viernes, 22 de abril de 2016

COMIENZA EN MÁLAGA EL CONGRESO MUNDIAL DE ALERGIAS A LOS MEDICAMENTOS, PRESIDIDO POR LA PERIANENSE MARIA JOSÉ TORRES.

«La alegría con que etiquetamos a la gente de alérgica a los antibióticos pasa factura»


María José Torres. / SUR

·         María José Torres, presidenta del congreso mundial de alergias a los medicamentos, considera que muchas personas los consumen de una forma abusiva

·         Ángel Escalera | Málaga
Medio millar de expertos participan desde hoy en Málaga (hotel Barceló) en un congreso mundial de alergias a los medicamentos, evento organizado por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica. La alergóloga del Hospital Regional Carlos Haya y presidenta del comité organizador del congreso, María José Torres, dice que muchas veces se hace un uso abusivo de las medicinas. La doctor Torres afirma que etiquetar alegremente a la gente de alérgica a los antibióticos cuando no lo es supone un riesgo.
–¿Qué es lo más importante que se tratará en el congreso?
–Este congreso reúne a profesionales de ámbitos diferentes y lo hace de modo monográfico. Se hablará de reacciones adversas y alérgicas a medicamentos. También evaluaremos la posibilidad de tratamiento de esas enfermedades, con la participación de profesionales de todo el mundo. Hay 500 expertos inscritos. Hace dos años, en Suiza, participaron menos de la mitad que ahora.
–¿Son muy frecuentes las alergias a los medicamentos?
–No es la alergia más frecuente, pero afecta mucho, porque, por ejemplo, una persona que es alérgica a un determinado antiinflamatorio puede que lo sea a todos los antiinflamatorios. Eso hace que ese paciente tenga muy pocas alternativas que tomar.
–Si se es alérgico al ibuprofeno, ¿se es también a todos los antiinflamatorios?
–Depende. Hay veces que se es alérgico sólo ibuprofeno y otras en que se es alérgico a todos. Hay gente que es alérgica hasta al paracetamol.
–El problema es que eso no se sabe hasta que se toma un fármaco concreto y se produce una reacción adversa, ¿verdad?
–No hay manera de saberlo con antelación, sólo con determinados fármacos muy precisos se puede, en función de un patrón genético, prever que se desarrollará una reacción alérgica o no. Eso es algo muy específico.
–¿Hay medicamentos que producen más efectos adversos que otros?
–En principio, cualquier fármaco puede producir una reacción alérgica. Las más frecuentes las provocan los antiinflamatorios y los antibióticos. Hay fármacos, que sin ser tan frecuentes, causan un verdadero problema al paciente, como suceden con alergias provocadas por medicamentos quimioterápicos contra el cáncer.
–¿Hace la población un uso correcto de las medicinas?
–El problema fundamental es que hay mucho uso fuera de la prescripción médica. Bastante gente consume de forma excesiva los medicamentos. A veces, vamos acumulando los fármacos y los seguimos tomamos, aunque el motivo por el que nos nos lo recetaron ha desaparecido. Ahora estamos viendo, por ejemplo, algo que antes no podíamos ni pensar: las reacciones al omeprazol. Las reacciones alérgicas están relacionadas con el consumo.
–¿Qué efectos alérgicos tiene el omeprazol, que un protector gástrico muy común?
–Suelen aparecer urticarias o un cuadro más severo: anafilaxias, es decir, da sensación de ahogo o se hincha la cara a los pocos minutos de tomar el medicamento. En el caso del omeprazol, como casi siempre se toma con otro fármaco, confunde muchísimo.
–¿Los antibióticos se consumen de forma inadecuada?
–Hay un uso abusivo y excesivo. Además, hay otra cosa importante: se etiqueta de forma abusiva a la gente como alérgica a los antibióticos sin serlo realmente. Se considera que hasta el 10 por ciento de la población está etiquetada como alérgica a esos medicamentos cuando muchas de esas personas no lo son. Alguien que está considerado como alérgico a los antibióticos sin serlo se enfrenta a serios problemas si tiene que ser ingresado en un hospital. De entrada, estará más tiempo hospitalizado y tendrá más riesgo de sufrir otro tipo de infecciones. A ello se une que ese paciente le resultará más caro al sistema sanitario. La alegría con que etiquetamos a la gente de alérgica pasa factura.
–Pero ¿por qué se etiqueta a una persona de ser alérgica a los antibióticos cuando no lo es?
–Muchas veces somos los médicos los que etiquetamos alegremente a un paciente que ha presentado un síntoma alérgico tras tomar un fármaco. Otras veces es la propia persona la que dice que su madre le contó que de pequeño tuvo una reacción adversa a la penicilina, por ejemplo.
–¿Y cómo se puede saber si alguien es realmente alérgico o no?
–El diagnóstico de alergias es complicado y largo. El paciente tiene que ir al hospital para el diagnóstico y hacerle una serie de pruebas en el brazo. Luego, en la mayoría de los casos, al enfermo hay que darle a dosis crecientes el medicamento que se sospecha que le produce la alergia para ver si lo tolera o no. Todo eso hace que el diagnóstico sea prolongado. Por ello, antes que etiquetar alegremente, hay que hacer un buen estudio. Lo que está claro es que cuantos más medicamentos se consumen, más probabilidades hay de ser alérgicos a ellos.

21/04/2016 - INFORMACIÓN PUBLICADA EN EL DIARIO SUR

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