viernes, 12 de mayo de 2023

Pregón nº 34 de las fiestas de San Isidro Labrador a cargo de D. Francisco Ángel Camacho González.




El pregonero de las fiestas de San Isidro 2023 es Francisco Ángel Camacho González, conocido en el pueblo como Paco el del Carpintero.
Nuestro Paco nació hace 64 años, en el Cortijo de los Parrales.
Eran los tiempos en que todavía la mitad de los más de 6.000 habitantes de Periana vivía en el campo, en aldeas y cortijos o cortijadas y en que se iniciaba una doble emigración en masa: del municipio a las ciudades y del campo, de las aldeas y cortijadas, al pueblo. Siguiendo esta segunda corriente de desplazamientos, los padres se trasladan a Periana, cuando el tenía tan solo 6 meses.
Su vida ha basculado siempre entre el aprendizaje del oficio del padre y la dedicación a los estudios. Francisco Camacho ha sido siempre maestro de oficios, de carpintería, pero también maestro de adultos y niños.
Cursó la Educación Primaria en la escuela de D. Francisco Guerrero Larrubia, de la generación que inauguró el Instituto de Periana, cursó en Periana el bachillerato elemental, en Vélez el bachillerato superior y en Málaga Magisterio.
Terminado el servicio militar se dedicó por completo a los trabajos que desempeñaba su padre Paco el Carpintero, “el maestro”. Durante casi una década, Paco no ejerció el oficio de la docencia, ahora bien, sí se dedicó a una investigación muy personal tanto de los oficios tradicionales de carpintería y de albañilería, como de la historia de Periana. La oportunidad de conversar y de recopilar datos que le proporcionaba el trabajo en la carpintería y en los servicios funerarios le deparó un rico archivo de historias, que ha ido publicando en la revista Almazara, enriqueciendo el patrimonio de nuestra cultura antigua y reciente historia.
En 1986 contrae matrimonio con Purificación Moreno Zorrilla, hija de “Ignacio el Americano”, de cuyo matrimonio tiene un hijo. La profesión de Puri, su mujer, también maestra, debió empujarle a incorporarse en 1990 a la enseñanza en la Educación de Adultos. Hemos de señalar, aunque por su modestia no la ha pregonado, que obtuvo la nota más alta en el tribunal en el que opositó.
Es importante y necesario destacar dos hechos para enmarcar, como debe ser, las figuras de Paco y su hermano Dionisio en la vida social y cultural de Periana.
Lo primero es que ambos hermanos, sin contar con ayudas ni subvenciones oficiales, localizaron, exhumaron, identificaron y dieron digna sepultura al segundo grupo de los siete fusilados en Matanza durante la guerra civil. Fue un hermoso gesto en favor de la reconciliación y de la igualdad del trato a las víctimas.
Paco es asimismo un amante del patrimonio cultural, arquitectónico y folklórico de nuestro pueblo. Participó en la fundación de la Asociación Almazara y adquirió con su hermano Dionisio, el Molino de Frías de la Aldea de Guaro, en 1997. Este molino hidráulico, harinero y aceitero, estaba totalmente derruido y durante sábados, domingos y vacaciones y con la participación de su tío Juan y su primo Paco Camacho Luque, consiguen restaurarlo, dedicando a ello un período de tiempo de 20 años.
La restauración del Molino de Frías es una obra que ha sido objeto de conferencias y presentaciones en congresos de historia del patrimonio cultural e industrial.
A continuación cederemos la palabra al pregonero de las fiestas de San Isidro 2023.









En nombre de todos los mayordomos y de todo el pueblo de Periana queremos hacerle entrega de un pequeño detalle a nuestro pregonero en recuerdo de este día y de la feria de San Isidro. Gracias por recordarnos la importancia de nuestra tradición y por motivarnos a mantenerla viva.
Si de algo puede sentirse orgulloso un natural de Periana, ya sea de nacimiento o de adopción, es de trabajar para y por su pueblo y su patrón San Isidro, o lo que es lo mismo: de ser mayordomo.
A todos esos que lo han sido, a su esfuerzo y dedicación, queremos dedicar esta placa, para que cualquier vecino o visitante no olvide que detrás del disfrute de las fiestas está la figura única del mayordomo.
¡Gracias de nuevo a todos y todas! Ya sólo nos queda desearos que disfrutéis de las Fiestas de San Isidro 2023 en paz y armonía. ¡VIVA SAN ISIDRO!











El Pregón de San Isidro Labrador 2023 de Periana 

Buenas noches a todos y a todas. Muchas gracias al Sr. Alcalde por esas emotivas palabras de las cuales no soy merecedor. 
Gracias especialmente a este grupo de mayordomos y mayordomas por haberse fijado en mi para dar el Pregón de San Isidro Labrador 2023. Vosotros sois los verdaderos protagonistas. No es nada fácil, exige una gran responsabilidad y un trabajo desinteresado y persistente para poder organizar todas las actividades, relacionadas con las fiestas de San Isidro Labrador de Periana. Por todo ello es un honor para mí, nombrar a todos los miembros de este grupo que han hecho posible que podamos disfrutar de estos días. Estas personas son las siguientes: 
Antonio Bandera Enriquez 
Mariola García Barroso 
José Rafael Benítez Frías 
María de los Remedios Gallardo García 
María del Carmen Godoy García 
Pilar Muñoz García 
Karla Yohanna Orellana Zelaya 
Francisco José Perea López 
Maleny Verdugo Guerrero 

Por mi parte siento una gran admiración por esta mayordoma llamada Karla Yohanna Orellana Zelaya procedente de la nación hermana de El Salvador. Desde aquí te doy la enhorabuena por la decisión tan acertada que tomaste en su día al incorporarte a este grupo. 
No puedo obviar a los costaleros y costaleras por el esfuerzo, la entrega y el sacrificio que hacen durante tantas horas el día de la procesión. Merecen una consideración especial. Ellos y ellas son el alma, el corazón y la fuerza de San Isidro. 
Y muchas gracias por qué no a este gran catalán nacido en Manresa, llamado Manuel García Torres con quien me agrada echar unos ratos de conversación con él siempre que puedo y que sin ser mayordomo, se ha prestado y ha colaborado en todo lo que estas personas han necesitado junto con otras dos personas que han sido: Rocío Molina Caro y Josué Benítez Piñer. Gracias Rocío y Josué por vuestra colaboración. 
Por tal motivo y en reconocimiento de la labor de este grupo y de los costaleros y costaleras, antes de comenzar pido un fuerte aplauso para ellos y ellas. 
Me llamo Francisco Ángel Camacho González. Me conocen más por " Paco el Carpintero" debido a que mi padre entre otros oficios era carpintero y tenía su taller en la calle de las Cuatro Esquinas de Periana. Yo durante muchos años trabajé junto a él en la carpintería y en los servicios funerarios. Unos oficios transmitidos generación tras generación a través de nuestra propia familia. Yo pertenezco a una antigua saga de maestros. Mi bisabuelo llamado Emilio Camacho Carnero apodado "Emilio el Zocato", nacido en Alfarnatejo en la segunda mitad del siglo XIX era carpintero, carpintero funerario y maestro de obras. Algunos miembros de su descendencia heredamos estos tres oficios, además de la carga genética de trabajar preferentemente con la mano izquierda como en tal caso la heredó entre otros muchos de mi familia, “mi tío”, Ignacio Camacho Montesinos, hermano de mí padre. 


Emilio Camacho Carnero apodado "Emilio el Zocato"


Ignacio Camacho Montesinos en la barra del bar de Leoncio.

Con respecto a mí, nací en la cortijada de los Parrales perteneciente al partido de Vilo, el día uno de marzo de 1959. En esa cortijada fue asistida mi madre por Dª Margarita que era la matrona del pueblo. En los primeros seis meses, mis padres estuvieron viviendo en el mismo domicilio de mi abuelo, Francisco Camacho Alba apodado "El Tuerto Moya" situado en el citado paraje. Posteriormente mis padres se vinieron a vivir temporalmente a las Cuatro Esquinas donde estaba el taller de carpintería. En cuanto terminaron de construir la barriada Coronel Arrebola Larrubia, conocida popularmente por las Casas Nuevas, nos fuimos a vivir allí en el año 1963. En las Casas Nuevas apenas estuve dos años. Definitivamente mi familia volvió a las Cuatro Esquinas. No tenía ni cinco años cumplidos cuando comencé yendo a la escuela de D. Francisco Guerrero Larrubia, más conocido en Periana por "Paco del Herrador".


D. Francisco Guerrero Larrubia. Maestro de la primaria del pregonero.

El horario semanal de mi escuela al igual que las demás de Periana comprendía de lunes a viernes de 9,30 a 12,30 en horario de mañana y de 3 a 5 en horario de tarde. Por aquellos años también había clase las mañanas de los sábados. Todos los sábados después del recreo nuestros maestros nos dirigían hacia la iglesia para la enseñanza del catecismo. Íbamos ordenados, en formación, en doble fila y cogidos de la mano. Era el periodo del nacionalcatolicismo, enfoque ideológico impuesto por la Dictadura. La iglesia se constituyó en la columna vertebral de la educación. 


Foto del jardín que había por delante del antiguo ayuntamiento.

En las horas que no teníamos escuela los niños de mi barrio aprovechábamos para jugar en la plaza del viejo ayuntamiento, que se encontraba a espaldas del taller de carpintería de mí padre. Era nuestro lugar preferido. Delante había un bello y frondoso jardín que lo cuidaba Domingo Zorrilla Zorrilla conocido por "Domingo el Alguacil", apodado así porque era el alguacil del pueblo.


Domingo Zorrilla Zorrilla "Domingo el Alguacil".

 El jardín lo tenía cercado con alambres de espino para evitar que las cabras pudieran ramonear las plantas e impedir que los zagales lo pudiéramos pisotear. Yo todavía conservo una marca en el muslo derecho a causa de un corte que sufrí con el dichoso alambre de espino de "Domingo el Alguacil". Él vivía en una pequeña casa que había en el interior del viejo consistorio. 


Foto de los niños que jugábamos. El primero por la derecha es José
Vázquez Toledo, le sigue José Manuel Arrebola Ruiz más conocido por "José Manuel Pantorras". A lado su primo Alberto. A continuación le sigue Juanito, hermano de José Manuel y finalmente Antonio Moreno Godoy conocido por "Antonio Casablanca".

En mitad de estos juegos cuando se aproximaban las deseadas fiestas de San Isidro, yo las empezaba a respirar en el seno de mi propia escuela, ya que mi maestro desempeñó el cargo de concejal de fiestas en la época en que yo fui su alumno. 
Varias semanas antes del comienzo de las fiestas patronales, los feriantes se acercaban para hablar con él, al objeto de solicitar los correspondientes permisos municipales y sobre los lugares donde iban a ser instaladas las atracciones de feria. Recuerdo la primera vez que llegaron a mi escuela, los responsables de montar la pista de coches de choque en un San Isidro. Corría el año 1968. Anteriormente todos los años había venido la familia de Papalo, que traía unas barquillas y una noria pequeña de cuatro cunas que se movía a base de empujarle. No disponía de motor y para detenerla se colgaban en los brazos de la noria. No os podéis imaginar lo que supuso la aparición de los coches de choque en las fiestas de San Isidro Labrador de Periana. Dentro de la clase se produjo un gran alboroto. De los ejercicios que teníamos encomendados de realizar en clase, más de uno no nos enterábamos pero en cambio sobre lo que pretendían montar los feriantes para los días de San Isidro, lo cogíamos al vuelo. 
Con anterioridad a las fiestas nuestras madres nos preparaban la ropa adecuada para que saliéramos de casa presentables. Eso sí, llegados los días señalados reiteradas veces nos recordaban que tuviéramos cuidado de no mancharla. Normalmente la misma prenda tenía que servir para todos los días. Tanto mis hermanos como yo en ese sentido contábamos con nuestra gran valedora, que en este caso era mi tía Antonia, hermana de mi madre. Ella trabajaba en una de las fábricas de la industria textil catalana y desde Barcelona nos enviaba un voluminoso paquete con una diversidad de prendas de vestir. 
Los niños íbamos anotando virtualmente los días que faltaban para el comienzo de las fiestas de San Isidro. La esperábamos como agua de mayo. 
Con motivo de la celebración de las fiestas de San Isidro Labrador de Periana, frecuentemente a una de las bandas de música que solían contratar todos los años los mayordomos, era a la banda de música de Alozaina. La tarde antes muchos niños de mi generación, esperábamos en la Peña del Sombrero a que hiciera su aparición la alsina de la empresa Millán, que era la que cubría esta línea y traía como viajeros a los músicos. A través de las ventanillas de cristales de la alsina los veíamos y decíamos: mira aquel, es el del tambor, el que está a su lado es el que toca la trompeta, aquel otro toca los platillos… 


Puerta de entrada a la fonda del "Chico Martín".

Entre las fondas que solían elegir para hospedarse se encontraba la del "Chico Martín". Esta fonda se encontraba donde actualmente está ubicado el supermercado COVIRAN de Periana.
Nos encontrábamos en mitad del mes de mayo y con las claras del día, los gorriones iniciaban sus revoloteos y se oían sus melódicos trinos, ya estaban haciendo sus nidos, en los boquetes de los aleros de los tejados, de las viejas casas de nuestro pueblo. Las golondrinas una y otra vez iban y venían y sin cansarse realizaban sus vuelos rasantes por mitad de la calle, con giros rápidos y elegantes. Los músicos en formación se preparaban a la salida de la fonda para tocar Diana floreada para después continuar con unos alegres pasacalles. Recuerdo al director de la banda de música de Alozaina. Era un hombre un tanto mayor, bajo de estatura y delgado. Se movía con suma facilidad y rapidez. 


José Rodríguez Martín más conocido por "José el Guardilla".

Durante toda mi niñez, adolescencia y juventud el municipal que se encargaba de guiar a la banda de música por todas las calles y barrios de Periana era José Rodríguez Martín más conocido por "José el Guardilla", fallecido el 13 de enero de 1999 a los 84 años. Este mismo municipal era el encargado de darle un carácter oficial a la procesión de San Isidro Labrador en Periana. Con el disparo de los primeros cohetes y la salida de la banda de música de la fonda del "Chico Martín" se daban por comenzadas las fiestas en nuestro pueblo. Se creaba un ambiente que nos lo bebíamos. 
Concluidas las fiestas patronales seguíamos con nuestra rutina de los juegos del pilla – pilla, la pelota, la piola, las bolas, los platillos, el trompo…etc. no teníamos juguetes ni de pilas ni enchufables y la televisión en blanco y negro llegó a Periana por primera vez a mediados de los años 60 del pasado siglo XX. Según me contó en su día "Antonio Barrancos" entre los bares, el primero que montó un televisor fue Antonio Muñoz Palma conocido por "El Bar de Muñoz" que se encontraba donde actualmente está “La Casa del Pueblo”. Seguidamente lo instaló el bar "Pepe los Nervios". Así lentamente iban entrando estos aparatos en Periana. No era fácil hacerse con un televisor en la etapa de mi niñez, porque estos receptores valían mucho dinero y las peonadas no daban para eso. En los primeros años había pocos aparatos y teníamos difícil el acceso a ver aquella primera televisión que nos atrapaba. Algunas películas que nos gustaban bastante, tales como Daniel Boone o Jim West, las emitían de cuatro a cinco de la tarde después de la novela. En ese horario de emisión estábamos en la escuela. Pero tampoco para nosotros era una necesidad imperiosa, ya que nos entreteníamos y nos divertíamos fácilmente con nuestros juegos y dependiendo de las estaciones del año, aparecían en nuestro pueblo una serie de personajes que a mí especialmente me deleitaban. 


En otoño se personaba en Periana el sombrillero.

Al llegar el otoño se personaba en Periana el sombrillero, presagiando la lluvia que tanta falta nos hace hoy en día. Este hombre era natural de Villanueva de Algaidas, un pueblo perteneciente a la comarca de Antequera. Se llamaba Francisco Díaz y en su pueblo le apodaban "Paco las Tortas". Era un hombre de estatura media alta, de expresión un tanto amanerada, de estado civil soltero y con un duende especial, anunciaba sus servicios con arte y elegancia tocando unas castañuelas, que eran ni más ni menos, que dos trozos de teja, de cántaro o botijo roto. Su trabajo consistía en remendar la zona del techo del paraguas con tela negra así como reparar las varillas y el cierre. 
Debajo del sobaco y con la mano izquierda sostenía un manojo de paraguas para reparar y con la mano derecha tocaba las castañuelas. Anunciaba sus servicios así: 
 ¡El Sombrilleroooo! 
 Seguidamente tocaba las tabletas. 
 Taran – tan – tan 
 Taran ‐ tín – tan 
Y al mismo tiempo recitaba una poesía. Por las calles y tras él íbamos una recua de niños atraídos por la singularidad de este gran artista y artesano ambulante. Cuando hacía acto de presencia el sombrillero en Periana, nuestra gente decía: 
‐ ¡Ya está aquí el sombrillero! 
‐ ¡Pronto va a llover!  
Se comenzaba a arar y a sembrar la tierra, a limpiar las cunetas y los desagües de los patios. A los pocos días de haber estado el sombrillero en Periana comenzaba a llover. Por aquellos años estaban muy arraigadas estas creencias. En nuestro pueblo a éste hombre se le valoraba mucho más que a Mariano Medina, el primer presentador que apareció en aquella televisión de blanco y negro y conocido por “el hombre del tiempo”. 
Con la entrada de la primavera hacían acto de presencia en Periana los romanceros. Un oficio descendiente del Mester de Juglaría. Los juglares eran unas personas que se encargaban de difundir un tipo de poesía popular en la Edad Media. A este trabajo normalmente se dedicaban los hombres. Cuando algunas veces recuerdo a los romanceros que vi pasar por Periana, cierro los ojos, le doy rienda suelta a mi memoria y sueño que llegué a vivir en esa sociedad de la meditación, melancólica y oscura del medievo donde el tiempo se detuvo. Siempre buscaban una confluencia de calles para aglutinar al mayor número de gente. Especialmente aquí en la Plaza de la Fuente donde estamos, se formaba un coro alrededor de ellos aprovechando que las mujeres iban y venían de hacer la compra en el mercado. Los romances estaban cargados de sucesos trágicos, la mayoría de ellos reales que habían ocurrido en un lugar determinado de España. Al final cuando terminaban de recitar de memoria el romance que traían, vendían unas hojas impresas tamaño cuartilla, normalmente de color azul, verde o amarillo donde venía escrito el romance que habían recitado. Las cuartillas en mi época de la adolescencia y juventud costaban una peseta cada una. 
El curso escolar 1969 – 1970, fue el último en que estuve con mi primer y único maestro. 


En octubre de 1970 se abrió el viejo instituto de Periana.

En octubre de 1970 se abrió el viejo instituto de Periana con algo de retraso, que en realidad era una extensión del instituto de enseñanza media Reyes Católicos de Vélez – Málaga. Comencé a cursar primero de bachillerato. El primer director se llamaba D. Rolando era un poco sordo y daba matemáticas y ciencias naturales. 
En el año 1974 los niños y las niñas del instituto de Periana, ya estábamos finalizando el cuarto curso de bachillerato y por tanto a punto de conseguir el bachiller elemental. Aquel año se cerró el viejo instituto de Periana para siempre por falta de alumnos. Como broche final del bachiller elemental y del cierre del viejo instituto decidimos ese año realizar todo tipo de actividades para hacer una excursión.



Excursión que realizamos los alumnos del instituto, estuvimos en Cádiz capital y pueblos aledaños.

Vendimos papeletas, cartones y decidimos montar para el mes de mayo la barra en la caseta oficial en las fiestas de San Isidro Labrador de Periana. La barra la montamos detrás de la puerta de la sacristía de la iglesia. Con el dinero recaudado de todo el conjunto de actividades que emprendimos, al finalizar el curso hicimos una excursión de tres o cuatro días de duración. Estuvimos en Cádiz capital, Chipiona y pueblos aledaños. Fuimos tutelados por tres profesores del viejo instituto de Periana. Estos fueron: D. Francisco García Moreno apodado "Paquito de la Rafaela" que impartía Formación del Espíritu Nacional y Educación Física, D. Carmelo Martínez Infante que era el veterinario del pueblo y fue habilitado para impartir las asignaturas de Ciencias y D. Manuel María González González que impartía religión y era el cura del pueblo.
Los cursos correspondientes a quinto y sexto de bachiller los hice en el instituto Reyes Católicos de Vélez – Málaga, además del C.O.U. Este último era el curso de orientación universitaria. Haciendo el sexto curso de bachillerato me sorprendió la muerte del general Franco, ocurrida según el parte oficial el 20 de noviembre de 1975. Hasta la fecha había sido el Jefe del Estado durante casi cuarenta años. Se iniciaba una nueva etapa de cambios políticos y sociales. En octubre 1977 me traslado a Málaga donde comienzo Magisterio y finalizo en junio de 1980. 

Oficina de estadística de la Plana Mayor.


En octubre de 1980 me incorporo al servicio militar obligatorio.

En octubre de 1980 me incorporo al servicio militar obligatorio. Lo presté en una oficina de estadística de la Plana Mayor del Tercio Duque de Alba, II de la Legión, con base en Ceuta. 
Estaba a punto de cumplir con el servicio militar cuando mi vida dio un giro brusco. Yo habitualmente mantenía contacto telefónico con mi madre pero cada vez que llamaba me decían: ¡No está aquí! ¿Dónde está? ¡Ha ido a comprar a la tienda de Vallejos! Al día siguiente volvía a llamar y me decían que había ido a otro sitio. No sabían cómo darme esa mala noticia, de que le había dado un derrame cerebral en el interior de un autobús urbano de Málaga y se había quedado en estado de coma. Fue mi tío abuelo Alfonso Camacho Alba, hermano de mí abuelo e hijo de mi bisabuelo "Emilio el Zocato" el que se puso en contacto conmigo. Esta vez no era para contarme detalladamente las cosas de su padre que tanto me fascinaban, sino para comunicarme que mi madre se encontraba en estado muy grave. Tenía 45 años recién cumplidos. Permaneció dos meses en coma hasta que muy lentamente fue recuperando y trasladada a la residencia hospitalaria Parque de San Antonio de Málaga para su posterior rehabilitación. Parecía que todo iba bien pero a principios del mes de mayo de 1982 empeoró. 


Antes de partir de Periana para Málaga mi padre colocó este cuadro.

Mi padre la mañana temprano del mismo sábado día 15 de mayo de 1982 día de San Isidro Labrador, antes de partir de Periana para Málaga, colocó este cuadro sujeto a un palo, que amarró en el mismo ángulo de la escuadra de la baranda de hierro del balcón de mi casa, al objeto de que cuando pasara el Santo se acordara de ella. 
Se encontraba ingresada en el complejo hospitalario Parque de San Antonio de Málaga. Sobre la misma hora que iba a pasar la procesión por Las Cuatro Esquinas, es trasladada urgentemente al Hospital General Carlos Haya, porque en el complejo hospitalario donde estaba ya no le podían hacer más nada. No iba grave sino en estado terminal. 
Mientras tanto mi hermana Dolores llamó desde Málaga a mí abuela Encarnación que era la que estaba a cargo de mi hermana Julia, que cuando aquello tenía 11 años y de mi hermano José María que tenía 6, al objeto de que no se le cerraran las puertas a San Isidro cuando pasara por delante de nuestra casa, porque mi madre tenía dicho desde años atrás, que ocurriera lo que ocurriera que nunca se les cerraran las puertas al Santo. Mi casa en ese momento hasta antes de producirse la llamada de mi hermana, se encontraba con todas las puertas cerradas y persianas bajadas, a excepción de la puerta de la calle que se mantenía entornada porque había un trasiego de gente que entraba y salía en estado de duelo. Un duelo no formalizado. Eran costumbres ancestrales de los pueblos del interior de la Andalucía más profunda, que nos fueron transmitidas generación tras generación a través de los tiempos y heredada de una lejana pero no olvidada sociedad medieval. El salón de mi casa estaba lleno, se esperaba una llamada de Málaga, un desenlace inminente. Se respiraba un silencio sepulcral. 
Mi abuela Encarnación abrió las puertas y todas las ventanas de la casa. Mi hermana Julia le dice: ¡Abuela! ¡Eran sólo las puertas! Sí pero ya también están abiertas las ventanas. 
Recuerdo cariñosamente a mi abuela Encarnación, que como la mayoría de las abuelas de las personas de mi generación de aquí de Periana, iba siempre guardando un riguroso luto. 
Cuando los costaleros llegaron con el Santo hasta el lugar donde mi padre colocó el cuadro, se detuvieron levantando el trono una y otra vez, pidiendo por ella hasta la saciedad. Allí estaba toda Periana y no sólo eso, algunos de los costaleros eran llegados de Cataluña, de Madrid y del País Vasco entre otros lugares. 


Rafael Torrubia Alcuña tristemente fallecido el 14‐12‐2013.

Eran originarios de nuestro pueblo y habían venido con el firme propósito de cumplir alguna que otra promesa el día de San Isidro. Al tiempo de reiniciar la procesión su recorrido por las calles de Periana, Rafael Torrubia Alcuña tristemente fallecido el 14 de diciembre de 2013 y que era más conocido en Periana por "Rafael de los Muebles", vecino mío y padre del actual alcalde. Si Rafael, tú padre, el primero que aparece con corbata en la foto. Cogió del trono que portaba al Santo, un ramo de claveles compuesto por claveles rojos y blancos, se dirigió y entró en mi casa y en mitad del zaguán se lo entregó a mi abuela Encarnación. Mi abuela le dio las gracias. El ramo de flores fue cuidadosamente introducido en un jarrón de agua para evitar que se estropease. 
Rafael desempeñaba el cargo de delegado de cultura del ayuntamiento de Periana y era miembro de la asociación de hermanos de San Isidro. 


Emilio Bautista Camacho. El sastre del Cautivo.

Mientras tanto mi madre estaba allí en urgencias pero no la acaban de subir a la Unidad de Vigilancia Intensiva. Era sábado día 15 de mayo de 1982. Día de San Isidro Labrador. Día de la procesión aquí en Periana. A los médicos no les daba abasto a atender a tantos enfermos. Entonces en el repecho de la misma salida del hospital nos reunimos mi hermana Dolores, mi hermano Dionisio y yo. Mi hermana Dolores nos dijo: tenéis que hacer algo. Esto se acaba aquí para siempre. No te preocupes Loli que voy a hacer algo. Mi hermano Dionisio me pregunta: ¿Qué vas a hacer? Me acaban de facilitar la dirección del hijo del que fuera médico de Periana D. Rafael de Cienfuegos. El padre era una persona muy querida en nuestro pueblo. Me han comentado que el hijo ocupa un puesto de responsabilidad en Carlos Haya. Pienso que si su padre era un buen médico, cercano y humano a la vez, el hijo no va a ser lo contrario. ¡Paco pero es de noche! ¡Tú no conoces a éste hombre de nada! ¡Pero es el último cartucho que me queda! ¡No tengo otra cosa! ¡Lo tengo que aprovechar! Llegamos de noche al domicilio del médico de quien me habían facilitado la dirección. Pulsé el timbre y el médico nos abrió la puerta. Rápidamente observó nuestros rostros de preocupación. ¿Qué os ocurre? Mire usted, somos de Periana y venimos a ver si usted nos puede echar una mano para que nuestra madre la suban a la U.V.I. Está muy grave. Rápidamente cogió el teléfono, llamó al hospital y enseguida la subieron. Iros para allá que yo a partir de ahora voy a estar informado de este proceso en todo momento. Si el padre era bueno el hijo era mejor. 
Volvimos al hospital Carlos Haya y al poco rato de estar allí nos mandan a llamar. Subimos y nos recibe el jefe de la unidad de vigilancia intensiva en una sala donde se reunían los facultativos de dicha unidad. Entre los que nos acompañaban sorprendentemente se encontraba Emilio Bautista Camacho. El Sastre del Cautivo. El Sastre del Señor de Málaga. Nieto de mi bisabuelo "Emilio el Zocato"  por línea materna. 
El jefe de esta unidad nos recibió y nos dijo que le habíamos llevado a una persona en estado terminal y para ello no tenían ningún remedio. Nos pidió el número de teléfono de nuestra residencia en Málaga, nos aconsejó que nos fuéramos para nuestro piso por si teníamos necesidad de hacer uso del baño y cambio de ropa. Nos sugiere que nos preparáramos para la nueva situación que teníamos que afrontar en estos casos, ya que dentro de dos horas aproximadamente nos iba a llamar. 
Así lo hicimos, volvimos cabizbajos al piso. Cuando llegamos el salón estaba atestado de gente. Eran ritos muy asumidos en aquella época en Periana, que no aliviaban para nada nuestro estado anímico. Teníamos dos duelos. Uno en Málaga y otro en Periana. En Málaga tres niños se convirtieron en la punta de lanza que el sábado día 15 de mayo de 1982, día de San Isidro Labrador, día de la procesión en Periana, luchaban desesperadamente para salvarle la vida a su madre. Sí tres niños, porque yo era el mayor que acababa de cumplir 23 años. Y no sólo eso, además fuimos el soporte psicológico de nuestro padre. También él necesitaba nuestra ayuda. Ante tal situación se encontraba triste, desorientado y con la mirada perdida. Pero tú San Isidro aquel día fuiste nuestro protector y nuestro guía. Nos marcaste el camino que teníamos que seguir y nos señalaste los lugares concretos a donde teníamos que ir a pedir ayuda. 
Como acabo de comentar, cuando llegamos al piso allí no cabía ni un alfiler. Nosotros nos refugiamos en nuestras respectivas habitaciones, esperando a que nunca se produjera esa mortífera llamada. Mirábamos fijamente el teléfono. Controlábamos el tiempo segundo a segundo, minuto a minuto y hora a hora. En vista de que afortunadamente no acabó de llegar la llamada, sobre las siete de la mañana salimos para el hospital a ver lo que ocurría. Se personó el médico en la sala donde estábamos los familiares de los ingresados en la U.V.I., pero no el médico de dicha unidad, sino el médico al que la noche antes sin conocerlo de nada, le habíamos hecho compromiso para que nos echara una mano. Sí D. Fernando Álvarez de Cienfuegos Rivera nos informó que sorprendentemente estaba respondiendo al tratamiento y ha experimentado una ligera mejoría, la cosa ha empezado bien. Nos entró a todos el alma en el cuerpo. Al día siguiente sobre mediodía informaban a los familiares. Fui a recibir la noticia. Me informaron que estaba mucho mejor que el día anterior. Era ya lunes día 17 de mayo de 1982, último día de las fiestas de San Isidro Labrador en Periana. Bajé y les dije a mi gente: está mejor. De esta vamos a salir. Vámonos a comer que llevamos dos o tres días que prácticamente no hemos comido nada. Mi padre estaba más animado. 
El último día de las fiestas de San Isidro Labrador de Periana que insisto, fue el lunes día 17 de mayo de 1982, mi padre llamó a mi casa de Periana y dijo: sacad al niño y llevadlo a los caballitos. Se refería a mi hermano José María que cuando aquello tenía seis años. 
Cuando mi madre salió de la unidad de vigilancia intensiva y la subieron a la sala, mi padre cogió el ramo de claveles rojos y blancos, que le había dado "Rafael de los Muebles" a mi abuela y se lo llevó para Málaga con destino al Hospital General Carlos Haya. Cuando llegó lo puso encima de la mesita de la sala donde estaba ingresada. Allí permanecieron los claveles que cogió "Rafael de los Muebles", el sábado día 15 de mayo del trono de San Isidro hasta que se marchitaron. 
Estas páginas de crónicas de historia local de Periana, referente al sábado día 15 de mayo de 1982 día de San Isidro Labrador, “día de la procesión”, fueron escritas por hombres y mujeres de nuestro pueblo y también por personas venidas de Cataluña, del País Vasco, de Madrid y de otros lugares pero originarias de Periana. Yo solamente me he limitado a recoger estas hojas del cajón de donde las tenía guardadas y me las he traído esta noche para leerlas públicamente ante vosotros y vosotras. 
En el año 1982 me presté a ser mayordomo en acción de gracias por los favores recibidos. Un grupo personas nos responsabilizamos en organizar las fiestas patronales de San Isidro Labrador de Periana correspondiente al año 1983. Entre mis compañeros se encontraban Antonio Frías Godoy conocido por "Antonio Cencerra" y Emilio Díaz Zamora conocido por "Emilio del Puerto" ambos ya fallecidos recientemente. 
Por aquel tiempo conocí a “Puri” la que sería mi mujer, la hija de "Ignacio el Americano" y de la "Remedios de la tienda de la Quinta". Una persona extraordinaria. Desde el momento que contraje matrimonio el día cinco de octubre de 1986, ella se convirtió en nuestra diosa protectora. 
Fue por esos años cuando me dediqué a escribir todas las charlas que oralmente había mantenido con muchas personas de Periana años atrás y no sólo eso sino que me interesé de lleno en seguir recopilando hechos y sucesos históricos, a base de entrevistar a personas mayores que ya no están entre nosotros. 
 Suelo escribir periódicamente en la revista cultural Almazara. La revista de Periana. La revista que dirige Rafael Núñez Ruiz. Yo soy  colaborador, no soy historiador. Lo mío es solo un sentimiento. Mi apego por la historia no surgió en la Escuela, ni en el Instituto ni en Magisterio. Surgió en la cortijada de los Parrales cuando "Rafael de Manzanares" me narraba al amor de la lumbre de la chimenea o bajo el viejo olivo de la cortijada, hechos históricos, muchos de ellos traumáticos, acaecidos en Periana. Mi escuela fue el taller de carpintería. A la caída de la tarde mi padre comenzaba a echarle los cabos a las chapolinas y a las hachuelas y al mismo tiempo yo escuchaba atentamente a los hombres que se encontraban allí y hablaban de sus tiempos pasados. Recuerdo esas charlas largas y tendidas que mantenía con mi suegro "Ignacio el Americano" que era una enciclopedia. Había pateado andando casi toda Andalucía. Mi escuela fue la tienda de mi suegra de "La Remeditos de la Quinta", la taberna de Antonio de Barrancos, el bar Benítez, el bar de Panseco, el bar de Verdugo, el bar de Leoncio, el bar de Antonio el Torero, los velatorios… 
Cada vez que acompañaba a mi padre para enterrar a una persona fallecida, surgía un conflicto en mi subconsciente y en lo más profundo de mis entrañas. Sabía que en ese momento no solo se le estaba dando sepultura a un fallecido, sino a una parte importante de la historia de nuestro pueblo, que en el supuesto que no hubiese sido recogida quedaba olvidada y perdida para siempre. Tenía prisa en tomar contacto con aquellos hombres y mujeres de cejas despobladas, muchos de ellos analfabetos y analfabetas, pero con una larga y dilatada experiencia donde acumulaban sus valiosos conocimientos. Habían formado parte de uno de los periodos más oscuros, tristes, traumáticos e interesantes de la historia de nuestro pueblo y de España. Una historia que le pertenece y tienen derecho a conocerla las generaciones venideras. El alma de la persona que nos dejó en lo terrenal siempre vivirá si es acogida por alguno de nosotros. 
 Decía Alejandro Magno, “el rey de Macedonia”, que nuestros actos en la vida serán el recuerdo que dejemos en los vivos cuando muramos. En este sentido, alguna vez que otra me preguntaba mi buen amigo José Manuel Frías Raya sobre algún personaje de Periana por si lo hubiese llegado a recoger por casualidad en mi libreta sabia. Yo amablemente solía responderle: Perdóname amigo José Manuel, yo no soy poseedor de ninguna libreta sabia, yo solo tengo la libreta de mis amigos muertos. 
Para finalizar aprovecho para que San Isidro Labrador cuide de mi mujer, de mi hijo, de mi familia y de todas las personas de Periana a las cuales llevo en el alma, sin olvidar a los enfermos de nuestro pueblo y a todos aquellos por muy alejados que estén. Le pido a San Isidro que interceda ante el Altísimo para su curación, en un día tan señalado como hoy viernes 12 de mayo de 2023, que es el Día Internacional de la Enfermería. Les doy las gracias a estas personas por atendernos y cuidarnos cada vez que caemos enfermos. 
Para finalizar os doy las gracias a todos y a todas por la atención que me habéis prestado y sin más, os deseo que paséis unas felices fiestas y que gritéis todos conmigo. 
¡VIVA SAN ISIDRO LABRADOR! 
¡VIVA PERIANA

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