viernes, 15 de enero de 2021

TODA UNA VIDA Carmencita de "Las casas nuevas".

Purificación Luque Fernández nace el 25 de marzo de 1889 a la edad de 23 años se casa con Francisco Frías Oviedo ambos vecinos de la aldea de Moya, allí nacerían sus seis hijos, José (16/01/1913), María (11/01/1915), Francisco, M.ª Purificación (23/03/1922), Antonio (13/05/1924) y Carmen Frías Luque (04/06/1928).



A la edad de 14 años queda huérfana de padre y tras ese duro revés la familia se trasladaría a vivir a la aldea de Mondrón por motivos laborales, Antonio pasaría a trabajar a la fábrica de aceite de mano de la familia Pascual. Poco tiempo después Antonio se casa con Dolores, Carmen y Purificación se trasladan de nuevo a Moya, Francisco en esos años estaba en Bilbao trabajando en la construcción, poco más tarde y tras un cambio de destino laboral de Francisco a Málaga decide comprar una casa en Periana, concretamente en “Las casas nuevas” en calle D. José Núñez Moreno nº 1 y llevarlas al pueblo a vivir con él, donde podrían tener una vida más cómoda. 



Carmen aprovecharía la ocasión para sacarse el curso de costurera a distancia, ya que tenía mucha vocación por la costura. 


En esta imagen posa Carmen y familiares el 15 de mayo de 1965. De izquierda a derecha Salvador Muñoz, María del Carmen Luque, Su hermana Águeda, María Frías Luque, Pura Luque, Carmen Frías y Antonia Luque.

El resto de hijos ya casados y con descendencia vivían en distintos puntos. 

José Frías Luque se casaría con María Teresa Luque Pascual y tendría cuatro hijos, María, Francisca, Isidro y José Antonio, se instalarían en la Junta de los Ríos en una parcela que heredaría M.ª Teresa de sus padres. 

María Frías Luque se casaría con José Luque Pascual, y tendrían 6 hijos (Mª Carmen, Francisco, José, Antonia, Águeda y Pura). 

Francisco Frías Luque siempre al lado de sus padres nunca se casó. 

M.ª Purificación Frías Luque se casaría con Pepe Vega y tendría 6 hijos (Purificación, Cecilio, Francisco, José Ramón, Carmen y Juan Antonio), tras vivir unos años en la aldea de Mondrón, pronto probarían suerte en la capital malagueña en busca de un futuro digno para su prole. 

Antonio Frías Luque se casó con Dolores Luque Luque y se instalaría en la cortijada del Tahón del cojo y tuvieron una hija llamada M.ª Dolores. 

Nuestra protagonista de hoy será la menor de esta familia Carmen Frías Luque, su madre la trajo al mundo a la edad de 44 años, nació el 4 de junio del año 1928, siempre unida a sus padres y muy especialmente a su madre a la cual tenía un apego muy especial, a la que cuidó hasta sus últimos días con mucha paciencia y esmero, todos la recuerdan como una mujer muy dulce, familiar y entregada a los suyos. 



Aunque el amor le llegó en el ecuador de su vida, no propia de la edad de esa época, conocería a su gran y único amor a los 45 años, se sintió la mujer más afortunada del mundo pues uno de sus sueños era casarse y encontró a su príncipe Antonio Ruiz Frías, se casaría con él dos años más tarde. Durante muchos años estuvo trabajando en Alemania y cuando volvió también pretendía casarse con una buena mujer y formar un hogar, tener la compañía y el apoyo que los uniera para siempre. 

Durante sus años de matrimonio fueron muy felices, no pudieron ver realizados uno de sus grandes deseos, ser padres, pero encontraron la forma de alimentar su amor día a día a través del respeto y admiración que se profesaban. 

Era una mujer muy laboriosa, sus vecinas encontraban siempre a una mujer dispuesta y entregada, hacía ropa por encargo a sus familiares, amigos y conocidos, dominaba como nadie hacer prendas a medida, sobre todo de hombre. Era una mujer muy devota y religiosa, acudía a misa siempre que tenía ocasión y disfrutaba de esos momentos. 

De pequeña tuvo pocas oportunidades para aprender a leer y escribir y cuando se creó la Escuela de Adultos “José Alarcón”, sería una de las primeras alumnas en tomar clases. 

Estaba muy ilusionada en conseguir su Certificado de Escolaridad (E.G.B.) y le fue expedido el 22 de diciembre del año 1997, a la edad de 69 años, recuerdo su alegría y satisfacción por la obtención de su título, del cual estaba muy orgullosa. 

Siempre andaba acompañando a su marido, y se les veía cogidos de la mano con su cara iluminada, con la sonrisa de tener una vida feliz y plena, al lado del hombre al que amaba con locura. 

Era una mujer muy activa, además de asistir a la escuela de adultos, también asistía a cursos de pintura, gimnasia, caminaba siempre que podía... 

Nos dejaba de manera repentina el 29 de marzo de 2008 tras un gran tiempo padeciendo dolencias cardíacas a la edad de 79 años. 

Asistió 10 días antes al duelo y entierro de la esposa de su hermano mayor, esos días fueron muy lluviosos y su dolencia cardíaca empeoró con una angina de pecho, tras pasar unos días en el hospital su corazón no pudo aguantar más. Su marido no encontraba consuelo, fue todo tan repentino, tan rápido, que incluso meses más tarde él se afanaba a su recuerdo constantemente y esa fuerza para seguir luchando, se la daba ella desde el cielo. 

Ahora están los dos en el cielo cogidos de la mano y sonriendo con la misma felicidad que los unió para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario