HORIZONTES CERCANOS
Todo un lujo
PEDRO LUIS GÓMEZ
SUR 24 julio 2016
Dentro del elenco de malagueños ilustres que viven fuera de
nuestras fronteras y que ayudan a pasear el nombre de la tierra que los vio
nacer por esos mundos de Dios, ocupa un lugar muy destacado el médico, profesor
e investigador de la
Universidad de Texas Juan Manuel Pascual, que en estos días
ha pasado sus vacaciones anuales en Málaga, aprovechándolos magníficamente, ya
que sacó partido de su presencia para tomar posesión en el Salón de los Espejos
del Ayuntamiento de la capital malacitana como quinto académico de honor de la Academia Malagueña
de Ciencias. El acto solemne estuvo presidido por el alcalde, Francisco de la Torre , el presidente de la Academia , Fernando
Orellana Ramos, y fue clausurado por Benito Valdés Castrillón, presidente del
Instituto de Academias de Andalucía. La laudatio del doctor Pascual fue
pronunciada por José Becerra Ratia, vicepresidente segundo de la Academia y catedrático de
Biología Celular, quien expuso las raíces malagueñas del nuevo académico de
honor, al que conoció y asesoró desde que era un joven adolescente que
manifestaba sus primeras inquietudes científicas cuando comenzaba a estudiar en
la Facultad
de Medicina de la
Universidad de Málaga. Durante su intervención, José Becerra
resaltó igualmente el proceso formativo y los logros más recientes de Juan
Manuel Pascual, que incluyen numerosas publicaciones científicas en libros y
revistas profesionales del mayor prestigio, así como la reciente edición, junto
al profesor Roger Rosenberg, del tratado Rosenberg’s Molecular and Genetic
Basis of Neurological and Psychiatric Disease, que es la gran obra de
referencia en genética de las enfermedades neurológicas y psiquiátricas, y de
su última obra propia, ahora en imprenta, titulada Progressive Brain Disorders
in Children, que será publicada por Cambridge University Press y que inaugurara
un nuevo campo de la medicina como son las enfermedades degenerativas del
sistema nervioso en la infancia, dotándolas de una sólida base científica y
médica.
Pero lo que el público esperaba impaciente
era la intervención del doctor Pascual, que aparte sus dotes médicas y
científicas, es un hombre con una capacidad de comunicación de nivel, como
demostró que su discurso lo improvisó, sin consultar ni una sola nota, ni un
apunte, ante la admiración de un auditorio que abarrotaba el salón municipal,
con muchos de los asistentes de pie pese al calor de casi 40 grados de ese día.
La disertación de Juan Manuel Pascual, titulada ‘Desde los átomos hasta el ser
humano: aventuras en ciencia y en medicina’ se dividió en dos partes, en las
que expuso los principios que han regido su vida profesional, seguidos de un
ameno recorrido por varios experimentos y descubrimientos clave de su carrera
científica. Entre los principios rectores, destacaron el de que cuanto más
pequeño o fundamental es un proceso biológico, mayor es el impacto que ejerce
en el organismo, que para descubrir en qué se equivocan diversas teorías
científicas no hay que tomar partido por ninguna de ellas en función de lo que
las diferencia, sino atacar a lo que las une, que «cuanto más intensa es la luz
que se proyecta sobre un objeto, más alargadas son las sombras que se producen»
(Ludwig Wittgenstein), con frases tan geniales como la que dijo de que «la
suerte visita los laboratorios científicos pero siempre lo hace fuera del
horario de laborable», o «que reorganizar el conocimiento ya logrado o buscar
lo seguro no soluciona ningún problema científico» y que «dices la palabra
mágica y el mundo se pone a cantar» ( Joseph von Eichendorff)... Fue un lujo de
discurso que el propio alcalde de Málaga elogió en las redes sociales: «Acabo
de escuchar la intervención del doctor Pascual en el Ayuntamiento. Un lujo de
malagueño y un lujo para Málaga». Sería bueno que ese discurso, que imagino se
grabó, se ponga al alcance de los malagueños, ya que no existe físicamente en
ningún soporte, ni en papel ni en ordenador... Juan Manuel Pascual, largamente
ovacionado, vivió una grata jornada junto a su mujer, su hija y su madre, así
como de otros familiares. Cerró el acto académico el coro Scala Coeli, dirigido
por Alejandro Matas Aguilera y que interpreto el Gaudeamos Igitur, un Zorongo o
canción popular andaluza con letra de Federico García Lorca y The Road Home.
Pues eso, un lujo.
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