28/02/2022 - www.todojuristas.com
En los últimos años se ha popularizado la creencia de que la oposición de juez y fiscal es una oportunidad a la que solo tiene acceso una pequeña parte de la sociedad, generando rumores de un acceso discriminatorio y elitista. Además, con el Covid-19, los opositores se están enfrentando a un camino aún más costoso. La falta de ocio, el retraso en las convocatorias, o la incertidumbre social en general son algunos de los desafíos a los que se enfrentan estos estudiantes para gozar de una buena salud mental.
Por ello, hemos entrevistado a dos de las juezas que han aprobado en la última convocatoria, para conocer de primera mano qué opinan sobre estos aspectos.
En primer lugar tenemos a Alba, una joven de 26 años que estudió en un colegio público de La Manga del Mar Menor y posteriormente se graduó en Derecho y ADE en la Universidad de Murcia.
Por otro lado, nos encontramos con Eva, tiene 25 años y también ha cursado todos sus estudios en entidades públicas, primero en un pequeño pueblo de Málaga, Periana, y posteriormente en la Universidad de Granada se graduó en Derecho y Ciencias Políticas y de la Administración.
Ambas decidieron que querían ser juezas cuando ya estaban cursando respectivamente sus doble grados, por lo que nada más graduarse comenzaron a opositar. Alba ha conseguido acceder a la Escuela Judicial en tan solo 3 años, mientras que Eva lo ha conseguido en 2.
Respecto a estas preguntas, nos comentaron lo siguiente:
¿Hubo algo que te echara un poco atrás al tomar la decisión de empezar la oposición?
Alba: Lo que más me echaba para atrás era tener que estar cuatro o cinco años dependiendo económicamente de mi madre. También me daba miedo cómo afrontaría los posibles “fracasos”, ya que siempre he sido una persona muy exigente conmigo misma. Me asustaba la incertidumbre, no ser capaz de conseguirlo, invertir mi tiempo en algo que quizás no iba a dar su fruto. Además, el hecho de que los orales fueran en el Tribunal Supremo me daba bastante pánico, imagino que como a todo opositor.
Eva: Sí, mi mayor miedo era no conseguirlo, la incertidumbre, embarcarme en esta aventura sin saber cuánto tiempo y sin saber si conseguiría o no mi objetivo. También me echaba para atrás el número de temas, me parecía muy numeroso, pensaba que era imposible aprenderse perfectamente 325 temas y recordarlos en un momento determinado para exponerlos ante el Tribunal.
¿Y durante ella? ¿Qué es lo mejor y lo peor de estar opositando?
Alba: Lo mejor, a nivel académico, es el conocimiento adquirido y la soltura a la hora de cantar. Realmente terminé la carrera teniendo un conocimiento muy disperso y la oposición me ha ayudado mucho a consolidar.
A nivel personal la oposición me ha servido para valorar mi tiempo, las compañías… Tener muy poco tiempo te obliga a valorar, a priorizar, a dedicar tu tiempo solo a aquello que realmente te suma, te aporta y te llena.
Eva: Lo mejor es el aprendizaje, no solo el conocimiento que adquieres del derecho, sino el conocerse mejor a una misma; también aprendes a organizarte, a distribuir el tiempo, a valorar más aquello que no puedes hacer y que antes te parecía una tontería, y a las personas que te acompañan en este camino. Lo peor, la incertidumbre, no saber si realmente vas por el camino correcto, si verdaderamente estás avanzando o perdiendo el tiempo, si todo el tiempo de estudio va a dar sus frutos. La oposición ha sido una montaña rusa, a veces te comías el mundo, y otras veces te comía él a ti.
¿Qué te gustaría haber sabido antes de empezar?
Alba: Me gustaría haber sabido que sí era posible aprobar para haber disfrutado un poco más el camino.
Considero que es imprescindible tener una vía de escape, de evasión para poder sobrellevarlo mejor. En mi caso me ayudó mucho a desconectar el ejercicio físico. Obligarme a terminar de estudiar todos los días a una hora prefijada e ir al gimnasio me hacía desconectar totalmente de los temas, los artículos…
Pero no fue hasta el último año de oposición cuando descubrí esto.
Eva: Sinceramente, el tiempo que iba a tardar en sacarme la oposición, pero era algo imposible de saber.
¿Crees que es cierto eso que se dice que “solo pueden opositar personas económicamente bien posicionadas” o que esta oposición “no está al alcance de todas las personas” a las que les gustaría hacerla?
Alba: No lo comparto, vengo de una familia humilde pero que cree que no hay mejor inversión que en educación.
A pesar de que la oposición conlleva un gran gasto económico (material, preparador) en mi caso ha sido llevadero. También he de decir que el segundo y tercer año de oposición esto fue más fácil gracias a una ayuda económica que me concedieron en virtud de un convenio entre el banco Santander y la APM.
Eva: Opositar no es gratis, eso lo sabe todo el mundo. Opositar conlleva un gasto, tanto de materiales como de preparación, bien en una academia o bien con un preparador.
No obstante, no significa que únicamente oposite gente bien posicionada económicamente, o como algunos nos llaman, “la élite”, en mi familia no hay nadie con estudios superiores, mi abuelo siempre ha trabajado en el campo y mi abuela era ama de casa, mi padre es conductor de autobuses y mi madre es dependienta, así que eso de que sea de “la élite” no lo comparto.
¿Qué medida por parte del Estado crees que podría ayudar a las personas que estáis opositando?
Alba: Becas a los opositores, de hecho el gobierno las ha anunciado recientemente.
Eva: Becas, es la única solución que encuentro, que se ayude económicamente a aquellas personas que quieran opositar y que no puedan hacerlo por el gasto que ello conlleva.
¿Cómo creéis que ha afectado la pandemia a los opositores? ¿Qué importancia le dais vosotras a la salud mental con respecto la oposición? Cuéntanos tu experiencia.
Alba: Conozco a muchos opositores que la pandemia le ha afectado negativamente. Que el único día libre tengas que pasarlo en casa o con restricciones es bastante duro. También el hecho de que se pospusiera la convocatoria desmoralizó a algunos compañeros.
A mí, al contrario, me hizo centrarme más. Sentía que ya no era la única persona que estaba encerrada y que no había nada mejor que hacer que estudiar.
La salud mental durante este periodo es imprescindible. He tenido mis bajones pero han sido todos bastante llevaderos y he podido sobrellevarlos. Algo que me preocupaba bastante era decepcionar a mi entorno, a mi familia, a mi preparador… Es por eso que la fecha de mi último ejercicio solo la compartí con los más cercanos. No quería que la gente estuviera pendiente de mí para que así, si suspendía, no se llevaran un chasco.
Eva: En mi caso la pandemia me ha ayudado a estar más concentrada en mi objetivo, dado que estábamos confinados y que no podía salir de casa, invertí todo ese tiempo en estudiar, de hecho, durante el confinamiento no me tomaba el día de descanso entero porque total no podía hacer nada, iba a estar encerrada igualmente, pues aprovechaba y dedicaba unas horas a repasar temas o a hacer esquemas o a hacer test.
Sin embargo, es cierto que hay opositores a quienes les ha afectado negativamente. La salud mental es fundamental, si no estás bien psicológicamente llevar una oposición como esta es difícil, y no está de más pedir ayuda, yo tuve que ir en un par de ocasiones al psicólogo después del test porque no me encontraba bien mentalmente, me daba pánico ir al Tribunal Supremo, sentía mucha presión, por terceras personas y me daba miedo el suspenso, el defraudar a tanta gente que confiaba en mí.
Ir al psicólogo me sirvió de ayuda, gané confianza, seguridad y supe canalizar todo el miedo que sentía y convencerme de que lo estaba dando todo de mí, y que si había llegado hasta ahí tenía que seguir y dejar atrás todos los pensamientos negativos.
Como ya sabéis hay mucha demanda de oposiciones por la crisis económica y de empleo existente ¿Qué le diríais a esos opositores que solo se ven motivados por el sueldo y la estabilidad laboral que supone la oposición?
Alba: Creo que en una oposición tan larga y dura como es la judicatura, el hecho de que tu única motivación sea el sueldo (que, además no es tan elevado) y la estabilidad juega en tu contra. Creo que es imprescindible que te mueva algo más, que realmente te apasione lo que vas a hacer. Si apruebas vas a dedicar tu vida a ello así que es necesario que te llene.
Eva: Es importante estar motivado a la hora de hacer una oposición porque no es un camino de rosas, hay momentos buenos, pero también momentos malos, y es esa motivación la que te impulsa a seguir adelante.
Obviamente, la recompensa que obtienes una vez que apruebas es muy buena, como dices estabilidad laboral, que hoy día es muy importante, y un buen sueldo. Pero, personalmente, también creo que es importante la vocación, uno tiene que hacer lo que realmente le llene porque, en principio, se supone, que te vas a dedicar a eso toda tu vida, y opositar sin que te guste aquello a lo que opositas, se tiene que hacer aun más difícil.
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