domingo, 5 de septiembre de 2021

La “guerra del agua” en la Axarquía enfrenta a olivareros y subtropicales.

Suspenden el riego del olivar en favor de los frutales.
Advierten de los riesgos para un árbol milenario muy implantado en Periana.


www.malagahoy.es - 05/09/2021

La falta de agua en la Axarquía ha llevado a la Comunidad de Regantes de las Aguas de la Acequia de Guaro de Periana a suspender temporalmente el riego del olivar en favor de los frutales. La decisión está causando enfrentamiento entre los agricultores que sitúan al subtropical en el centro de la diana. Para algunos es el comienzo de la “guerra del agua”, para los ecologistas no es más que “la consecuencia lógica de la expansión del regadío”.

Desde hace un par de semanas aproximadamente, la Comunidad de Regantes de las Aguas de la Acequia de Guaro en Periana ha cortado el suministro de agua de los olivos. En un comunicado enviado a los regantes, explican que “debido a la prolongada sequía que estamos padeciendo y al nivel de agua en que se encuentran los pozos que nos abastecen nos vemos en la obligación de suspender temporalmente el riego del olivar y el agua de que se disponga será destinada para el riego de los cultivos más subtropicales como pueden ser los frutales”. En este grupo se encuentran básicamente naranjos, melocotones y “sobre todo, aguacates” señalan muchas de las voces consultadas.

No obstante, no es la primera vez que se toma esta medida que además viene recogida en el artículo 83 de los estatutos que rigen esta comunidad de regantes y en la Ley de Aguas de Andalucía. Además, como recordó el presidente, Manuel José Benítez, “se está adoptando en otras zonas de olivar de Andalucía”. Entre otras, en la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir a partir de octubre.


LA COMUNIDAD DE REGANTES HA PARADO LOS RIEGOS ANTE LA SITUACIÓN DE LOS POZOS

“El olivar no necesita tanta agua. Es duro, así que aunque le faltase riego, el árbol no se perdería. En cambio, los frutales son frágiles y además de la fruta corremos el riesgo de perder la planta”, explicó Benítez que es además el presidente de la Cooperativa Olivarera y Frutera San Isidro de Periana. “Ha sido una decisión difícil pero había que tomarla para poder estabilizar los pozos. No obstante, la campaña de aceitunas está asegurada y los olivos tendrán el último riego antes de que comience. Será para finales de este mes o principios del que viene”, aseguró el presidente de los regantes.

Benítez explicó que Periana se abastece de dos pozos que proporcionan alrededor de 50 litros por segundo. Actualmente hay sólo uno en uso. “La prioridad es el consumo humano, por eso nosotros nos quedamos para riego con el sobrante. Por experiencia sabemos que cuando éste está por debajo de los 50 metros la situación puede volverse peligrosa, de ahí a que hayamos querido estabilizar el pozo”, informó el presidente del colectivo, quien cifró en 17 litros los necesarios para el consumo humano.

El acuerdo establecido por la Comunidad de Regantes de las Aguas de la Acequia de Guaro también recoge que “para un mejor funcionamiento la red de abastecimiento, distribución y las casetas de contadores, sólo podrán ser manipuladas por el guarda o personal autorizado”. Además anunciaron la elaboración de un calendario para la distribución del agua entre los distintos sectores.

En Periana, existen actualmente, 605 hectáreas de regadío. El olivar, el 80% de variedad verdial, ha sido tradicionalmente el cultivo dominante; ahora como reconoció Benítez “el subtropical está ganando terreno al ser más rentable” y “cada vez necesitamos más agua”.



Y esa es precisamente la queja que estos días trasladan algunos olivareros y ecologistas de la Alta Axarquía. “Hay quienes vienen almacenando agua y sustrayéndola de forma irregular para el riego de los aguacates, denunció Rafael Núñez, presidente de la Asociación Almazara, quien explicó que “el plan de riego y la acequia de la Comunidad de Regantes de Periana no fueron pensados ni planeados para cultivos subtropicales, sino del terreno, es decir, mediterráneos.

En la opinión de este profesor de Historia, “es una perversión del planteamiento original y del uso y suministro del agua de riego, costeados entre todos los regantes cuando ni había aguacates ni se preveía tal distorsión”.

Por eso, Núñez criticó que desde la comunidad de regantes “se les privilegie” en vez de advertirles “del riesgo a desertización y a inflar la burbuja que puede acarrear la expansión de subtropicales e hipotecar el futuro del municipio”. Núñez también apeló al plan de las tierras de regadío de Periana y las instalaciones de riego que “son un patrimonio municipal de los cultivos históricos del terreno y clima mediterráneos, es decir, de los cultivos adaptados a las condiciones de suelo y clima de nuestro municipio”.

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