Noticia aparecida en el Diario Sur el viernes 26 de junio de 1998.
Músicos de los 60 responden al regreso de sus coetáneos organizando un concierto en su retiro de la Axarquía.
Reside en los campos de la comarca de la Axarquía un grupo de glorias pretéritas de la música anglosajona que no están dispuestas a ver desde el anonimato cómo sus coetáneos Rolling Stones, Eric Burdon, Van Morrison, Eric Clapton o Steve Winwood se pasean sobre la máquina del tiempo del pasado al presente sin dejar que la leyenda repose. De este modo tan visceral surge el festival de rithm and blues que tiene lugar entre hoy y el domingo en una finca de El Cañuelo (Periana) con nombres como Tim Rose, Pretty Things o Arthur Brown como protagonistas.
Esta competencia que ha rebasado su propio presente hace inevitable recordar una frase que se hizo muy popular en los círculos más próximos a los protagonistas del fenómeno sociocultural de los sesenta y que en ningún momento distorsiona con la realidad que vive en estos momentos la provincia de Málaga: "Los Pretty Things hacían una música más rollingstoniana que el propio grupo de Mick Jagger".
La ingeniosa sentencia viene como anillo al dedo el mismo en el que Málaga asiste a una suerte de resurrección de los míticos Pretty Things mientras espera la inminente visita de los Rollings Stones. Podría ser los músicos de ambas formaciones que se crucen por el camino y compartan escenario, pero eso sería mucho pedir en una época en la que el rock & roll ha sido completamente domado por las exigencias de una industria que mira demasiado la televisión. Clero que desde el otro lado.
A tenor de la información de la que se dispone hasta el momento, las únicas citas que se ajustan con más o menos fiabilidad al espíritu rebelde, libertario y espontáneo de la pasada década - o, al menos, al mito que ha generado - son el improvisado concierto que la banda de Jagger ha ofrecido ante un público informal en una sala de Amsterdam y los que durante este fin de semana se disponen a recrear los injustamente llamados "hermanos pequeños" de los Rolling Stones.
Para situar al potencial público de este insólito evento - una más de cuantos se están produciendo a lo largo y ancho de la Costa del Sol - es como si Mick Jagger y Keith Richards fueran propietarios de una granja en una sierra andaluza y, en un ataque de nostalgia, organizaran un festival para invitar a sus amigos y a los del rythm & blues para pasar un rato agradable. El evento podría adquirir un alto grado de comercialidad en el caso de que el recinto elegido estuviera en un enclave algo más accesible en vez de un punto perdido en el mapa de la Axarquía. Si lo que pretendía era intimidad, a buen seguro que los responsables lo van a conseguir: en el término municipal de Periana, a 14 km de la costa, un idílico paraje conocido como el Cañuelo.
Del mismo modo que el festival ha pasado inadvertido para un segmento más o menos amplio de la población, otro se enfrenta al mismo como un evento histórico. La referencia que equipara a Pretty Things con los Stones podría ser igualmente válida para Tim Rose o Arthur Brown, puede que el más extravagante de los organizadores de esta fiesta por su talante inclinación a lo experimental y su talante atrevido. Valga como muestra "Fire" (1968), la composición que le hizo inmortal, como lo fue su costumbre de salir a los escenarios caracterizado como el dios del fuego, en un pseudo espectáculo al que se le llamó en formato artístico The crazy world or Arthur Brown.
SE DECÍA QUE LOS PRETTY THINGS HACÍAN UNA MÚSICA MÁS "ROLLINGSTONIANA" QUE EL GRUPO DE JAGGER.
Curiosamente, muy pocos pudieron eludir el misticismo con el que solían aderezar sus llamativas apariciones en público, una costumbre eficaz por el impacto que ocasionaba y que casaba perfectamente con la cultura del LSD.
Por su parte, Pretty Things presumía antes de anunciar esta convocatoria de poseer una de las carreras más largas de cuantas partieron de la parrilla de los sesenta. De hecho, su bajista Dick Taylor fue un stone hasta que decidió unirse a la banda de Phil May.
El tercero de los prestigiosos anfritriones está unido a grupos también legendarios como Mugwumps o Big Three, junto a Denny Doherty y Cass Elliot. Pertenece a Rose a una generación de músicos que pasaron a la posteridad por el carácter desenfadado de su imagen y de sus canciones, muy del estilo de formaciones que gozaron de los favores de la promoción como Mamas and The Papas o The Charlatans.
Los conciertos comenzarán a las 21 horas y los organizadores han previsto todos los detalles del avituallamiento y aparcamientos.
Noticia enviada por Rafael Perea Molina al cual agradezco su colaboración y participación en este blog.
Reside en los campos de la comarca de la Axarquía un grupo de glorias pretéritas de la música anglosajona que no están dispuestas a ver desde el anonimato cómo sus coetáneos Rolling Stones, Eric Burdon, Van Morrison, Eric Clapton o Steve Winwood se pasean sobre la máquina del tiempo del pasado al presente sin dejar que la leyenda repose. De este modo tan visceral surge el festival de rithm and blues que tiene lugar entre hoy y el domingo en una finca de El Cañuelo (Periana) con nombres como Tim Rose, Pretty Things o Arthur Brown como protagonistas.
Esta competencia que ha rebasado su propio presente hace inevitable recordar una frase que se hizo muy popular en los círculos más próximos a los protagonistas del fenómeno sociocultural de los sesenta y que en ningún momento distorsiona con la realidad que vive en estos momentos la provincia de Málaga: "Los Pretty Things hacían una música más rollingstoniana que el propio grupo de Mick Jagger".
La ingeniosa sentencia viene como anillo al dedo el mismo en el que Málaga asiste a una suerte de resurrección de los míticos Pretty Things mientras espera la inminente visita de los Rollings Stones. Podría ser los músicos de ambas formaciones que se crucen por el camino y compartan escenario, pero eso sería mucho pedir en una época en la que el rock & roll ha sido completamente domado por las exigencias de una industria que mira demasiado la televisión. Clero que desde el otro lado.
A tenor de la información de la que se dispone hasta el momento, las únicas citas que se ajustan con más o menos fiabilidad al espíritu rebelde, libertario y espontáneo de la pasada década - o, al menos, al mito que ha generado - son el improvisado concierto que la banda de Jagger ha ofrecido ante un público informal en una sala de Amsterdam y los que durante este fin de semana se disponen a recrear los injustamente llamados "hermanos pequeños" de los Rolling Stones.
Para situar al potencial público de este insólito evento - una más de cuantos se están produciendo a lo largo y ancho de la Costa del Sol - es como si Mick Jagger y Keith Richards fueran propietarios de una granja en una sierra andaluza y, en un ataque de nostalgia, organizaran un festival para invitar a sus amigos y a los del rythm & blues para pasar un rato agradable. El evento podría adquirir un alto grado de comercialidad en el caso de que el recinto elegido estuviera en un enclave algo más accesible en vez de un punto perdido en el mapa de la Axarquía. Si lo que pretendía era intimidad, a buen seguro que los responsables lo van a conseguir: en el término municipal de Periana, a 14 km de la costa, un idílico paraje conocido como el Cañuelo.
Del mismo modo que el festival ha pasado inadvertido para un segmento más o menos amplio de la población, otro se enfrenta al mismo como un evento histórico. La referencia que equipara a Pretty Things con los Stones podría ser igualmente válida para Tim Rose o Arthur Brown, puede que el más extravagante de los organizadores de esta fiesta por su talante inclinación a lo experimental y su talante atrevido. Valga como muestra "Fire" (1968), la composición que le hizo inmortal, como lo fue su costumbre de salir a los escenarios caracterizado como el dios del fuego, en un pseudo espectáculo al que se le llamó en formato artístico The crazy world or Arthur Brown.
SE DECÍA QUE LOS PRETTY THINGS HACÍAN UNA MÚSICA MÁS "ROLLINGSTONIANA" QUE EL GRUPO DE JAGGER.
Curiosamente, muy pocos pudieron eludir el misticismo con el que solían aderezar sus llamativas apariciones en público, una costumbre eficaz por el impacto que ocasionaba y que casaba perfectamente con la cultura del LSD.
Por su parte, Pretty Things presumía antes de anunciar esta convocatoria de poseer una de las carreras más largas de cuantas partieron de la parrilla de los sesenta. De hecho, su bajista Dick Taylor fue un stone hasta que decidió unirse a la banda de Phil May.
El tercero de los prestigiosos anfritriones está unido a grupos también legendarios como Mugwumps o Big Three, junto a Denny Doherty y Cass Elliot. Pertenece a Rose a una generación de músicos que pasaron a la posteridad por el carácter desenfadado de su imagen y de sus canciones, muy del estilo de formaciones que gozaron de los favores de la promoción como Mamas and The Papas o The Charlatans.
Los conciertos comenzarán a las 21 horas y los organizadores han previsto todos los detalles del avituallamiento y aparcamientos.
Noticia enviada por Rafael Perea Molina al cual agradezco su colaboración y participación en este blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario