El segundo paso a seguir en esta faena del campo es hacer una especie de chorros, para agilizar la labor de la máquina alpacadora que recogerá el cereal amarrándolo a presión dando como resultado final la alpaca.
En la antigüedad a la altura de este proceso ya los cosecheros habían transportado con sus bestias hasta la era más cercana o de su propiedad el cereal segado a mano.
Hay tres formas de amarrar las gavillas de cereal:
- De santiaguillo
- De relámpago
- machihembrao
Este accesorio que se acopla al tractor se llama hilerador de girasol y es el encargado de hacer hilos con el cereal segado.
Una vez segado, el cereal ha de secarse totalmente para poder ser ahilado y alpacado, de lo contrario no obtendríamos un óptimo resultado.
Gracias a José Antonio Muñoz Frías por su explicación y por colaborar conmigo en este reportaje que espero que sea de vuestro interés.
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Quisiera terminar este artículo con una frase que tiene que ver con el campo.
"El hombre que abandona la tierra se consume lentamente"
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