D. José Barroso Toledo, el campesino ilustrado.

José Barroso Toledo nació en Periana el 27 de abril de 1930. Hijo de Antonio Barroso Arrebola "Castañetas", de profesión agricultor, y de Carmen Toledo García, "La Leoncia", ama de casa. Era el menor de seis hermanos: Antonio, Domingo, Manuel, Leoncio y María Teresa.

Siendo adolescente toma contacto con grupos de jóvenes de Acción Católica y se despierta en él una vocación evangélica muy fuerte que, en algún momento, pensó orientar hacia las misiones pero finalmente acaba en el sacerdocio. 

En estas imágenes lo vemos acompañado de sus compañeros del Seminario.

Hasta el día de su ingreso en el Seminario Diocesano de Málaga, trabajó junto a su padre y hermanos en las labores del campo y también como arriero, transportando aceite y otros productos del campo en caballerías.

A los 20 años ingresa en el seminario de Málaga, sin más estudios que los de la escuela primaria, fue alumno aventajado.

El 17 de abril de 1960 es ordenado sacerdote y al año siguiente conoce su primer destino en dos pueblos pequeños de la Axarquía malagueña: Totalán y Olías. Allí toma contacto con sus feligreses, en esa época se le conocía como "cura obrero".

El 24 de octubre de 1963 es trasladado a otros dos pueblos de la Axarquía, Benamocarra e Iznate y José Barroso se une a los primeros religiosos que abandonan el uso cotidiano de la sotana.

Su siguiente destino es Coín, a donde llega el 27 de noviembre de 1969, en este municipio desarrolla una intensa acción social, creando cooperativas de viviendas y de confección para la gente más humilde, da clases de religión en el instituto y en sus ratos libres trabaja en un taller de coches como mecánico.

El 4 de septiembre de 1976 es trasladado a Vélez-Málaga como vicario nombrado por el obispo de Málaga Ramón Buxarrais, trabajará por la persona y funda numerosas comunidades cristianas.

En estos últimos años empieza a agravarse su enfermedad, una hepatítis contraída por una transfusión de sangre contaminada con el virus. Termina por someterse a un primer trasplante de hígado, el cual su organismo rechaza, el segundo trasplante logra alargarle la vida unos años más aunque sufriendo un calvario de complicaciones sanitarias.

A pesar de su débil salud, José Barroso entrega sus últimos años al pueblo que le vió nacer, años después se trasladaría a la Casa Sacerdotal de Málaga, donde pasaría el final de sus días.

El 7 de enero del año 2000 fallece José Barroso y sus restos reposan en el cementerio de su pueblo, en el camposanto de Periana, al lado de sus seres queridos.

Extracto de la sección "RECORDANDO A LOS NUESTROS"  de la Revista Almazara nº32 del 4º Trimestre de 2011, artículo publicado por José Manuel Frías Raya.