sábado, 7 de julio de 2012

Crean una carta de aceites gracias al proyecto sobre variedades locales del olivo.


Axarquía, España. Las actuales tendencias en el sector de la restauración obligan a incorporar cartas de aceites.
El Centro de Desarrollo Rural (Ceder)- Axarquía ha creado una carta de aceites con las variedades de la comarca malagueña, gracias a un proyecto de cooperación interterritorial, en el que colaboran cinco autonomías, que estudia los distintos tipos locales de olivo.
El Ceder-Axarquía ha explicado que las actuales tendencias en el sector de la restauración, “siempre en constante innovación”, obligan a incorporar cartas de aceites para que los clientes los puedan elegir para acompañar sus comidas.
En este sentido, en la Axarquía se ha apostado por el estudio y la distinción de las variedades de olivar Verdial de Vélez y Nevadillo de la Axarquía, “dos monovarietales claramente identificados”.
El primero produce unos aceites de color verde intenso y sabor frutado, con mucho aroma y tendencia dulce, y es suave y ligero al paladar, localizándose su fabricación en Riogordo, Periana, Alcaucín, Sedella, Arenas, Canillas de Aceituno, La Viñuela y Vélez-Málaga.
La Variedad Nevadillo de la Axarquía se caracteriza por su color amarillo oro, sabor suave, dulce, frutado y agradable al paladar, dando a los platos un sabor único, y se produce en Frigiliana, Torrox, Cómpeta y Sayalonga.
Junto a la guía de aceites, el Ceder-Axarquía ha elaborado una guía sobre oleoturismo por las almazaras de la Axarquía, que ofrece información sobre el cultivo, la producción, la localización y sus aceites.
El Ceder-Axarquía participa desde 2011 en el proyecto “Olivar, una nueva cultura del olivo”, subvencionado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y del que forman parte ocho grupos de desarrollo rural de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Baleares y Navarra.
El programa, con un presupuesto de 154.000 euros, persigue profundizar en el conocimiento de las variedades locales de olivo, como una clave diferenciadora de la identidad y tipicidad del olivar y los aceites de oliva producidos.
El proyecto promueve una estrategia de desarrollo rural territorial a partir de la puesta en valor de las variedades secundarias y locales de olivo en España, “ya que considera el olivar un activo patrimonial y económico”.
Fuente: www.besana.es

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