Más de diez mil personas asisten al VIII Día del Melocotón, en el que se degustaron piezas de hasta medio kilo tras una cosecha excelente
La localidad axárquica homenajea al fruto con una fiesta
«Con un melocotón de estos, tienen para merendar dos personas», bromeaba Enrique Padilla, de 77 años y vecino de Periana, mientras sostenía orgulloso entre sus manos uno de los numerosos ejemplares de este fruto que ha cultivado en sus tierras cercanas, situadas en la zona del cementerio. Como él, todavía quedan en este pequeño pueblo de la Alta Axarquía alrededor de medio centenar de vecinos que cultivan este árbol frutal, que junto al exquisito aceite de oliva verdial, han hecho famoso y muy reconocida en toda la provincia a esta localidad, situada encima del pantano de La Viñuela, con unas vistas espectaculares y rodeada de fértiles tierras de cultivo.
Precisamente, la combinación de las tierras arcillosas y del benigno y suave clima de Periana han posibilitado que el melocotón que se cría en estas latitudes tenga unas peculiaridades únicas en el mundo, no sólo por su gran tamaño -con ejemplares de hasta medio kilo de peso cada uno, como los que ayer vendía orgullosa a las puertas de su vivienda la familia perianeña Padilla-, sino también por su profundo aroma, exquisito sabor ácido y su peculiar tacto aterciopelado.
La localidad axárquica homenajea al fruto con una fiesta
«Con un melocotón de estos, tienen para merendar dos personas», bromeaba Enrique Padilla, de 77 años y vecino de Periana, mientras sostenía orgulloso entre sus manos uno de los numerosos ejemplares de este fruto que ha cultivado en sus tierras cercanas, situadas en la zona del cementerio. Como él, todavía quedan en este pequeño pueblo de la Alta Axarquía alrededor de medio centenar de vecinos que cultivan este árbol frutal, que junto al exquisito aceite de oliva verdial, han hecho famoso y muy reconocida en toda la provincia a esta localidad, situada encima del pantano de La Viñuela, con unas vistas espectaculares y rodeada de fértiles tierras de cultivo.
Precisamente, la combinación de las tierras arcillosas y del benigno y suave clima de Periana han posibilitado que el melocotón que se cría en estas latitudes tenga unas peculiaridades únicas en el mundo, no sólo por su gran tamaño -con ejemplares de hasta medio kilo de peso cada uno, como los que ayer vendía orgullosa a las puertas de su vivienda la familia perianeña Padilla-, sino también por su profundo aroma, exquisito sabor ácido y su peculiar tacto aterciopelado.
Y es que ayer fueron pocos los que no quisieron perderse el placer de disfrutar de estos melocotones de 'Guiness', ya que este año la cosecha, aunque algo más tardía por las abundantes lluvias de este pasado invierno ha sido extraordinaria, con alrededor de 200.000 kilos de frutos, en las más de cincuenta hectáreas de tierras cultivadas. Para festejar este prodigio de la naturaleza, que es además el resultado de muchas jornadas de trabajo -«hay que mimar mucho a los árboles, cuidarles las flores y seleccionar sólo los que están mejor, para que crezcan más gordos», detalló el veterano agricultor Enrique Padilla-, el Ayuntamiento de Periana celebró ayer la octava edición de la Fiesta del Melocotón.
Así, a lo largo de toda la jornada más de 10.000 personas acudieron al municipio axárquico para disfrutar del extraordinario sabor de este fruto, y comprar alguna de las decenas de cajas que los vecinos pusieron a la venta a las puertas de sus casas, a diferentes precios en función del diámetro de las piezas. «Quiero llevarme cinco cajas, tanto de los más pequeños como de los más gordos. Están exquisitos», aseguraron Juan José Mayorga y su mujer Carmen Gómez, de 48 y 49 años, respectivamente, y vecinos de la barriada malagueña de Tiro Pichón. «Es la primera vez que venimos a este fiesta y nos ha encantado», comentaron.
«Este año la cosecha ha sido muy buena, aunque algo más tardía por las lluvias, pero los frutos son excelentes, de sabor y de tamaño», especificó el alcalde de Periana, Adolfo Moreno (PSOE), quien recordó que el origen del cultivo del melocotón en la localidad se remonta casi dos siglos atrás, «cuando llegaron los primeros huesos procedentes de Argentina, traídos por un vecino», concretó. «Pero lo peculiar es que aquí el melocotón se ha adaptado al entorno y se ha creado una variedad específica, que no se cría bien en otras zonas cercanas como Vélez o Alfarnate», añadió.
Concurso gastronómico
En efecto, el profundo olor y el exquisito sabor de los melocotones de Periana también quedaron muy patentes ayer en el concurso gastronómico organizado por el Ayuntamiento con motivo de la octava edición de esta fiesta en la que se homenajeó a estos frutos, que los vecinos conocen también como duraznos. Más de cincuenta recetas se presentaron al certamen, en el que se otorgaron tres premios, de 400, 250 y 150 euros.
La celebración, que se inició de manera más especial a partir de las 20.00 horas, contó con el pregón del diputado socialista Jesús Mora, quien alabó las cualidades dietéticas de este fruto y felicitó a los vecinos de Periana por mantener viva la tradición del cultivo de este árbol frutal, que junto al aceite de oliva verdial constituyen las auténticas señas de identidad del municipio.
Así, a lo largo de toda la jornada más de 10.000 personas acudieron al municipio axárquico para disfrutar del extraordinario sabor de este fruto, y comprar alguna de las decenas de cajas que los vecinos pusieron a la venta a las puertas de sus casas, a diferentes precios en función del diámetro de las piezas. «Quiero llevarme cinco cajas, tanto de los más pequeños como de los más gordos. Están exquisitos», aseguraron Juan José Mayorga y su mujer Carmen Gómez, de 48 y 49 años, respectivamente, y vecinos de la barriada malagueña de Tiro Pichón. «Es la primera vez que venimos a este fiesta y nos ha encantado», comentaron.
«Este año la cosecha ha sido muy buena, aunque algo más tardía por las lluvias, pero los frutos son excelentes, de sabor y de tamaño», especificó el alcalde de Periana, Adolfo Moreno (PSOE), quien recordó que el origen del cultivo del melocotón en la localidad se remonta casi dos siglos atrás, «cuando llegaron los primeros huesos procedentes de Argentina, traídos por un vecino», concretó. «Pero lo peculiar es que aquí el melocotón se ha adaptado al entorno y se ha creado una variedad específica, que no se cría bien en otras zonas cercanas como Vélez o Alfarnate», añadió.
Concurso gastronómico
En efecto, el profundo olor y el exquisito sabor de los melocotones de Periana también quedaron muy patentes ayer en el concurso gastronómico organizado por el Ayuntamiento con motivo de la octava edición de esta fiesta en la que se homenajeó a estos frutos, que los vecinos conocen también como duraznos. Más de cincuenta recetas se presentaron al certamen, en el que se otorgaron tres premios, de 400, 250 y 150 euros.
La celebración, que se inició de manera más especial a partir de las 20.00 horas, contó con el pregón del diputado socialista Jesús Mora, quien alabó las cualidades dietéticas de este fruto y felicitó a los vecinos de Periana por mantener viva la tradición del cultivo de este árbol frutal, que junto al aceite de oliva verdial constituyen las auténticas señas de identidad del municipio.
En el transcurso de la fiesta se hizo entrega también del Premio al Cosechero de Melocotón del Año, que en esta ocasión recayó en Antonio Peñas. El festejo continuó hasta altas horas de la madrugada, con degustaciones de melocotones, sangría aderezada con trozos de este fruto, y todo ello bajo los sones y la diversión de la Banda Municipal de Música de Periana, primero, y de los artistas Fernando Caro y la mítica banda de rock andaluz Triana.
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