27/12/2015 - www.malagahoy.es
En la antigüedad, el olivo fue un
árbol sagrado en toda la zona del Mediterráneo. Es símbolo de paz y victoria y
fueron muchos los pueblos que le rindieron veneración. Ahora, además de dar uno
de los productos esenciales de cualquier cocina que se precie se ha convertido
en un elemento muy recurrente para cualquier parque público o jardín privado
por su belleza de su estética. Están cargados de historia, y en el municipio
axárquico de Periana, sus agricultores pueden presumir de ellos. Un millar de
años les envuelven, y ahora toca que se conozcan todos sus secretos.
Para ello, la Cooperativa Olivarera San Isidro ha diseñado la I Ruta de Olivos Milenarios de Periana. Una senda que discurre por distintos puntos de su término municipal y en la que durante tres horas se pude disfrutar de estos árboles, de las vistas que ofrece de la Axarquía, o de la flora y la fauna de la zona. Entre otras peculiaridades se mostrará "el olivo de los tres pies" o "el caracol". "La finalidad es fomentar la divulgación sobre la historia de los olivos Verdial. En su recorrido se disfruta de la huella que el tiempo ha dejado en estos olivos convirtiéndoles en verdaderas esculturas artísticas y deleitarse con su paisaje", explicó Francisco Godoy, presidente de la cooperativa quien además comentó que sirve para "promover el desarrollo sostenible e incrementar un turismo de calidad en la zona".
Además, durante el tiempo que dura su recorrido, los visitantes podrán conocer de primera mano la gestión y proceso del aceite de oliva verdial así como sus propiedades y el valor que tiene en la alimentación y salud de las personas. De hecho, durante el descanso se podrá disfrutar en el campo de un desayuno molinero.
La ruta, que es circular, está considerada de dificultad moderada, tiene una longitud de 9,5 kilómetros y pasa por dos de las aldeas más antiguas del municipio: La Muela y Cortijo Blanco donde se encuentra las parcelas de olivos de la variedad verdial con más de mil años de existencia. Antes de entrar en la primera de ellas, se pasará por La Estación para llegar al sendero rural que conduce al Camino de Zafarraya. y se podrá disfrutar del mirador con vistas al valle, a las sierras o al pantano de La Viñuela. Se transita por asfalto y terrizo y tiene un desnivel acumulado de 251 metros. Tras cruzar la Pedriza, continúa el camino hacia el segundo núcleo de población para pasar por Fincas de Rafael Molina, por Río Seco, El Cantueso hasta llegar a la Cooperativa Olivarera San Isidro. Durante todo el trayecto, según explicó Godoy, "se acompañan extensiones de diferentes tamaños de olivos, jóvenes, viejos pero ya monumentales, verdiales, acebuchales, marteños, salpicados por frutales y chumberas".
Para ello, la Cooperativa Olivarera San Isidro ha diseñado la I Ruta de Olivos Milenarios de Periana. Una senda que discurre por distintos puntos de su término municipal y en la que durante tres horas se pude disfrutar de estos árboles, de las vistas que ofrece de la Axarquía, o de la flora y la fauna de la zona. Entre otras peculiaridades se mostrará "el olivo de los tres pies" o "el caracol". "La finalidad es fomentar la divulgación sobre la historia de los olivos Verdial. En su recorrido se disfruta de la huella que el tiempo ha dejado en estos olivos convirtiéndoles en verdaderas esculturas artísticas y deleitarse con su paisaje", explicó Francisco Godoy, presidente de la cooperativa quien además comentó que sirve para "promover el desarrollo sostenible e incrementar un turismo de calidad en la zona".
Además, durante el tiempo que dura su recorrido, los visitantes podrán conocer de primera mano la gestión y proceso del aceite de oliva verdial así como sus propiedades y el valor que tiene en la alimentación y salud de las personas. De hecho, durante el descanso se podrá disfrutar en el campo de un desayuno molinero.
La ruta, que es circular, está considerada de dificultad moderada, tiene una longitud de 9,5 kilómetros y pasa por dos de las aldeas más antiguas del municipio: La Muela y Cortijo Blanco donde se encuentra las parcelas de olivos de la variedad verdial con más de mil años de existencia. Antes de entrar en la primera de ellas, se pasará por La Estación para llegar al sendero rural que conduce al Camino de Zafarraya. y se podrá disfrutar del mirador con vistas al valle, a las sierras o al pantano de La Viñuela. Se transita por asfalto y terrizo y tiene un desnivel acumulado de 251 metros. Tras cruzar la Pedriza, continúa el camino hacia el segundo núcleo de población para pasar por Fincas de Rafael Molina, por Río Seco, El Cantueso hasta llegar a la Cooperativa Olivarera San Isidro. Durante todo el trayecto, según explicó Godoy, "se acompañan extensiones de diferentes tamaños de olivos, jóvenes, viejos pero ya monumentales, verdiales, acebuchales, marteños, salpicados por frutales y chumberas".
Durante el trazado, según aseguró el presidente de la cooperativa, se podrá disfrutar de la vegetación autóctona y de otras especies de árboles como marteños, acebuches o encinas. También de plantas aromáticas como el tomillo, la hierba buena, el hinojo o la esparragura. Además, se podrá divisar algún águila perdicera y el búho real, ambas especies en extinción; y otras como el carabo, cernícalos, lechuzas, perdices, jilgueros o gorriones.
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