jueves, 20 de mayo de 2010

Periana se cubre de Trigo.


Sur.es 16/05/2010.
  • Durante el recorrido que duró unas nueve horas, los portadores recogieron 40.000 kilos de cereal
  • La localidad cumplió con la tradición de pagar las promesas a San Isidro


Un año más, Periana cumplió con una de las tradiciones más antiguas y originales de la localidad. Los vecinos se volcaron con el patrón de los agricultores y acudieron de distintos puntos de dentro y fuera de la provincia para pagar con trigo las promesas que le piden a San Isidro. El repique de las campanas a las cuatro y media de la tarde y el estruendo de los cohetes, anunciaban a todos los presentes que la procesión acababa de comenzar. El recorrido, que se desarrolla por las principales calles del pueblo, a penas tiene un kilómetro de extensión, pero la procesión se dilata cada año durante nueve horas. «La duración depende de la cantidad de trigo que le echen. Un vecino donó una vez 3.500 kilos», aseguraba el jefe de trono Enrique Avilés.
En el pueblo hay mucha demanda para ser portador del trono del patrón de los agricultores, «pero intentamos que nadie se quede con las ganas», indicaba Avilés quien señalaba que este año han sido un total de 80 los hombres encargados de procesionar y de recoger el trigo que pacientemente arrojan los vecinos.
En esta ocasión por ser en sábado la procesión estaba más concurrida que nunca por lo que la organización esperaba superar los 34.000 kilos que se recogieron el año pasado a pesar de la crisis. El dinero que se recauda con la venta del trigo se destina a los gastos de la organización de la feria del pueblo y una parte a una ONG.
Promesas
«Yo le he echado 440 kilos para que nos libre de todo y que el campo sea más rentable», explicaba José Rodríguez, un agricultor vecino de Periana, quien además guardaba su turno para arrojar al patrón otros cinco kilos de trigo que había comprado por encargo de una familia de Bilbao que se había enterado de la tradición y quería realizar sus promesas a San Isidro. «La mayoría pide por la salud, pero también por el amor, el trabajo y el dinero», afirmaba este vecino.
José Luis Retamero, otro agricultor, tampoco faltó a su cita y como todos los años le echó al santo 150 kilos. «Le he pedido por la salud y la verdad es que hasta ahora no me ha ido mal», recalcaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario