Homenaje a José Pascual García
(1941 – 4 de diciembre de 2025)
En la madrugada del día 4 de diciembre nos dejó José Pascual García, maestro de juristas, servidor público ejemplar y, sobre todo, un hombre bueno. Su marcha supone la despedida de una figura imprescindible en el ámbito jurídico-presupuestario español, pero también de un ser humano cuya discreción, generosidad y grandeza personal tocaron a todos quienes tuvieron la fortuna de conocerle.
Nacido en Mondrón, Periana, en 1941, José Pascual creció entre olivares, juegos infantiles y el cariño de dos familias profundamente arraigadas en la vida del pueblo. Desde muy pequeño destacó por su curiosidad, sensibilidad y afán de aprender. Aquella temprana vocación le llevó a la escuela del Seminario de Málaga, donde recibió una formación humanística excepcional y descubrió el poder de la palabra escrita bajo la influencia de su maestro, el gran poeta Alfonso Canales.
Su vida profesional fue tan amplia como admirable: maestro, Contador del Estado, Interventor y Auditor, profesor, escritor, conferenciante y referente indiscutible del Derecho Presupuestario español. Con esfuerzo incansable y una inteligencia privilegiada, ganó tres oposiciones, obtuvo el doctorado en Derecho, fue Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, y desempeñó puestos de máxima responsabilidad en la Administración del Estado durante 46 años, 7 meses y 2 días, hasta alcanzar el Nivel 30, la mayor categoría funcionarial.
Sus obras jurídicas —entre ellas Régimen jurídico del gasto público, conocido en el mundo profesional sencillamente como “El Pascual”— se han convertido en textos clásicos, de consulta obligada para opositores, funcionarios, profesores y expertos en la materia. Su aportación al nacimiento y consolidación del Derecho Presupuestario en España es, sencillamente, histórica.
Pero junto al jurista insigne convivía un hombre de una humanidad extraordinaria: cercano, humilde, incansable en el trabajo, generoso con su tiempo y su conocimiento, siempre dispuesto a ayudar. Quienes le trataron destacan su palabra limpia, su capacidad de escucha, su sentido del deber y su permanente búsqueda de “la obra bien hecha”, lema que guió toda su vida.
Su labor en la Administración, en la docencia, en la ONCE —donde contribuyó decisivamente a su transformación en una gran institución nacional— y en innumerables cursos y seminarios, fue siempre un ejercicio de servicio a los demás. Fue, como él mismo dijo que debían ser los funcionarios ejemplares, “un maestro”. Y lo fue hasta el final.
Nos deja una obra inmensa, un legado intelectual que seguirá vivo durante generaciones, y un ejemplo de integridad y espíritu público cada vez más necesario.
A su familia, amigos, compañeros y a todos los que hoy sienten su ausencia, solo cabe acompañarlos en el dolor y dar gracias por la vida de un hombre que engrandeció su profesión, su tierra y su país.
Que descanse en paz don José Pascual García, maestro de juristas y maestro de vida.



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