jueves, 3 de marzo de 2016

Peregrinación a Madrid y Torrelaguna y Bendición de Sta. María de la Cabeza de la aldea de Las Mayoralas - Periana (Málaga).










...Y DOS AÑOS DESPUES, A MADRID POR SANTA MARIA DE LA CABEZA

Santa María de la Cabeza
ya tiene casa en Periana,
y ha elegido para vivir
la aldea de Las Mayoralas.


En viaje organizado por la HERMANDAD DE SAN ISIDRO LABRADOR DE PERIANA. Dos años y veinticuatro días después de ir a Madrid por San Isidro, un numeroso grupo de perianenses –con edades comprendidas entre los veinte y ochenta y cinco años- emprendimos peregrinación a la capital de España y Torrelaguna para traernos a  su esposa, Santa María de la Cabeza.

Eran las cinco de la tarde del viernes 26 de febrero de 2016, en Periana lloviznaba y hacía más frío que rebuscando aceitunas en el Peñón de Navas, pero las adversas inclemencias del tiempo no consiguieron amedrentar a los perianenses que, con buena cara y excelente humor, en dos autobuses de la empresa que lleva el nombre del pueblo, nos dimos cita en Los Empalmes para emprender el viaje.

La lluvia fue nuestra fiel e incómoda compañera de desplazamiento durante todo el trayecto.  Hubo momentos en que descargó con bastante fuerza y algún que otro copo de nieve también hizo acto de presencia. Llegados a Madrid, pasada la medianoche, chispeaba levemente. Todos los peregrinos les pedimos a los Santos Esposos que los próximos días, sábado y domingo, no nos lloviera y, abusando de su confianza, también les suplicamos que la lluvia prevista para Madrid, si fuera posible, la desviasen hacía Periana donde tanta falta hace.

Y, una vez más, echando por tierra todas las previsiones meteorológicas previstas, el tiempo acompañó a los hijos de Periana desplazados a Tierras de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador.  Es cierto que hizo frío, mucho frío, pero como dice el refrán: “una buena manta el frío espanta”, así que abrigados de la cabeza a los píes con camisetas de lana, gordos abrigos, gruesos pantalones, chaquetones, bufandas, gorros, guantes, varios pares de calcetines… nos dispusimos a visitar algunos lugares isidriles.

         A las diez de la mañana del sábado 27 de febrero, dos autobuses nos esperaban a la puerta del hotel NH Ribera del Manzanares para iniciar nuestro programa. He de resaltar que en todo momento fuimos acompañados por hermanos de la REAL, MUY ILUSTRE Y PRIMITIVA CONGREGACIÓN DE SAN ISIDRO DE LOS NATURALES DE MADRID, que hicieron de cicerones. En nombre de todos los expedicionarios mostrarles nuestro más sincero agradecimiento por las deferencias que siempre tienen hacía nosotros.

         Comenzamos visitando la ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA, situada junto al solar de la cárcel y el antiguo cementerio de Carabanchel. Es el templo mudéjar más antiguo de toda la Comunidad de Madrid, siendo la única ermita románica-mudéjar que se conserva completa.
En el interior de la ermita, bajo la escalera que conduce al coro, hay un pozo del que cuenta la tradición que San Isidro Labrador abrevaba allí los bueyes de su arado. En esta ermita tuvo lugar el milagro del lobo. San Isidro se encontraba rezando en ella cuando aparecieron unos lobos. Uno de ellos atacó al borriquillo que nuestro Patrón había dejado en la puerta mientras oraba, pero el lobo cayó muerto sin hacerle daño.

A continuación nos encaminamos a la ERMITA DE SAN ISIDRO Ubicada en el Paseo de la Ermita del Santo. El origen de la primera ermita data de 1528, cuando la emperatriz Isabel de Portugal ordenó su construcción junto al manantial donde brota agua que la tradición popular considera milagrosa.

He aquí la historia de la referida fuente. Un día muy caluroso, Juan de Vargas, hacendado para el que trabajaba San Isidro y padrino de su hijo, acudió a visitar sus tierras. Llegó sediento y pidió agua a su gañán. Casualmente su cantarillo se encontraba vacío, ya que varios caminantes habían hecho lo mismo. Nuestro Patrono le indicó el lugar donde podía encontrar una fuente. Fue el señor de Vargas a buscarla, y como no la veía por ninguna parte, regresó enojado con su empleado, creyendo que se estaba burlando de él. El Santo Labrador dejó su yunta de bueyes y acudió al sitio señalado, hundió su aijada o aguijada en la tierra, y dijo “Cuando Dios quería aquí agua había” brotando agua en abundancia. Bebió Juan de Vargas y ochocientos años después, continúan bebiendo de ella los devotos de San  Isidro. Esta agua adquirió fama de milagrosa y a ella acudían enfermos de todo tipo buscando la curación de su mal.  Allí, la emperatriz Isabel de Portugal, como agradecimiento por haber sanado a su hijo el príncipe Felipe, futuro Felipe II (cuando éste era un niño,  de unas calenturas con el agua que hizo brotar el Devoto Labriego), mandó construir  una ermita, a donde acuden los madrileños a celebrar la romería en honor de su Patrón. Esta tradición la inmortalizó con sus pinceles el genial  Francisco de Goya en su Pradera de San Isidro y Emilia Pardo Bazán  la describió de forma magistral en la novela Insolación. La ermita existente en la actualidad es una segunda edificación que data del año 1725 financiada por el virrey de Nueva España: Baltasar de Zúñiga.

La emoción y devoción de todos los peregrinos era patente al encontrarnos pisando y viendo las tierras y lugares donde los Santos Esposos, vivieron ochocientos años antes. Siendo comentario generalizado que pisábamos las tierras donde San Isidro, el Glorioso Patrón de Periana, oraba mientras los Ángeles Yunteros hacían su trabajo.
Las visitas matinales finalizaron con la realizada a la SANTA IGLESIA CATEDRAL DE SANTA MARÍA LA REAL DE LA ALMUDENA. Ubicada en el centro histórico de Madrid, junto al Palacio Real.  Fue consagrada el 15 de junio de 1993 por Juan Pablo II, siendo la única catedral española consagrada por un papa. El templo está dedicado a la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de la ciudad de Madrid y de la archidiócesis.
Tras reponer fuerzas en un restaurante del centro de Madrid, nos trasladamos a la REAL COLEGIATA DE SAN ISIDRO Y NUESTRA SEÑORA DEL BUEN CONSEJO, donde se custodia el cuerpo incorrupto de San Isidro y las reliquias de Santa María de la Cabeza. La ceremonia de bendición de la Sagrada Imagen, concelebrada por los párrocos de la Real Colegiata y de Periana comenzó con la celebración de Eucaristía, revistiendo caracteres de gran solemnidad. Alcanzando su momento culminante cuando fue descubierta la imagen de Santa María de la Cabeza, por Luis Manuel Velasco Sáinz, Teniente de Hermano Mayor-Presidente de la REAL, MUY ILUSTRE Y PRIMITIVA CONGREGACIÓN DE SAN ISIDRO DE LOS NATURALES DE MADRID, y José María Camacho González, Hermano Mayor de la HERMANDAD SAN ISIDRO LABRADOR DE PERIANA. Adquirida por suscripción popular.  La bellísima escultura realizada en madera por el escultor madrileño Javier Tudesca Pérez – autor del San Isidro de “La Fuente”-, siguiendo el modelo de la que se venera en la Colegiata, mereció elogios y parabienes de todos los asistentes al acto. Vestida a la usanza medieval, lleva en la mano izquierda una alcuza de aceite, para la lámpara de la Virgen de la Piedad a la que cuidaba con gran dedicación y en la derecha el hacha o tea con el fuego para encenderla, atributos iconográficos de las ermitañas.  Otro momento espacialmente emotivo fue cuando el matrimonio formado por Fina “La Telesfora” y Manuel “Mollete”, se acercaron a la imagen de la Santa para ofrecerle una vasija con aceite verdial de Periana y un ramo de espigas criadas en las tierras de nuestro pueblo. La ceremonia concluyó con la visita al Camarín sepulcral de los Santos Isidro y María de la Cabeza.
El domingo 28, a las diez de la mañana, con algo menos de frío que el día anterior,  salimos de capital de España y tras recorrer 53 kilómetros en autobús llegamos a Torrelaguna, lugar donde se conocieron, casaron y vivieron algún tiempo Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador. Pueblo situado en el nordeste de la comunidad autónoma de Madrid a la que pertenece, justo en el límite con la comunidad de Castilla-La Mancha, lindando con la provincia de Guadalajara, en la comarca del Valle del Jarama. Su población se aproxima a los 5000 habitantes. Siendo el cardenal Cisneros (1436-1517), que fue regente de España en 3 ocasiones, su hijo más conocido.

Llegados al pueblo, donde hacía más frío que en Madrid, fuimos recibidos por la Junta de Gobierno de la COFRADIA-HERMANDAD DE LOS GLORIOSOS SAN ISIDRO LABRADOR Y SANTA MARÍA DE LA CABEZA DE TORRELAGUNA (MADRID) y algunas autoridades locales. A continuación, con la asistencia de una representación de todas las hermandades de Pasión y Gloria existentes en la localidad y numerosos vecinos del pueblo, a las doce horas comenzó una solemne misa dominical en la Iglesia de Santa María Magdalena ante la bendecida imagen de Santa María de la Cabeza, entronizada junto al altar. Finalizada ésta, la nueva imagen de la Santa, la que va a vivir para siempre en el Templete construido en Las Mayoralas, en terrenos cedidos por el matrimonio formado por mis buenos amigos: Isabel Jiménez Jiménez  y Manuel Alarcón Cómitre “Rasca”, procesionó por Torrelaguna. El pueblo donde María Toribia, huérfana desde muy niña, vivía con sus tíos.   El pueblo donde conoció a San Isidro. El pueblo donde se casó con el Santo Patrón de Periana y donde el Santo Matrimonio vivió algún tiempo. El pueblo donde falleció. Nuestra Santa María de la Cabeza, la que va a vivir en Las Mayoralas, paseaba por las calles de Torrelaguna en unas andas llevadas desde Periana, a hombros de torrelagunenses y perianenses, hermanados para siempre. En nombre de todos los expedicionarios, al igual que he hecho con anterioridad con los hermanos de Madrid, mostrarles nuestro más sincero agradecimiento por las atenciones que tuvieron con nosotros.

Pasadas las cuatros y media de la tarde y tras reponer fuerza en un restaurante de Torrelaguna, donde había un menú con el nombre de San Isidro, y tras ser obsequiados todos los peregrinos perianenses –llegados del pueblo, residentes en Madrid y otros lugares de España que se sumaron al acto- con una bolsa que contenía tierra y guijarros de la Ribera del Milagro situada en el río Jarama, río que la Santa cruzaba sobre una toquilla para ir a la Ermita de la Virgen de la Piedad de Torrelaguna, por la COFRADIA-HERMANDAD DE LOS GLORIOSOS SAN ISIDRO LABRADOR Y SANTA MARÍA DE LA CABEZA DE TORRELAGUNA, emprendimos viaje de retorno a Periana, donde llegamos cercana la una de la madrugada.

Me repito una vez más, y me repetiré las veces que haga falta, pero no puedo ni quiero terminar este escrito sin dar mi más sincera enhorabuena a la HERMANDAD DE SAN ISIDRO LABRADOR DE PERIANA por su buen hacer y disponer. Un nuevo éxito pasa a engrosar su magnifico historial.

P.D.: A la REAL, MUY ILUSTRE Y PRIMITIVA CONGREGACIÓN DE SAN ISIDRO DE LOS NATURALES DE MADRID y a la COFRADIA-HERMANDAD DE LOS GLORIOSOS SAN ISIDRO LABRADOR Y SANTA MARÍA DE LA CABEZA DE TORRELAGUNA (MADRID), reiterarle nuestro agradecimiento. ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias! Y, haciéndome eco de las palabras del Hermano Mayor de la HERMANDAD DE SAN ISIDRO LABRADOR DE PERIANA, pronunciadas en la Real Colegiata de San Isidro y Nuestra Señora del Buen Consejo en Madrid y la Iglesia de Santa María Magdalena de Torrelaguna,  decirle que os esperamos en Periana con júbilo en el corazón y los brazos abiertos para que seáis vosotros, nuestros hermanos de Madrid y Torrelaguna, los que coloquéis la imagen de Santa María de la Cabeza en su casa de Las Mayoralas.

JOSÉ MANUEL FRÍAS RAYA

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