La lista de altos mandos sufre una de la más profundas renovaciones de los últimos años con la incorporación de ocho nuevos comisarios, entre ellos, dos de las cinco comisarias que hay en España
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PABLO D. ALMOGUERA. MÁLAGA La cúpula de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y representantes de las distintas administraciones se vistieron ayer de largo para dar la bienvenida a los seis nuevos comisarios y dos comisarias que se han incorporado a la plantilla de la Policía Nacional de Málaga. Un acto celebrado en la Subdelegación del Gobierno en el que las dos altos cargos policiales fueron el centro de atención y en el que se mercaron los objetivos en la lucha contra la delincuencia para el presente año. Es una de las más profundas renovaciones de la cúpula policial de los últimos años que coincide con la nueva dirección política del ministerio.
La toma de posesión comenzó con una alocución a cargo del subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, que quiso destacar que se ha producido un "refuerzo cualitativo y cuantitativo en materia de seguridad ciudadana en la provincia" y agradeció el trabajo desempeñado "por los profesionales sustituidos".
López Luna resaltó el hecho de que dos de las cinco comisarias que hay en España, Antonia Mena y Ana María Arias, formen parte de la plantilla policial de Málaga.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, manifestó que la incorporación de estas dos mandos supone un "hecho histórico" que responde al compromiso de "contar con los y las mejores". Y apuntó que el nombramiento de las dos comisarias está avalado "por su grado de preparación y experiencia".
López Garzón indicó que llegara el día en el que "no sea un hecho novedoso el que una mujer tome posesión del cargo de comisaria".
Antonia Mena, que se ha hecho cargo de la Comisaría de Estepona, hizo de portavoz de los nuevos mandos y, tras asegurar que estaban encantados "de llegar a una tierra tan bella y soleada", señaló que el compromiso de todos es velar por "el libre ejercicio de los derechos y las libertades y dar respuestas profesionales a la sociedad malagueña".
La llegada a la provincia de Mena y su homóloga, Ana María Arias, que se está al frente de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), está acompañada de la de Luis Antonio de la Torre Aparicio, que se encargará de la Comisaría Norte; Francisco Arrebola Larrubia, nuevo secretario general provincial, cuyo último destino fue como agregado del Ministerio del Interior en la Embajada de España en Portugal.; Antonio Vega Ramos, como jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica; Francisco de Paula, que será el responsable de la Comisaría de Marbella; Manuel Rodríguez Díez, que hará lo mismo con la de Fuengirola; y José Antonio Ruiz Toledo que, tras capitanear el despegue de la Policía Científica en Málaga, se pondrá al frente de la Comisaría Centro.
Análisis. La revolución que ha sufrido la cúpula policial en la provincia ha suscitado diversas opiniones. Hay quienes piensan que ha llegado con cierto retraso y que este compás de espera ha generado cierta incertidumbre que ha dilatado en exceso las luchas internas. No obstante, una vez consumado el cambio, existen los que ven en él una demostración de fuerza que refuerza el papel del comisario provincial, José Gutiérrez Valenzuela, y que hace patente que el relevo político es ya una evidencia en los responsables policiales. A pesar de ello, hay voces en la comisaría provincial que aseguran que el camino no va a ser fácil.
Objetivos. El subdirector general operativo del Cuerpo Nacional de Policía, Miguel Ángel Fernández-Chico, manifestó que la presencia ayer en el acto de dos miembros de la junta de gobierno de la Dirección General de la Policía (DGP) era un reflejo de "la gran trascendencia que para el cuerpo tiene Málaga, especialmente la Costa del Sol".
En cuanto a la situación delincuencial y a los objetivos, Fernández-Chico declaró que en la zona "se mueven algunos de nuestros principales objetivos", destacando que se seguirá prestando especial atención al terrorismo islámico y a la delincuencia organizada, "desde el simple robo en domicilios a otras organizaciones de más calado que se dedican a blanquear el dinero".
También habló de la inmigración clandestina o ilegal, al indicar que "estamos teniendo problemas específicos por el traslado a las costas malagueñas de menores que luego suponen un grave problema de infraestructuras y en algunas ocasiones de orden público, al ser menores desubicados y que no tienen referencia en España".
López Garzón resaltó que Andalucía tiene 8.200 policías nacionales, cifra que, según declaró, no se alcanzaba desde 1998, y que de ellos 2.180 están trabajando en la provincia de Málaga, "lo que no se producía desde 1999".
El delegado del Gobierno en la comunidad autónoma anunció la incorporación a Andalucía de 408 policías en prácticas, de los que 205 van a la zona oriental (148 a Málaga) y 203 a la occidental.
La toma de posesión comenzó con una alocución a cargo del subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, que quiso destacar que se ha producido un "refuerzo cualitativo y cuantitativo en materia de seguridad ciudadana en la provincia" y agradeció el trabajo desempeñado "por los profesionales sustituidos".
López Luna resaltó el hecho de que dos de las cinco comisarias que hay en España, Antonia Mena y Ana María Arias, formen parte de la plantilla policial de Málaga.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, manifestó que la incorporación de estas dos mandos supone un "hecho histórico" que responde al compromiso de "contar con los y las mejores". Y apuntó que el nombramiento de las dos comisarias está avalado "por su grado de preparación y experiencia".
López Garzón indicó que llegara el día en el que "no sea un hecho novedoso el que una mujer tome posesión del cargo de comisaria".
Antonia Mena, que se ha hecho cargo de la Comisaría de Estepona, hizo de portavoz de los nuevos mandos y, tras asegurar que estaban encantados "de llegar a una tierra tan bella y soleada", señaló que el compromiso de todos es velar por "el libre ejercicio de los derechos y las libertades y dar respuestas profesionales a la sociedad malagueña".
La llegada a la provincia de Mena y su homóloga, Ana María Arias, que se está al frente de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), está acompañada de la de Luis Antonio de la Torre Aparicio, que se encargará de la Comisaría Norte; Francisco Arrebola Larrubia, nuevo secretario general provincial, cuyo último destino fue como agregado del Ministerio del Interior en la Embajada de España en Portugal.; Antonio Vega Ramos, como jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica; Francisco de Paula, que será el responsable de la Comisaría de Marbella; Manuel Rodríguez Díez, que hará lo mismo con la de Fuengirola; y José Antonio Ruiz Toledo que, tras capitanear el despegue de la Policía Científica en Málaga, se pondrá al frente de la Comisaría Centro.
Análisis. La revolución que ha sufrido la cúpula policial en la provincia ha suscitado diversas opiniones. Hay quienes piensan que ha llegado con cierto retraso y que este compás de espera ha generado cierta incertidumbre que ha dilatado en exceso las luchas internas. No obstante, una vez consumado el cambio, existen los que ven en él una demostración de fuerza que refuerza el papel del comisario provincial, José Gutiérrez Valenzuela, y que hace patente que el relevo político es ya una evidencia en los responsables policiales. A pesar de ello, hay voces en la comisaría provincial que aseguran que el camino no va a ser fácil.
Objetivos. El subdirector general operativo del Cuerpo Nacional de Policía, Miguel Ángel Fernández-Chico, manifestó que la presencia ayer en el acto de dos miembros de la junta de gobierno de la Dirección General de la Policía (DGP) era un reflejo de "la gran trascendencia que para el cuerpo tiene Málaga, especialmente la Costa del Sol".
En cuanto a la situación delincuencial y a los objetivos, Fernández-Chico declaró que en la zona "se mueven algunos de nuestros principales objetivos", destacando que se seguirá prestando especial atención al terrorismo islámico y a la delincuencia organizada, "desde el simple robo en domicilios a otras organizaciones de más calado que se dedican a blanquear el dinero".
También habló de la inmigración clandestina o ilegal, al indicar que "estamos teniendo problemas específicos por el traslado a las costas malagueñas de menores que luego suponen un grave problema de infraestructuras y en algunas ocasiones de orden público, al ser menores desubicados y que no tienen referencia en España".
López Garzón resaltó que Andalucía tiene 8.200 policías nacionales, cifra que, según declaró, no se alcanzaba desde 1998, y que de ellos 2.180 están trabajando en la provincia de Málaga, "lo que no se producía desde 1999".
El delegado del Gobierno en la comunidad autónoma anunció la incorporación a Andalucía de 408 policías en prácticas, de los que 205 van a la zona oriental (148 a Málaga) y 203 a la occidental.
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