miré la hora, me situé en la puerta cerrada
del edificio que albergó la farmacia de Francisco Torres Gómez, cogí papel y bolígrafo y decidí contar las
personas y coches que pasaban por allí. Cuánta tristeza y nostalgia me embargó
al recordar aquellos lejanos días cuando la Fuente, a esa y a cualquier hora del día, era un
hervidero de gentes. No concebía que un oasis maravilloso tuviera vida de
desierto. Entonces me di cuenta del inexorable paso del tiempo y de lo mucho
que han cambiado las cosas en Periana, aceptando resignado la manifiesta
realidad que me mostraba que nada es lo mismo aunque todo pareciera igual.
Ignoro si todos los
días sucederá lo mismo o lo ocurrido aquel viernes fue algo excepcional y los
caminantes, al tener noticias de que en La Fuente había un sujeto sospechoso que tomaba
notas, decidieron quedarse en sus casas; y los poseedores de coches se pusieron
de acuerdo en cogerlos todos y pasar por allí para que yo los anotase. Lo cierto es que en los veinte minutos que
ejercí de contable de humanos y vehículos a motor, transitaron por La Fuente 17 personas andando,
47 coches y 2 motocicletas; formándose en algún momento tal algarabía de
vehículos, que me entraron ganas de ponerme a regular la circulación. En honor
de los conductores debo manifestar que todos, sin excepción, demostraron un
perfecto conocimiento del código, pericia al volante, gran educación y
exquisita amabilidad: no hubo roce alguno, nadie tocó el pito ni se dijo una
mala palabra.
De las 17 personas
que pasaron andando por el lugar más céntrico del pueblo, 10 eran mujeres y 7
hombres, 13 de las cuales superaban los
50 años, siendo solamente cuatro las menores de esa edad: mi amigo Rafael
Llamas “El Correo” –pilar fundamental de esta revista-, un chico joven que
salió de la peluquería unisex que hay en la parte superior de lo que fue el Bar
Garrafina, de Antonio y Manuel “Castañetas”, y dos mujeres que charlaban
animadamente, desconocidas para mí.
Los
automóviles iban conducidos por 27 hombres y 20 mujeres, las motocicletas por 2
hombres jóvenes. Algunos coches llegaron
a pasar varias veces, dándose el caso de uno blanco, algo deteriorado, que
llegó a hacerlo en 4 ocasiones.
Referente a la edad de los conductores me atrevería a decir que
solamente 5 superaban los 50 años. Otra
característica que pude observar es que más de la mitad de los chóferes andaban
muy sobrados de peso. Sin tener conocimientos de dietética, pero el diagnostico
saltaba a la vista, me atrevería a calificar la gordura de cinco de ellos, tres
mujeres y dos hombres, como obesidad casi mórbida. Cuando abandonamos La Fuente, camino del bar de
mi prima Puri, no daba crédito a lo visto por mis ojos.
En
un pueblo como Periana, donde las calles son un regocijo para la vista y la
distancia entre los dos puntos más distantes de su núcleo urbano –pongamos por
caso de Los Empalmes al Cementerio, desde lo más alto del Barrihumo a lo más
hondo de la calle de Las Monjas o desde El Barrero al final del Carrascal-
puede recorrerse andando, en unos diez minutos, no comprendo la necesidad de
coger el vehículo: ¡con lo sano que es andar y lo agradable que resulta! Y, que yo sepa, el litro de gasolina cuesta en Periana, al igual que en
el resto de España, lo equivalente al pan que consume cada dos días una familia
de cuatro miembros.
No
sé cuando volveré por Periana, lo mismo puede ser dentro de cuatro días que de
cinco meses, las circunstancias y los avatares de la vida decidirán. Al
regresar, casi con toda seguridad en coche ajeno, ignoro el lugar donde
arribaré. De ser en La Fuente,
repetiría mí acostumbrado ritual: saludar a San Isidro, mojarme las manos,
beber agua en mi caño predilecto y si, por un casual, no encontrará con
quien hablar, volvería a tomar notas y
me encantaría comprobar que se han invertido los términos, que lo ocurrido el
viernes 25 de octubre de 2013 fue algo inusual: siendo muchas las personas que
pasan por el lugar más céntrico del pueblo andando y pocas en coche.
JOSÉ MANUEL
FRÍAS RAYA
Publicado en el número 40 de ALMAZARA, la revista de Periana.
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