EFEMÉRIDES PERIANENSES
Por
José Manuel Frías Raya
19 DE OCTUBRE
LUNES
19 DE OCTUBRE DE 1908
Por el gobernador civil
de la provincia le fue concedido permiso de armas a José Díaz Bueno.
VIERNES
19 DE OCTUBRE DE 1934
Copiada
textualmente de la prensa.
UNA
PATRIÓTICA MOCIÓN DEL ALCALDE
El día 16 del actual
celebró el Ayuntamiento de Periana la sesión semanal ordinaria y después de
despachar los asuntos de trámite se dio lectura por el secretario de la
Corporación, a una moción del alcalde que dice:
“Señores
concejales: Normalizada ya la situación general en España, restablecido el
orden que durante unos días se vio perturbado por la criminal intentona
revolucionaria que tanto luto y desdichas ha llevado a muchos hogares, y
considerando, por tanto, que la hacienda, vida y honor de las personas están
garantizados, no pueden ser motivos de alarma ni
suspicacias de ninguna clase las manifestaciones que esta Alcaldía se cree
obligada a exponer a la Corporación Municipal sobre el fracasado movimiento, en
lo que afecta a nuestro pueblo.
Como
en casi todos los pueblos de la provincia y de España, aquí también tienen las
huestes socialistas su organización, y como en casi todas las organizaciones de
aquellos pueblos, también a la de éste se darían instrucciones y facilitarían
medios para la empresa revolucionaria.
A
tiempo, unos pocos días antes, pudo apercibirse esta Alcaldía de que en el
anunciado y esperado movimiento revolucionario no eran ajenos algunos elementos
de los que figuran en el censo del partido socialista de Periana y de otro
similar, también de matiz izquierdista, y con la cautela y prudencia posibles,
de acuerdo con la comandancia de este puesto de la Guardia Civil, se montó un
servicio de vigilancia para evitar, si posible era, el desarrollo de sucesos
como los que hoy se lamentan en Teba y en otros muchos pueblos; servicio, que
dio un excelente resultado, pues si bien no ha habido represión de ninguna
clase, evitó, a mi juicio, el que durante los días luctuosos que se han
atravesado en España, aquí en Periana, sin alarde de fuerza ni medidas
extremas, la situación haya sido normal, desarrollándose todos los trabajos y
servicios sin el más leve incidente, hasta el extremo de que mientras en unos
pueblos el elemento obrero se ha lanzado a la desenfrenada y criminal intentona
y en otros han estado en expectación y preparados para hacerlo tan pronto
recibieran las instrucciones, en este han acudido todos a los trabajos del
campo y a los que tenía emprendidos el Ayuntamiento para invertir la cantidad
procedente de la décima para atender el paro obrero, sin que en ninguno de
estos destajos de trabajo se halla podido notar efervescencia ni síntomas de
secundar el movimiento, ni siquiera exteriorizar simpatías hacía el mismo, los
pocos que las sintieran, porque afortunadamente y para honra de nuestro pueblo,
el obrero de Periana, salvo contadas excepciones, es hombre de orden,
trabajador y honrado; más amante del hogar y de la familia que de las luchas
políticas y partidistas, que si bien hoy se encuentran asociados a un partido
es en primer lugar porque así lo han exigido las circunstancias, y después, más
bien por defender y conseguir reivindicaciones y mejoras muy humanas y muy
justas para sí, que por servir de pedestal para encumbrar a los profesionales
de la política. No es ante el obrero que
se deja fascinar por el espejuelo utópico con que suelen embaucarlos los
líderes del socialismo, para conseguir ellos, a costa de la sangre, el sustento
y la tranquilidad de pobres y honrados padres de familia, el logro de sus
malsanas pasiones y deseos egoístas de grandeza y despotismo.
Al
igual que a otros pueblos, también a éste habrán enviado armas los directivos
de la revolución; pero estas armas, o tuvieron que volver nuevamente al sitio
de procedencia o las han dejado ocultadas en el campo, porque los socialistas
de Periana, ni aun siquiera aquellos pocos que hubieran deseado obtenerlas, han
salido a recogerlas.
En
los demás elementos sociales de la localidad, sin distinción de clases y
matices políticos, ha podido observar esta Alcaldía el gran interés con que se
acogían las noticias, ya de la radio o de la prensa y con la sincera y sentida
virilidad que condenaba el movimiento, revelando una decidida predisposición a prestar
su colaboración y ayuda a la autoridad, si por ésta se hubiesen requerido.
Por
todo ello, esta Alcaldía cree un deber obligado el que en el libro de actas de
sesiones del Ayuntamiento conste esta nota de sensatez, ciudadana y virilidad
que en general ha dado el pueblo de Periana, y creyendo interpretar los
sentimientos del mismo, se haga saber, por conducto del Sr. Gobernador civil de
la provincia, al jefe de Gobierno de la nación, la adhesión y respeto de este
pueblo al régimen y poderes constituidos; y si posible fuera, que el
Ayuntamiento acuerde la realización de algún acto que así lo patentice, dando
por terminadas estas manifestaciones con el grito que debe dar todo buen
ciudadano amante de la patria, grande y chica.
Señores
concejales: ¡Viva España! ¡Viva Periana! “
Con
verdadero entusiasmo fueron repetidos estos vivas y después de muy breve
deliberación el Ayuntamiento, por unanimidad, acordó aceptar cuanto en dicha
moción se propone y que se inicie una suscripción popular para contribuir a la
nacional, abierta a favor de las fuerzas públicas, que tan heroicamente se han
producido para sofocar el movimiento revolucionario; y a favor de las familias
de las víctimas que éste ha producido, encabezándose dicha suscripción por el
Ayuntamiento con la cantidad de cien pesetas.
Para
terminar este pequeño trabajo, al cronista no se le ocurre
nada más que una sugerencia y es, que cuando el hombre, rico o pobre, se educa
bajo unos principios basados en la moral, el amor al prójimo y el trabajo, la
mala semilla podrá algún día apartarlo un poco del buen camino; pero nunca
conducirlo por derroteros donde la pasión, el odio y el crimen sean los que
fructifican.
UN
PERIANENSE
SÁBADO
19 DE OCTUBRE DE 1946
Se notificó al gobernador
civil de la provincia que Periana consumió durante la semana anterior 6853 kilogramos de pan que se vendía
a 2´20 pesetas el kilo.
MARTES
19 DE OCTUBRE DE 1965
La Hermandad Sindical
de Labradores y Ganaderos de Periana hizo público el siguiente anuncio.
Se
hace saber a todos los interesados en el uso de las aguas de la acequia de
“Guaro”, procedentes del nacimiento del mismo nombre, en el término municipal
de Periana, tanto en su destino agrícola como industrial, que el día 5 de
diciembre próximo, a las 12 horas, se celebrará Junta General en el salón del
cine de esta localidad con el fin de acordar la constitución de la Comunidad de
Regantes, las bases a que, dentro de los modelos oficiales, se han de ajustar
las Ordenanzas y Reglamentos, en las disposiciones que particularmente la
afecten, y el nombramiento de la Comisión que ha de formular los proyectos, que
han de someterse a la deliberación y acuerdo de la Comunidad, así como los del
Presidente y Secretario provisionales que han de representarla y certificar los
acuerdos.
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