DISCURSO RAQUEL MORENO ARANDA.
Muchas gracias al Ayuntamiento de Periana por celebrar El Día Internacional de la Mujer Rural y gracias a las personas que han pensado en mi para tal reconocimiento.
Lo primero que he pensado es que de seguro habrá mujeres en Periana que tienen bien merecido este homenaje. Sin embargo, acepto este reconocimiento, no sólo en mi nombre, sino también en el de mis padres, María Dolores y Francisco.
Mi madre, definitivamente, por el montón de años de trabajo, por su esfuerzo y dedicación, es una auténtica mujer rural.
Ellos, se fueron a Barcelona por motivos de trabajo. Volvieron a Periana con una idea que apoyaron mis abuelos paternos y a día de hoy, 40 años más tarde, esa idea sigue viva…
Así que crecí en el campo, rodeada de naturaleza y con lo que empezaba a ser una Granja, un negocio familiar.
Ayudar en la Granja a mis padres y a mis abuelos era mi juego preferido. Mi padre siempre me decía: ve a la calle a jugar…pero a mi me encantaba estar revolviendo cartones, envasando huevos y no queda casi ningún trabajo en la Granja que no haya podido realizar.
Y con las limitaciones de entonces, sin buenas carreteras, sin luz, sin tantas comodidades… y con las limitaciones de ahora, un sinfín de papeleo, de permisos, renovación de infraestructuras, aquí seguimos.
Gracias al trabajo de mis padres, tuve la oportunidad de ir a la Universidad. Estudié turismo e idiomas…pero pronto la inquietud de ayudar me hizo empezar a trabajar en una multinacional. He vivido en Málaga capital, en Algeciras y en Sevilla y por todos estos sitios dije siempre orgullosa cuando me preguntaban: ¿de dónde eres?: ¡de Periana respondía con una sonrisa! Recibí formaciones y me permitió tener un trato muy cercano con el cliente: relacionarme con las personas y ayudar es mi pasión.
Y todo, poco a poco iba tomando sentido aunque eso no lo sabes hasta que pasan muchos años.
Hace ya 20 años, conocí a mi marido, Juan Miguel, que fruto de la casualidad o cosa del destino resultó que su abuelo paterno tenía una pequeña Granja de gallinas en Adra (Almería) y lo conocían como “Juan el de la Granja”. Hemos contado también con el apoyo y la ayuda de mis suegros durante todos estos años, personas también vinculadas a la agricultura y que pudieron darle también estudios universitarios a su hijo.
Y viviendo y trabajando en Sevilla, de pronto, la necesidad de estar con la familia, con mis padres, en mi pueblo, empezó a ser muy importante y mi marido me apoyó. Y regresé… porque también sería una pena que se perdiera el trabajo y el esfuerzo de todos estos años. Sin mis padres y Juan Miguel nada de e4sto sería posible.
Ahora tenemos dos motivos, dos motores que nos animan a seguir día a día, nuestras hijas: Lucía y María. Y que muchas veces dan ideas y aportan soluciones muy grandes siendo todavía pequeñas.
Qué la celebración de este día sirva para animar a las futuras generaciones a contribuir en la mejora de la economía de nuestro pueblo.
Y ya, para no alargarme más, quiero volver a dar las GRACIAS a todas las personas, familia, amigos, vecinos, trabajadores, clientes, qué, de una manera u otra, muchas veces sin saberlo, han contribuido al crecimiento de Granja San Isidro-Cortijo La Viña que cuenta con clientes en los pueblos vecinos, Málaga y gran parte de Andalucía oriental.
HOMENAJE A ENCARNACIÓN PÉREZ RUIZ
Buenas tardes a todos y todas. Hoy nos encontramos aquí en Periana para celebrar el día de la mujer rural 2023. Este año, el Ayuntamiento ha acordado que el reconocimiento a la trayectoria de la mujer rural recaiga en María Encarnación Pérez Ruiz, la Encarna de Lucas o como todos la conocéis, la Encarna del comedor.
Y me toca a mí, su hijo, el dedicarle unas palabras en representación de toda su familia.
Que os voy a decir…., que… para mí va a ser muy emotivo (perdonad si me emociono) pero es que mi madre es mucha Encarnaaaa...
Para nosotros, sus hijos, mi madre junto a nuestro padre, Lucas, han sido siempre un ejemplo de trabajo, lucha, humildad y unidad.
En concreto y enfocados en esta gran fiesta del reconocimiento al esfuerzo y a toda una vida de trabajo y dedicación de las mujeres en el entorno rural, vamos a recordar un poco, como ha sido la vida para esta gran mujer, a la que conocemos por su encantadora sonrisa, por estar siempre para los demás, por su ternura, su comprensión, por ofrecerse para todo. Por su habilidad para cocinar, para coser, para crear, para pintar….en definitiva, por ser una persona trabajadora, afable, bondadosa y de un gran corazón.
¿Quién no conoce a la Encarna del comedor?... A ver… cuantos de vuestros hijos o nietos no han comido en el comedor…. Y seguro que hasta vosotros habréis probado las tortillas de patatas, gazpacho, ajo blanco… que antaño se hacían en los festejos del pueblo.
Mamá …..¿cuántos bocadillos, croquetas o tortillas habrás hecho? Creo que sería un número de Record Ginness.
Bueno…. Que me vengo arriba y te saco una estrella Michelin…
A lo que voy…
Pues esta gran mujer comenzó su historia en Málaga, lugar donde nació, justamente en el barrio de Mangas Verdes, un 28 de diciembre de 1948. ¡Tenía tantas ganas de ver este mundo que no le dio tiempo de que llegara el Taxi! . Al poco de nacer se fueron a la Granja Suárez junto a sus padres y sus dos hermanas mayores. Sus primeros correteos los hizo allí, jugando cerca del Arroyo del Cuarto y haciendo frecuentes las visitas a su padre para llevarle la comida al Cortijo de Torres en Teatinos.
Siendo aún pequeña, con 5 años, su familia se traslada a La Molina, termino municipal de Cútar, pero lugar donde confluyen distintas pedanías de Comares, Benamargosa, Riogordo y Cútar. Allí, junto a sus abuelos, tíos y primos pasó una infancia muy buena, hasta que, a los siete años perdió a su madre, tras dar a luz a su hermano.
Desde ese momento, su familia materna se convirtió en un apoyo importante, tanto para ella, como para sus hermanas y para su hermano recién nacido.
Nuestra Encarna era una chica curiosa, inquieta, buena, creativa y cada vez que tenía ocasión, le encantaba visitar a su familia paterna, para jugar con sus primos. ¡pasaba mucho tiempo también en la casa de sus abuelos paternos en Los Gallegos, con su tía Victoria, sus primas y su tío y, Antonio Rata!
Sus hermanas se casaron pronto, cuando ella tenía 12 años, y Encarna tuvo que tomar responsabilidades rápidamente, tales como convivir con los fogones, con las tareas del campo, aprende a remendar, a cultivar, a cuidar de su hermano pequeño… en definitiva a todo lo que implicaba llevar una casa adelante. Aunque apenas estuvo unos meses en el colegio, en la Zubia, ella aprendió y desarrolló el placer por leer.
Así discurrieron los años. Con frecuencia, ella iba a visitar a sus hermanas casadas, Pepa en Los Romanes y Antonia en Regalón. Y claro… entre visitas y visitas, nuestra madre conoció a la persona con la que crearía su hermosa y gran familia, nuestro padre, Lucas Ríos Alarcón. Y cuando ella contaba con 18 años, se casaron, exactamente, el 25 de abril de 1968, tomando como residencia Regalón, lugar donde comenzaron juntos su aventura.
Como nuestro padre ya había estado trabajando fuera de Andalucía, en concreto estuvo varias temporadas en Sitges, una vez casado con Encarna se fueron juntos a trabajar al Hotel Platjador. Aquí fue donde se adentró de forma profesional en el mundo de la cocina además de realizar otros trabajos dentro del hotel.
Y no todo era trabajar…. estando por esos lares asistió a conciertos, al cine y pudo disfrutar de la música yeyé que por allí acontecía.
Tras varias temporadas, deciden volver a su tierra. En Regalón nacen sus hijos mayores Antonio Lucas y José Félix. Durante este tiempo Encarna se dedicaba a las labores de la casa, que no son pocas, cocinar, ira por leña, cuidar de los animales, amasar (mama me encantaba tu pan y sobre todo las tortas de masa y los mantecados), además de recoger aceitunas y criar a sus hijos.
Vivian cerca de sus suegros, de su cuñada Dolores y de su hermana Antonia. Os podéis imaginar las reuniones tan buenas, las risas, las coplillas, los chascarrillos, las poesías del tito Ángel,…. Eran tiempos de trabajo duro, pero también de armonía y felicidad.
En el año 73 se mudan al casco urbano de Periana, en concreto a la Plaza del Obispo, donde nace su tercer hijo Juan Carlos. Luego nos trasladamos a la Calle Ancha, por cierto, estando aquí nace el pequeño de la familia, Ángel (ya faltaba menos para el equipo de fútbol). Siempre hemos estado rodeados de buenos vecinos. Y aquí recuerdo mucho a nuestra María de Cagaceno.
Como os podéis imaginar, el día a día en casa con cuatro hijos, el abuelo materno y nuestro tío Jose Miguel, que ha estado mucho con nosotros, ha sido, de todo menos aburrida.
Y cuando Ángel tenía más o menos dos años Encarna empezó a trabajar en el Ayuntamiento, y entre una de las labores, era la de ir a echar una mano en la cocina, Además alternando este trabajo con el de cocinera en el Bar del Americano y los veranos trabajando en la Alcaicería con el verdeo…. Digno de admirar mamá!! Ole tú….…..
Tanto trabajo ha ido teniendo su recompensa. Ya en el año 85, nos mudamos a la Quinta, allí cumplió el sueño de tener su propia casa. Una casa que construyeron con mucho esfuerzo y cariño. Hemos tenido la suerte de tener buenos vecinos como Alicia y Manolo, Rafael, la Dolores, Elena, los Broches, y que siempre la han tratado con mucho cariño.
En el 1988 se estabiliza su trabajo en el colegio y pasa a ser fija en la cocina, trabajando codo con codo con sus compañeras Toñi e Isabel. Trabajo del que se jubiló hace unos años.
En todo este tiempo ha habido altibajos, sobre todo cuando falleció nuestro padre… pero ahí ha estado mi madre siempre, dando ejemplo de superación, con su mejor sonrisa, animándonos a todos a seguir adelante, a estar unidos y demostrando que pasito a pasito, cariño y bondad esta vida merece la pena.
Y vaya que merece la pena…. Nos hicimos todos grandes y hemos empezado a llenar la casa de mujeres…. Mi madre loca de contenta… por fin había féminas en casa…ahora casi son mayoría...
En resumen, y si habéis estado viendo las imágenes que hemos recopilado para destacar la vida de mi madre, lo importante para ella es la FAMILIA, en mayúsculas. Ella disfruta viendo la casa llena de gente, de hijos, nietas, sobrinos, hermanas, consuegros, amigos…saliendo a disfrutar del campo, de la playa, de la comida, de excusiones con sus amigas, volviendo a la escuela y desarrollando en estos últimos años su faceta como artista, plasmando toda su creatividad pintando con todo tipo de técnicas,…
Mamá eres una mujer sabia que reconoce la esencia de nuestra existencia….
Te mereces este y todos los reconocimientos del mundo por ser como eres, buena, sencilla, trabajadora, cariñosa, valiente... no pudimos haber escogido mejor madre.
Mama…. Te queremos!!!
Durante la tarde de hoy se ha celebrado el Día Internacional de la Mujer Rural en el Salón de Actos María Zambrano, la convocatoria era a las 17:30 horas que daría comienzo una presentación de la jornada de la mano de Inmaculada Vega para minutos después realizar una mesa redonda donde intervendrían, Raquel Moreno Aranda, Carmen Moreno López, Laura Alarcón Moreno junto con la concejala de Igualdad Almudena Vázquez Ranea, que aportó la trayectoria profesional de su abuela materna.
A continuación se comenzó con el primer reconocimiento de mujer rural, otorgado a Raquel Moreno Aranda, la cual centró su discurso en la trayectoria profesional de su madre, realzando la fuerza y valentía cuarenta años atrás.
A continuación tuvo lugar el reconocimiento de Encarnación Pérez Ruiz en donde su nuera relató detalladamente toda su vida.
Finalizando el acto con una merienda convivencia.
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