Una de las cosas que mejor recuerdo es mi infancia, rodeada de ríos, caminos interminables, grandes veredas que acortaban la distancia de muchos recorridos que eran habituales para mi y mi familia... el verde de los campos en primavera, las flores, el sonido de los pájaros, el croar de las ranas en las noches de verano...
Levantarte y decir, quiero una mandarina, ir al árbol y cogerla... o cualquier fruta o verdura, la huerta de mi padre tiene de todo y cada vez trae nuevos árboles que probablemente el terreno no pueda criar, pero él lo intenta...
Frente a mi casa, no se pueden divisar grandes paisajes, pero podemos ver la aldea de La Viña y lo bonito de todo es que desde cualquier punto se puede ver mi casa, mejor dicho, la casa de mis padres...
Hay cosas que recuerdo con mucha nostalgia, como a mis abuelos, casi siempre estábamos a su cargo, y ellos siempre estaban entreteniéndonos como buenamente sabían o podían, hoy quiero recordar a mi abuela Mª Teresa Luque Pascual, porque aunque chocábamos mucho nunca podíamos pasar la una sin la otra, el caso es que fue ella la que me inculcó la necesidad de sembrar árboles, ella hacia el año 1956 sembró cuatro eucaliptos, de los cuales os muestro sus troncos, que hoy día son los reyes de la casa, seguimos cuidándolos como lo hacía ella y hace años en el año 1992, justo al lado en la parte derecha yo hice mi propia plantación de eucaliptos, un total de 10 que servirían para continuar con su ejemplo.
Estés donde estés abuela, que sepas que te hecho de menos...
como siempre con tus recuerdos me emociono, me gusta mucho,todo lo que escribes. un abrazo
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