La plaza de Alfonso XII podemos contemplarla en la imagen en la parte inferior izquierda, al lado de las viviendas que se construyeron tras el terremoto.
El día 25 de Diciembre, noche de Pascua a las 8 y 56 minutos de la noche el reloj se paró de súbito. Una fuerte sacudida de 4 segundos y posteriormente otras de 20 a 30 segundos asolaron la Puebla de Periana.
La sacudida fue tremenda en gran parte de las provincias de Granada y Málaga.
Las consecuencias fueron inmediatas, una Periana Arruinada. Fue el pueblo más afectado de toda la provincia.
Las ayudas se pusieron en marcha, primero en forma de alimentos y tiendas de campaña, aunque los movimientos sísmicos dieron lugar a grandes heladas y fríos.
El día 18 de Enero el Rey “Alfonso XII” llegó a Periana “cuando el azote duraba todavía, cuando la ventisca y la viene cerraban el paso al caminante”. Visitó detenidamente los restos del pueblo “enjugó lagrimas, socorrió al pobre, fortaleció ánimos”.
El rey llamó a la solidaridad universal y la respuesta fue sorprendente para la época, haciéndose posible la recuperación de Periana y de los demás pueblos afectados.
La mayoría de los socorros se reciben en el Círculo de la Unión Mercantil de Málaga.
La reedificación de las casas completamente arruinadas se dejó al cuidado de sus mismos propietarios.
En Mayo de 1886 la Comisaría Regia compró un nuevo barrio de Periana, llamado “El Carrascal”.
Junto con este barrio se construyó una nueva Plaza de 54 metros de larga por 28 de ancha y once nuevas calles. Estaba situado junto al camino que conducía a Vélez Málaga.
La sacudida fue tremenda en gran parte de las provincias de Granada y Málaga.
Las consecuencias fueron inmediatas, una Periana Arruinada. Fue el pueblo más afectado de toda la provincia.
Las ayudas se pusieron en marcha, primero en forma de alimentos y tiendas de campaña, aunque los movimientos sísmicos dieron lugar a grandes heladas y fríos.
El día 18 de Enero el Rey “Alfonso XII” llegó a Periana “cuando el azote duraba todavía, cuando la ventisca y la viene cerraban el paso al caminante”. Visitó detenidamente los restos del pueblo “enjugó lagrimas, socorrió al pobre, fortaleció ánimos”.
El rey llamó a la solidaridad universal y la respuesta fue sorprendente para la época, haciéndose posible la recuperación de Periana y de los demás pueblos afectados.
La mayoría de los socorros se reciben en el Círculo de la Unión Mercantil de Málaga.
La reedificación de las casas completamente arruinadas se dejó al cuidado de sus mismos propietarios.
En Mayo de 1886 la Comisaría Regia compró un nuevo barrio de Periana, llamado “El Carrascal”.
Junto con este barrio se construyó una nueva Plaza de 54 metros de larga por 28 de ancha y once nuevas calles. Estaba situado junto al camino que conducía a Vélez Málaga.
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